GESTIÓN HÍDRICA
Mazón y Page escenifican la reapertura del diálogo para resolver la guerra del agua
Los presidentes de la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha intentan rebajar el tono y se emplazan a intentar restablecer una coordinación bajo el consenso de que "el agua es de todos" y necesita una estrategia nacional, aprovechando la firma de un convenio sanitario entre ambas autonomías
Mazón ha reclamado rigor en la gestión y "un Gobierno que se ponga a coordinar" y Page que los votos "no valgan más que los metros cúbicos" y dar prioridad a abaratar el precio de la desalación
El agua es de todos y el camino del diálogo y el acuerdo entre la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha es posible, aunque complejo. Es lo fundamental que, entre mucho guante blanco, llamadas al sentido común, apretones de manos y algún chascarrillo, pero también muchos puntos de discrepancia, se ha querido reflejar en el encuentro que han mantenido el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón y su homólogo de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.
Lo han hecho en el acto de firma de un convenio de colaboración en materia sanitaria entre ambos territorios, que implica a siete municipios valencianos y 22 conquenses y que ha tenido lugar en el Hospital de Requena. Un convenio puesto como ejemplo y excusa para avanzar en materias de alto voltaje, como la gestión de los recursos hídricos que enfrenta a ambas comunidades autónomas.
Rebajar el tono
La cuidada puesta en escena tenía por objeto rebajar la tensión entre presidentes que se tiran los trastos en materia de agua y en particular sobre la gestión del trasvase Tajo-Segura, cuya penúltima batalla por librar se atisba en el horizonte de la revisión de las normas de explotación del acueducto, tras la aprobación del plan de cuenca del Tajo a principios de 2023. Este plan que fijó los caudales ecológicos para el Tajo consolidó el recorte de unos recursos hídricos que se destinan preferentemente al riego agrícola en Almería, Región de Murcia y Alicante, y en menor medida al abastecimiento.
Imbuidos de este espíritu de Requena, ambos presidentes autonómicos no escatimaron generalidades ante la audiencia. "Hemos venido a centrarnos en lo que nos puede unir como la Sanidad y la financiación -algo que se comprobó en un encuentro informal en Fitur hace unos meses-, y hablamos ahora por primera vez de agua, cualquier avance será histórico", ha indicado Mazón cuando se le ha preguntado, sin responder, si la próxima reunión entre ambos presidentes será para abordar esa materia.
El hombre más feliz del mundo
En un ambiente de pelillos a la mar tras las recientes declaraciones del presidente castellano-manchego donde amagaba con hacer cumplir las sentencias respecto al caudal ecológico, Mazón se centró en la importancia del encuentro cara a cara. "Me alegra mucho que compartamos los ejes fundamentales, que lo hagamos en persona los dos, sin medios de comunicación por el camino (sic). Si partimos de la base de que el agua es de todos y de que estamos dispuestos a hablar, hoy soy el hombre más feliz del mundo", ha indicado para añadir: "Estoy absolutamente de acuerdo en que el camino del diálogo es transitable aunque difícil, pero mi padre decía que si fuera fácil pondrían a cualquiera".
Reiterando de nuevo, que "hace falta un acuerdo nacional sobre el agua con rigor", la palabra que más repitió en su discurso de este miércoles, puso de nuevo como ejemplo un acuerdo que "parecía extremamente difícil y que se dio entre Valencia y Alicante para poner en marcha el trasvase Júcar-Vinalopó, y estamos haciendo ahora las obras del postrasvase".
La responsabilidad del Ministerio
Tras las sonrisas, sin embargo, llegó el turno de los peros. "Tenemos un ministerio que tiene su responsabilidad, la tiene que asumir con rigor y nosotros también hemos ido a los tribunales para pedirlo". Mazón señaló que este debate no se reduce a pedir más o menos hectómetros "es mucho más complejo. Necesitamos Gobierno de España y un ministerio que se pongan a coordinar", ha reivindicado.
El jefe del Consell ha especificado que lo importante es valorar en conjunto todos los recursos hídricos disponibles como la desalación, ciclo hídrico, acuíferos y trasvases y analizar qué y en qué porcentaje caben en una política nacional del agua en la que "no tengamos que estar esperando a ver si llueve o no llueve".
Para Mazón, “no se trata de más competencias o más soberanía, sino de construir España centrándonos en cómo y para qué vamos a mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos”. Para ello, ha abogado por “una coordinación entre comunidades en lugar de una competición”.
Los votos pesan más
Las declaraciones de Mazón, que esperaba que el tema diera de sí, han llegado después de que García-Page, tras un primer intento de no entrar al trapo del todo en en una rueda de prensa que al final ha derivado casi en debate, señalara que "el agua es un asunto muy complejo. Cuando hablamos de Sanidad sabemos cuáles son las competencias de unos y de otros".
El presidente castellanomanchego ha indicado que "como el agua es de todos es más difícil ponerse de acuerdo". Además, añadió que el mejor camino y más directo sería llegar a acuerdos y consensos, pero matizó que cuando no es así para eso "están los tribunales de justicia", recordando a todos nuevamente las sentencias que fijan caudales ecológicos para el Tajo.
"Hemos pleiteado mucho y hemos conseguido sentencias muy clarividentes". Pero ha añadido que "el recurso a la justicia debe ser el último" y que "hay espacio en España para un cierto consenso… lo que pasa a veces que en vez de hablar de metros cúbicos, se habla de votos y digamos que pesan más los votos que los metros cúbicos".
No falta para beber
García-Page ha remarcado que agua en "España para beber no falta. Y no va a faltar nunca en ningún sitio. La discusión está en los otros usos del agua". De cuál va primero, y cuál después y cómo se reparte, ha insistido. "Si nos pusimos de acuerdo en algo como la Constitución todo es susceptible de llegar a un acuerdo".
Quiso enfatizar que la cuestión del agua no es un debate ni de izquierdas ni de derechas, es "territorial", y aclaró: "Si lo hiciéramos entre las autonomías llegaríamos antes, pero un acuerdo que merezca realmente la pena tiene que ser predicable para toda España. No es un problema de Castilla-La Mancha con Murcia o Valencia, el problema es que las cosas que se decidan tienen que ser homologables en toda España, también en la España de agua. La estrategia tiene que ser nacional".
Si Castilla-La Mancha tuviera mar
"Es evidente que el agua es un recurso escaso y lo será mucho más en adelante. Cualquier gestión deberá estar alineada a lo que dice en la gestión de recursos naturales Europa. Cuando nació el trasvase durante la dictadura no existía el debate de la desalación y ese tiene que contribuir muchísimo a allanar el camino para un acuerdo. Si Castilla-La Mancha tuviera mar les aseguro sería el primero en pedir desalación porque es un recurso ilimitado". Para Page, y ahí es donde quería llegar en sus respuestas el presidente manchego, el "debate más espinoso que hay que abordar y eso estoy dispuesto a echar una mano a Murcia y Valencia es el del precio de la desalación. No de dónde sale el agua, si no cuánto vale y quien lo paga".
Mazón ha replicado a este último argumento: "No es tan simple como para explicarlo en un tuit, porque el problema de la desalación -a juicio de Mazón- también está en la calidad del agua y los usos que puede tener".
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