Cambiar el sofá por uno más confortable ahora que vemos más películas en casa. Incluir una cama abatible que permita liberar espacio como zona de juego para los niños. Reaprovechar ese rincón infrautilizado para ganar capacidad de almacenaje o integrar mesas y sillas ergonómicas que faciliten el teletrabajo. El covid-19 ha forzado la variación de hábitos y relaciones sociales, ha transformado las rutinas familiares y ha impulsado las posibilidades de trabajar en remoto. Con ello, el hogar se ha convertido en el mayor de los refugios en tiempos de dificultades epidemiológicas y las estancias reservadas hasta ahora a actividades ordinarias se están transformando para adaptarse a un estilo de vida más casero. Incorporar muebles polivalentes y funcionales así como elementos que aporten mayor comodidad, que permitan disfrutar del ocio y ser más productivos, se posiciona como una tendencia al alza que se ha ido extendiendo entre los consumidores en paralelo a la irrupción del coronavirus. La venta de mobiliario para cubrir las nuevas necesidades está contribuyendo a capear la crisis en un sector, el del mueble, que observa con cautela el futuro por el incierto panorama de la economía.

Comodidad. Los sofás y sillones son uno de los productos más vendidos por las compañías del sector ahora que se ha reducido la actividad social y se pasa más tiempo en casa. tony sevilla

Los sectores productivos de la provincia alicantina y la Comunidad Valenciana están sufriendo con especial virulencia las consecuencias de la inestabilidad derivada de la emergencia sanitaria del covid. Según el último informe de la Cámara de Comercio de Alicante, durante el segundo trimestre del año, la economía provincial registró una variación interanual del -28,7%, un descenso ocho puntos por encima de la media nacional que deja un escenario especialmente preocupante para el turismo, la hostelería y el comercio. La valoración a nivel autonómico de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) apunta igualmente a un impacto negativo más severo que a nivel estatal, con una contracción del PIB del 22,1% en tasa trimestral y del 25,6% en tasa anual. A pesar del contexto de crisis generalizada, la industria de fabricantes y distribuidores de mobiliario y productos para el hogar ha encontrado cierto balón de oxígeno en las pequeñas inversiones impulsadas por las economías familiares para adaptar su vivienda a la reconfiguración de espacios que, en muchos casos, precisan dar respuesta a una nueva esfera laboral, personal y familiar.

Ergonomía. Con el aumento del teletrabajo, algunas empresas han registrado aumentos de hasta el 50% en la venta de mesas y sillas funcionales para trabajar en remoto. juani ruz

«Si el mobiliario de exterior para terrazas y balcones vivió un boom hasta septiembre, el grueso de la demanda se centra ahora sobre todo en la renovación de los elementos que necesitaban un cambio y no se hacía, como por ejemplo sofás, sillas y colchones. También en la adquisición de muebles que cumplan las nuevas necesidades que han surgido, como mesas o sillas específicas donde teletrabajar», señala Kiko Torrent, presidente de la Federación de Empresarios de la Madera y el Mueble de la Comunidad (Fevama).

La situación global que experimenta hoy el sector del mueble, prosigue Torrent, no es mejor que la de hace un año, aunque destaca que no es de los más afectados por la enrevesada coyuntura actual. El cambio de preferencias entre los consumidores que ahora pasan más tiempo en casa ha contribuido a amortiguar la caída de ventas e incluso a incrementar el volumen de negocio en determinadas empresas. No obstante, el balance es desigual en función del enfoque de la producción y las ventas de cada firma. Los que peores indicativos presentan son los que tienen orientada la fabricación al canal del contract (hoteles, restaurantes, aeropuertos...) y, especialmente, los que mantienen su actividad en Sudamérica, cuya cartera «ha caído y mucho. Están al 60% de producción». En cambio, subraya el presidente de Fevama, «los que tenemos más diversificado el riesgo podríamos estar a un 75% o un 80% de nuestra capacidad», calcula por lo que percibe en el sector; una cifra que considera «destacable» teniendo en cuenta la inusitada situación que atraviesa la economía. «Somos moderadamente optimistas. No estamos en cifras de años anteriores, pero en junio y julio la tendencia ha sido buena, se recuperó un alto porcentaje de lo que se dejó de ingresar con el confinamiento y el mercado se está empezando a animar ahora otra vez. No estamos vendiendo más, pero sí mucho mejor de lo que imaginábamos. Lo importante es mantener esa velocidad de crucero, aunque existe miedo a que la crisis se agudice», añade.

Funcionalidad. Los compradores buscan muebles funcionales, como, por ejemplo, zapateros con apariencia de cómodas para dejar el calzado en la entrada de la vivienda. pilar cortés

Prevenidos ante confinamientos

La explicación que encuentra Torrent al hecho de que el sector haya visto amortiguada la caída de ingresos generalizada en el tejido productivo es que «el hogar se ha puesto en el lugar que siempre tendría que haber estado, se ha sacralizado y se ha convertido en nuestro búnker, el espacio donde compartimos ahora más tiempo de nuestra vida», subraya. «Ante posibles confinamientos intermitentes, la gente está invirtiendo en el hogar, tanto en elementos funcionales, como un colchón, sofás, sillas o mesas de trabajo, como en aspectos más relacionados con la estética , como las cortinas u otros elementos decorativos», prosigue. Son productos que, según destacan algunos fabricantes y distribuidores de la provincia, han experimentado crecimientos de venta en los últimos meses de hasta un 25%. Es el caso de la empresa Kuida-T, dedicada a la fabricación de colchones, almohadas y textiles de dormitorio en San Vicente del Raspeig. Su gerente, Francisco Manuel Molines, indica que el incremento de la demanda registrado en el último semestre viene motivado por el aumento de peticiones de stock desde espacios comerciales de la provincia y de la geografía nacional. «Antes una tienda te podía comprar diez colchones y hoy día te compra 40», resume. Molines apunta a dos causas que explican ese incremento: la búsqueda de un mayor confort en el hogar y la apuesta de los clientes por el comercio de proximidad y el producto «Made in Spain». El balance es parecido al de otra empresa del sector, Maxcolchon, que fabrica en València y mantiene 75 puntos de venta en España, entre ellos en Alicante. Fuentes de la compañía indican que el nivel de ventas se ha duplicado e incluso han tenido que reforzar la plantilla y aumentar la producción en horario nocturno para nutrir al mercado. «Los productos más demandados han sido, por un lado, los colchones, puesto que ahora las personas le están dando una mayor importancia a la salud y buscan cuidar también su descanso. Son muchos los que se han dado cuenta de las deficiencias que tenían en sus casas con el confinamiento. Por otro lado, los canapés, bases tapizadas y somieres, y también los cabeceros, ya que después de estar tanto tiempo en casa, ahora las personas se están preocupando más por cuidar su hogar y por cambiar y hacer que sus dormitorios sean más bonitos y prácticos», destacan desde la firma.

Preparados para el teletrabajo

El impulso del teletrabajo se ha traducido también en un estímulo para una parte del negocio de la firma Actiu, con sede en Castalla y puntera en el país en la fabricación de mobiliario de oficina. Soledat Berbegal, consejera y directora de Reputación de Marca, cifra en un 30% el incremento de ventas de sillas y mesas para diseñar espacios de trabajo exclusivamente en el hogar, un nicho de negocio hasta ahora menos desarrollado. En ese sentido, explica que están ideando soluciones globales para empresas que han apostado por el teletrabajo y financian la integración del mobiliario que precisan sus empleados para operar desde casa en condiciones óptimas. «Hablamos de invertir en salud, de utilizar elementos que tengan una ergonomía certificada. Se trata de cumplir todos los requisitos en materia de prevención de riesgos laborales», comenta. Son mesas y sillas que, afirma, garantizan la higiene postural, el movimiento correcto, la flexibilidad y la ergonomía. A diferencia del mobiliario más tradicional, para las mesas y sillas de trabajo diseñadas para las viviendas «el cliente busca colores más neutros,blancos o grises, también maderas y un estilo nórdico y minimalista», sostiene Berbegal. Hasta ahora, Actiu centraba su negocio en satisfacer la demanda de distribuidores y en el diseño de proyectos integrales para empresas o instituciones, sector este último que sufre una mayor parálisis por el bloqueo económico. En este momento, se encuentran ultimando un nuevo canal de venta directa en internet dirigido a usuarios particulares.

Rafael Sempere, propietario del negocio de venta de muebles La Oficina Moderna, en Cocentaina, confirma igualmente un incremento de ventas de mesas y, sobre todo, de sillas adecuadas para el teletrabajo. «Hay bastante interés de compra y podemos hablar de un aumento de hasta el 50%». Puntualiza, eso sí, que el volumen global de negocio ha decrecido debido a que se han paralizado los principales proyectos para ampliar o reformar grandes espacios de oficinas, si bien reconoce que el aumento de empleados que operan ahora en remoto y la necesidad de contar con mobiliario apropiado ayuda a cuadrar un mejor balance. «Hay gente que ha estado trabajando en la mesa y con la silla del comedor y, como estamos concienciados de que esta situación va para largo, han decido hacer esa inversión».

Descanso. La producción y venta de colchones y camas es uno de los segmentos que más ha crecido desde el confinamiento, con productos que siguen siendo los más demandados. juani ruz

También distribuidores de muebles como Pepe Blasco, al frente de La Vila Muebles, con establecimiento en el municipio de Dolores, ha experimentado un crecimiento que cifra en torno al 20% este ejercicio. «Aquí lo hemos notado doblemente. Primero porque la Vega Baja sufrió hace un año la DANA y hubo clientes que necesitaron renovar el mobiliario de sus viviendas. Con el covid, sobre todo, se está buscando más comodidad con la renovación de sofás y colchones. También venta de sillas y escritorios para trabajar y estudiar en casa y con estilos sencillos que se integran en cualquier espacio». La estética sigue siendo importante a la hora de elegir, pero la funcionalidad parece hacer ganado peso. Colores blancos, maderas nobles o chapas que imitan materiales naturales son tendencia, aunque, subraya Blasco, el mueble más tradicional sigue teniendo su público.

A pocos kilómetros, en el término de Orihuela, Germán Bailén dirige una empresa de fabricación de mesas y sillas de cocina y comedor. El gerente asegura que, desde el confinamiento y hasta la semana pasada, han estado desbordados por la elevada demanda que ha coincidido, además, con la fabricación de productos de su nuevo catálogo. «Un sector del mercado demanda ahora mobiliario de mayor calidad, mesas grandes con bases de piedra y también muchos taburetes de cocina», indica. Aunque todavía no se puede cifrar la evolución de ventas experimentada desde el confinamiento, aseguran desde la mercantil que, en todo caso, los números han sido positivos.

Tapicería y mobiliario de descanso han sido también los artículos más demandados en los últimos meses en Muebles Gisbert, en Alcoy. «No ha habido nunca una demanda así. Ni fabricantes ni tiendas ni logística estaban preparados para ello tras el confinamiento», señalan desde la empresa. Ahora el mercado se ha estabilizado, aunque los precios en productos que utilizan espumas de poliuretano han experimentando un incremento debido a que los fabricantes han subido precios en torno al 20%». Aún así, las ventas fluyen gracias en buena parte a la reinvención de los hogares por el covid.

Iluminación y elementos decorativos

Lámparas para realzar los puntos de iluminación de la vivienda, flores y plantas que alegren la cocina o el comedor, mesas auxiliares, cuadros, espejos... Los elementos decorativos para el hogar también han experimentado un crecimiento de ventas desde que acabó el confinamiento. En comercios como Cherie Maison, ubicado en el centro de Alicante, uno de los artículos más demandados por los clientes han sido los muebles zapateros que estéticamente adoptan la apariencia de cómodas y se pueden disponer en cualquier parte de casa. Las recomendaciones para evitar contagios de covid subrayan que es importante no caminar por la vivienda con el calzado que se utiliza en la calle. La posibilidad de colocar mobiliario de este tipo, por ejemplo junto a la puerta de entrada para poder descalzarse en el acceso, es algo que ha impulsado las ventas del citado establecimiento administrado por Marta Manonelles. «Seguimos teniendo una demanda sostenida similar a la del inicio de la pandemia», afirman desde este comercio alicantino.