Alcoy pide a la Generalitat la devolución de la planta de transferencia cerrada desde 2011

El equipo de gobierno lleva a pleno la petición de reversión gratuita de la parcela, que podría destinarse a ecoparque si cumple con los requisitos del Consorcio de Basuras

Alcoy pide a la Generalitat recuperar la titularidad de la parcela donde se ubica la antigua planta de transferencia de residuos, que cerró en 2011 por ser ilegal su ubicación. El equipo de gobierno de PSOE y Compromís lleva a pleno este viernes la solicitud a la empresa pública Vaersa de reversión de la parcela municipal cedida de forma gratuita en su día para la instalación de este complejo. Se trata de una medida que en comisión informativa ya ha contado con un amplio apoyo de los grupos municipales, ya que todos la respaldaron excepto Vox, que se abstuvo, por lo que se espera que salga adelante en la sesión plenaria sin problemas. 

La concejal de Transición Ecológica y Medio Ambiente, Tere Sanjuán, ha explicado que llevan a aprobación esta propuesta con el respaldo de un informe técnico y otro jurídico, y tras mantener reuniones con Vaersa. Así, el Ayuntamiento considera que esa reversión tiene que ser "gratuita", ya que así se estableció cuando se formalizó la cesión y las instalaciones llevan cerradas y abandonadas desde hace más de una década. Eso sí, en esas reuniones la empresa pública de la Generalitat ha manifestado su pretensión de obtener alguna indemnización económica por las inversiones realizadas en la parcela.

Una vez el pleno dé el visto bueno a la solicitud de reversión de la cesión de esta parcela en la zona de Sant Benet, la pelota estará en el tejado de Vaersa, que deberá contestar al respecto.

En cuanto al uso que prevé dar el Consistorio a la parcela, Sanjuán ha señalado que la idea es que albergue el ecoparque de Alcoy, aunque eso dependerá de si cumple con los requisitos del Consorcio Terra, al que se le cedería si es viable. Si no, se estudiarían otras alternativas, aunque se descarta en un principio que las instalaciones se destinen a residuos orgánicos. La intención es que se convierta en el ecoparque. 

La clausura de la planta de transferencia de basuras de Sant Benet supuso en su día que la factura por el tratamiento de residuos de Alcoy, que lleva sus basuras al vertedero de Xixona, se encareciera en 200.000 euros, al enviar los residuos sin procesar.

Esta instalación fue foco durante 15 años de un conflicto permanente, de lucha impulsada por los vecinos de la zona, por las molestias que generaba, logrando hasta doce sentencias judiciales favorables, y llevando finalmente a que el Ayuntamiento decretará en 2013, cuando ya estaba clausurada, su cierre definitivo.

Se puso en marcha en 1998, y las sucesivas licencias municipales y los recursos judiciales de Vaersa se fueron tumbando uno a uno, hasta que finalmente el Tribunal Supremo ordenó el cierre en 2013. Y es que los tribunales acreditaron que la planta se construyó en una zona catalogada como de protección de bordes urbanos y situada a 700 metros del casco urbano, cuando la normativa fijaba un mínimo de 2 kilómetros. Y pese a que después cambió la legislación y podría haberse legalizado, el Consistorio optó por zanjar el tema y acabar de una vez por todas con la planta de transferencia.

Primer intento

El Ayuntamiento de Alcoy ya propuso en el año 2016 al Consorcio Provincial de Residuos -ahora denominado Consorcio Terra- que la planta de transferencia de Sant Benet se destinara a trabajos de reciclajes de materiales de poda o ecoparque, pero no para residuos orgánicos.

Miembros del Consorcio Provincial llegaron a visitar las instalaciones, ya entonces clausuradas, pero no llegó a cristalizar. Ahora, se intenta por segunda vez que esta planta de transferencia se convierta por fin en ecoparque, siempre que el Consorcio Terra dé el visto bueno, y ante Vaersa acceda a revertir la cesión de una instalación que durante tres lustros fue foco de polémica, dando la razón los tribunales a los vecinos de Sant Benet. 

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