El peligro de Santa Bárbara: entre la falta de medidas y la imprudencia de los turistas

Un mes después del trágico fallecimiento de una visitante, los «puntos negros» del castillo siguen sin protecciones ni avisos

El Ayuntamiento continúa trabajando en un plan para mejorar la seguridad en la fortaleza, que recibió a 800.000 personas en 2023

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

El castillo de Santa Bárbara, el principal icono de la ciudad de Alicante, es visitado cada año por miles de turistas y ciudadanos. Solo en 2023, un total de 800.000 visitantes acudieron a conocer la fortaleza. Sin embargo, muchos de ellos coinciden en un diagnóstico: el riesgo. Y es que, pese al innegable valor histórico del baluarte, muchos de sus puntos de interés no se han revisado desde los orígenes de Santa Bárbara, dando lugar a una serie de «puntos negros» en el castillo. Hace solo un mes, una vecina de Alicante perdió la vida trágicamente al precipitarse por accidente desde varios metros de altura en un lugar no señalizado.

El espacio no solo era de libre acceso entonces, sino que permanece sin vallar y sin ningún tipo de indicación, siendo uno de los elementos donde más se acercan los visitantes para sacarse fotos. De hecho, según fuentes cercanas al suceso, personal del Ayuntamiento de Alicante dio la orden de que se retirase el vallado temporal instalado como respuesta al accidente porque era «un foco de atracción para los periodistas».

Y es que la obsesión por la imagen puede ser muy peligrosa. En los tiempos de las redes sociales ya no basta con vivir una experiencia, es necesario dar fe de ello a los «followers». Se trata de una tendencia que puede llevar a algunas personas a emprender acciones verdaderamente peligrosas o irresponsables con el fin de conseguir la mejor instantánea. En el caso de Santa Bárbara, además, este tipo de actitudes se combinan con un espacio que, por su condición de fortaleza, no está diseñado desde un punto de vista accesible. Escaleras que ascienden varios metros de altura sin ninguna barandilla, almenas desprotegidas que dan a parar al vacío, miradores cuyo muro apenas rebasa la altura de la rodilla... Eso es también lo que se encuentran quienes acuden cada día a conocer el mayor emblema de la ciudad alicantina. 

Así lo considera Mohamed Caras, que ha visitado el castillo con su familia: «Hay que vigilar mucho a los niños porque hay un montón de lugares de los que podrían caerse». Su mujer, Amina Jdira, destaca que «en algunas zonas como la rampa de acceso es peligroso, se debería poner una escalera para subir». Del mismo modo, Agustín Jiménez asume que se trata de un castillo, por lo que «es normal que haya zonas así», aunque sí señala que «se podrían colocar más barandillas o vallas». También Clara Sanz, que había venido con él desde València, apunta que «hay zonas complicadas, sobre todo para personas mayores», aunque aboga por «que cada uno llegue donde pueda». Por su parte, Andrea Sala, turista recién llegado de Italia, pone el foco en la responsabilidad de los visitantes: «Yo no lo he visto peligroso, pero la gente se sube a los sitios para hacerse fotos y se puede caer».

Sin plan de seguridad

Tras el trágico suceso del pasado mes, el alcalde de Alicante, Luis Barcala, anunció el encargo de «una revisión de zonas sensibles», además de destacar la necesidad de «mejorar la cartelería». Ahora, fuentes municipales insisten en que «el Ayuntamiento sigue trabajando a través de distintas concejalías en la confección de un documento que siente las bases para reforzar la seguridad en el castillo de Santa Bárbara».

Con este objetivo, el área de Seguridad «está identificando los puntos que puedan entrañar mayor riesgo para los visitantes». Una vez esté concluido este mapa, será el departamento de Patrimonio el que determine qué medidas concretas de seguridad se podrían incorporar al Bien de Interés Cultural que es la fortaleza. Al mismo tiempo, revelan, «se estudia un nuevo diseño de la cartelería informativa para subrayar la llamada a la necesaria prudencia».

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