Memoria de la tragedia obrera de Ibi

La explosión de la fábrica Mirafé de Ibi centra un capítulo de la segunda parte del volumen «Rutas de la memoria obrera», editado por CCOO-PV. La monografía repasa los diferentes factores que dieron pie a que se produjera esta catástrofe que dejó 33 muertos y 25 heridos y señala a sus responsables, quienes quedaron absolutamente impunes.

Memoria de una tragedia obrera que nunca debió pasar en Ibi

Juani Ruz

La trágica explosión de la fábrica de componentes pirotécnicos para juguetes Mirafé de Ibi, que segó la vida de 33 personas y dejó heridas a otras 25 el 16 de agosto de 1968, viene siendo recientemente objeto de recuerdo y de estudio, después de cuatro décadas de silencio casi absoluto. En los últimos lustros se ha escrito bastante sobre esta catástrofe, pero ahora, 56 años después de los hechos, una nueva monografía pone el foco de manera muy concreta en los motivos que los desencadenaron. La villa juguetera y el momento más luctuoso de su fulgurante desarrollo industrial y demográfico protagonizan un capítulo de la segunda parte de "Rutas de la memoria obrera", el volumen editado por Comisiones Obreras del País Valenciano (CCOO-PV) que rememora momentos clave en la lucha por los derechos laborales durante los años finales del franquismo y en la transición a la democracia.

Coescrita por los sociólogos Pere Beneyto y Raúl Payá y el historiador José Ramón Valero, la obra hace un análisis detallado de las circunstancias de Ibi en ese momento, y también un repaso a la historia de la fábrica Mirafé. Y es ahí cuando saltan las alarmas: se trataba de una industria altamente peligrosa en la que trabajaban mujeres muy jóvenes, incluyendo embarazadas, y niños. Y en general, personas sin ningún tipo de formación que acababan de llegar a Ibi y trataban de ganarse la vida, vulnerables por su situación socioeconómica. Todo el mundo lo sabía, como sabía que la fábrica funcionaba desde hacía años sin permiso para esa actividad, y nadie hizo nada.

Presentación del libro en Ibi. De izquierda a derecha, José Ramón Valero, historiador y coautor; Manuela Pascual, secretaria de Formación Sindical y para el Empleo de CCOO PV; Pere Beneyto, sociólogo y coautor; Sergio Carrasco, alcalde de Ibi; María José Martínez, archivera municipal, y Vicent Garcia, alcalde entre 1983 y 2003.

Presentación del libro en Ibi. De izquierda a derecha, José Ramón Valero, historiador y coautor; Manuela Pascual, secretaria de Formación Sindical y para el Empleo de CCOO PV; Pere Beneyto, sociólogo y coautor; Sergio Carrasco, alcalde de Ibi; María José Martínez, archivera municipal, y Vicent Garcia, alcalde entre 1983 y 2003. / Juani Ruz

Beneyto señala, en este sentido, que el capítulo "intenta aportar una nueva mirada" sobre la catástrofe de Mirafé y "fijar responsabilidades" de lo ocurrido, en las autoridades civiles, los estamentos policiales y la administración de la época. Para ello "aportamos documentos que arrojan luz sobre las graves irregularidades que envuelven este caso". "No fue un lamentable accidente", recalca, sino una tragedia "con unos culpables institucionales" y unas víctimas claras, que además fueron silenciadas, obligadas a ceder su representación legal al Sindicato Vertical. Se les despachó rápidamente con indemnizaciones que resultaban irrisorias incluso para la época.

El libro entra también en otro tema que, como admite el coautor, "aún es sensible, pero que es bueno analizar en su contexto". Se refiere a la suspensión de las Fiestas de Moros y Cristianos, que se iban a celebrar tres semanas después. El Ayuntamiento en un primer momento se negó, pero acabó cediendo tras las críticas del párroco, Federico García Moreno. Beneyto destaca la figura del sacerdote como "el salvador del honor del pueblo", el que dijo que "la Virgen lloraba por los más desamparados".