Cocentaina sale a honrar a la Mareta

Cientos de personas participan un año más en la procesión para conmemorar la festividad de la Virgen del Milagro y pedirle su protección, esta vez con la Súplica declamada por Arantxa Ferrándiz

Cocentaina se ha echado a la calle otro 19 de abril para honrar a la Virgen del Milagro, la Mareta que simboliza todo el fervor popular. Un año más, cientos de personas han mostrado su devoción por la patrona de la Villa Condal, bien sumándose a la procesión de traslado de la imagen desde el monasterio hasta la parroquia de Santa María o bien siguiendo el acontecimiento como parte del público que llenaba la plaza. Sea como sea, la festividad de la patrona contestana ha escenificado de nuevo como pocos acontecimientos la religiosidad del pueblo, de una manera muy singular y sin parangón en ninguna población cercana.

Devoción por la Mareta de Cocentaina

El guion ha sido exactamente el mismo de otros años, y puede decirse que se ha cumplido con total fidelidad. A primera hora se han disparado 27 salvas, una por cada lágrima de sangre que derramó la Virgen, como 27 fueron las hogueras que se encendieron en la noche del jueves ante el Palau Comtal. Y a las diez de la mañana, la reliquia de la Mareta ha salido del monasterio hacia la parroquia, precedida de un pasacalles a cargo de la Colla Mal Passet y de los niños que encarnaban este año a los condes de Cocentaina y a Mossén Onofre Satorre, Paula Vicent, Rafa Ferri y Javi Oltra, respectivamente. Con ellos iban también, entre otros, los mayorales y las mayoralas.

El fervor se ha hecho absoluto cuando, en torno a las 10.50 horas, la Mare de Déu ha hecho su entrada en la plaza, en la que ya no cabía un alfiler en ese momento. Se han repetido los gritos de "¡Mareta, Mareta!" y las muestras de júbilo de otros años, señal manifiesta del perpetuo fervor del pueblo por su patrona. En el séquito que acompañaba a la imagen estaban, entre otros, el arzobispo de València, Enrique Benavent, y el obispo emérito de Alcalá de Henares, el contestano Juan Antonio Reig Pla; de alguna estaban presentes dos formas muy distintas de entender una misma Iglesia, una al lado de la otra.

La declamante de la Súplica, Arantxa Ferrándiz, apenas ha dejado espacio para la improvisación, ciñéndose casi en todo momento al texto original de Francisco Maíquez Canet. Así, ha recordado que "bé sabeu, Mare de Déu, que l'antiga vila comtal vos reclama". Ha recordado que son ya 504 los años que se cumplen del milagro de las 27 lágrimas, además de incidir en que Cocentaina tiene en la Virgen "un far que la lluerna, una mare que la guia per la senda de l'amor". También se ha referido a las flores depositadas en la ofrenda, que "d'or voldríem que foren", y que en esta cita los contestanos de lofrecen también sus corazones.

Arantxa Ferrándiz ha señalado también en su declamación que "com a sol que tu eres, rebrem la teua llum", refiriéndose a la Virgen, a la que también ha pedido amparo "en la vida i en l'hora de la mort". "Sigues tu la mà que un dia ens introduïsca en la terra celestial", ha concluido. Tras ello, un aplauso cerrado, similar al de otros años. que da buena cuenta de la intensidad de ese fervor popular que despierta entre los contestanos la festividad de la Mareta.

Posteriormente ha tenido lugar la Eucarstía, presidida por monseñor Enrique Benavent y que ha contado con la participación, en el canto coral, de las Hermanas Agustinas de la Conversión de Sotillo de la Adrada (Ávila). Tras la misa se ha rendido también homenaje a los mayores de Cocentaina, encarnados este año en los vecinos Pepe Ribelles y Mari Carmen Albors. La jornada conmemorativa concluye esta tarde con la procesión de la imagen de la Virgen por las calles de la localidad, a partir de las 19.00, y con la Misa de la Juventud, a las 23.00 en la iglesia de Santa María.