La provincia lidera un boom solar en la Comunidad en plena fase de expansión

La provincia de Alicante es uno de los ejes del boom fotovoltaico que vive España. El Alto, Medio y Baix Vinalopó, L'Alacantí, la Vega Baja y la Foia de Castalla se sitúan como los motores de esta energía renovable en la Comunidad Valenciana.

Alicante lidera el número de proyectos autorizados, después de que en los últimos meses la Generalitat haya acelerado y desbloqueado una veintena de proyectos, aunque el desarrollo de esta energía verde sigue muy por debajo de las previsiones debido al atasco que existía en el Consell, que poco a poco se está aliviando.

Su punta de lanza se ubica en Xixona, donde se ubica la mayor planta solar de la autonomía en funcionamiento. Está a punto de conectar su segunda fase y tiene otros dos proyectos en tramitación en Xixona.

Y es que la Comunidad Valenciana es una de las más irradiadas de España, siendo la provincia de Alicante la que más horas de sol disfruta, con alrededor de 3.400 anuales, de ahí esa fiebre solar en el interior de la demarcación.

Villena, EldaMonforte del CidAgost, Xixona o Mutxamel son algunos de los municipios donde se concentran los proyectos, algunos de los cuales han generado rechazo social por su impacto ambiental o acumulación de efectos sobre el medio rural.

Según los últimos datos facilitados por la Generalitat en abril, en la provincia hay autorizadas ya 25 nuevas plantas -hay 5 operando-, que suman 243 MW, frente a las 17 de Valencia -6 en funcionamiento-, aunque con una potencia ligeramente superior, 269 MW, en esta última provincia. Y el Gobierno central, que es el competente para autorizar plantas de más de 50 MW, tramita en Alicante otra veintena de proyectos de mayor envergadura.

Estos complejos solares viven por y para el astro rey, pero están preparados para hacer frente a cualquier inclemencia climatológica. La CSF Turroneros de Xixona cuenta con una potencia de 35 MW, siendo capaz de abastecer a 17.500 viviendas. Y aguarda a la autorización de la Generalitat para poner en funcionamiento su ampliación, que lleva terminada desde hace 10 meses y que elevará su potencia hasta los 50 MW. También sufre el atasco administrativo que ha generado la avalancha de proyectos.

INFORMACIÓN ha visitado estas instalaciones, ubicadas en torno a la carretera que une Xixona con Busot. La actividad allí depende del sol, pero está pendiente de otros fenómenos. Viento, granizo, rayos, calima o calor excesivo son enemigos declarados de este tipo de instalaciones, por lo que están preparadas para prever su llegada con todo tipo de sensores y hacerlos frente… en la medida de lo posible. 

Un rebaño de ovejas

Estas instalaciones, pese a una avanzada tecnología que no para de mejorar, no dejan de tener un funcionamiento simple: captar los rayos del sol. Y tampoco olvidan soluciones de toda la vida, ya que por ejemplo un rebaño de 50 ovejas se encarga de mantener libre de malas hierbas la planta de Xixona.

Y no solo porque es una solución sostenible al no gastar combustible ni usar herbicidas y contribuir al mantenimiento de esta forma de vida, sino que es también la solución más económica para la planta. Así lo explica José Enrique Pardo, Jefe de Desarrollo Comercial en España de X-Elio, la multinacional que ha levantado este complejo.

Así, se protegen zonas sensibles para que no se acerquen allí las ovejas, y su actividad permite un mantenimiento sostenible de las fincas. Eso sí, se trata de ovejas, ya que las cabras podrían querer subirse a las placas, y no sería una buena idea, explica Giovanni Ramírez, de la empresa Eiffage, que gestiona la instalación de la multinacional X-Elio.

La jornada en esta instalación fotovoltaica arranca con el amanecer. Sus 99.480 módulos fotovoltaicos de 350 Wp cada uno están orientados hacia el este para recibir los primeros rayos del sol, y se van moviendo centímetro a centímetro para seguir al astro rey, y que la eficiencia de los paneles sea la máxima.

La instalación tiene capacidad para generar casi 35 MW, y cuando INFORMACIÓN realiza la visita a estas instalaciones de la multinacional X-Elio su eficiencia está cerca del máximo, a 28 MW.

Modo defensivo

La instalación cuenta con 7 anemómetros y un anemómetro ultrasónico, para controlar en todo momento y en toda la planta la fuerza del viento, un enemigo muy temido para las placas. Así, si se superan los 13,5 metros por segundo, que equivale a unos 50 kilómetros por hora, los módulos se colocan en “modo defensivo”, de forma que se orientan con una determinada inclinación para evitar posibles daños.

Estos anemómetros y el resto de estaciones meteorológicas y sensores controlan la dirección y velocidad del viento, la temperatura del aire, la radiación, la temperatura de los módulos solares y su suciedad de los paneles. 

Para otras inclemencias tienen sistemas similares. En caso de nieve hay un modo para mover las placas para que caiga la nieve y no haya un problema de sobrepeso. Y para granizo pueden colocarse de forma más vertical para limitar su incidencia.

Del mismo modo, pese a que el sol es su fuente de energía, el calor excesivo también afecta a su eficiencia.

Limpieza de los paneles

En cuanto a la lluvia y limpieza de los paneles, pese a lo que se pueda pensar, no se suelen limpiar. Igual en el último año lo han hecho una vez, explican desde este complejo. Por las noches se suelen dejar en posición horizontal, pero si hay posibilidad de que llueva, se quedan con una inclinación de unos 35 grados para aprovechar el agua para su limpieza, siempre que no se esperen que sean torrenciales, explican desde X-Elio.  

Y si no hay lluvias y los sensores alertan de excesiva suciedad que afecta a la eficiencia de la instalación, entonces entra en juego un tractor equipado con un rodillo que emplea entre 10.000 y 15.000 litros en dejar relucientes los módulos para que puedan captar todos los rayos del sol. Así, uno de los grandes enemigos es cada vez más la calima, que deja arena en las placas y afecta a la eficacia de la instalación.

CSF Turroneros ocupa 66 hectáreas en torno a la CV-774 que une Xixona con Busot, y cuenta con un sistema de videovigilancia para garantizar la seguridad de las instalaciones. Precisamente junto a una de sus parcelas se hallaron los cadáveres de un matrimonio alemán hace unas semanas, en lo que todo apunta fue un suicidio pactado. 

La naturaleza se abre camino

Pero al margen de este hecho, la vida transcurre con normalidad. Y se abre camino. Giovanni Ramírez explica que este tipo de complejos "no acaban con la fauna". “A través de las cámaras podemos ver dentro de la planta zorros, conejos, las aves hacen nidos en la planta… se sienten más seguros dentro, aumentando así la diversidad y sostenibilidad”. Una opinión que no comparten ecologistas, que alerta de su impacto en la fauna y flora.

El vallado de la planta es cinegético, por lo que tiene aperturas de tamaño suficiente para el paso de animales pequeños como zorros o conejos. Y también cuentan con señales para evitar que la avifauna choque con los cercados. 

Baterías en los campos de generación

Desde X-Elio han recordado el gran retraso que lleva la Comunidad Valenciana en el desarrollo de las energías renovables, señalando además que están empezando a trabajar en la posibilidad de instalar baterías en las plantas solares, para así poder almacenar la energía para poder inyectarla a la red cuando sea necesario, lo cual supondría un salto importante en este tipo de instalaciones.

Atasco

En los últimos meses el Consell ha desbloqueado en Alicante 18 plantas solares con capacidad de suministro para 76.500 hogares. Desde 2018, en el caso de la provincia de Alicante, solo se habían tramitado 74 plantas, pero desde octubre la Generalitat ha apretado el acelerador para desatascar esta situación.

Así, la Asociación Valenciana de Empresas del Sector de la Energía (Avaesen), ha publicado recientemente el "Informe de Situación de las Energías Renovables en la Comunitat Valenciana", que revela que, al ritmo actual, la autonomía necesitaría 150 años para alcanzar los objetivos de instalación renovable fijados para 2030.

Pese a que Turroneros inició sus obras en 2019 y entró en funcionamiento en 2021, sigue siendo tres años después la más grande de la Comunidad, aunque hay otros muchos proyectos que superan de largo su actual potencia, de 35 MW.