La sequía deja en mínimos históricos el agua en los pantanos del Amadorio y La Pedrera en Alicante

Los embalses de la provincia de Alicante están entre los que menos caudal tienen en España en estos momentos. La infraestructura de la Marina Baixa está al 31 % de su capacidad mientras que la de la Vega Baja está al 24 %

J. A. Martínez

J. A. Martínez

Situación crítica en los pantanos que se encuentran bajo mínimos. Mientras el Ministerio de Transición Ecológica alertaba este martes de que el estado de las reservas se situaban en España por debajo del 40% (al 38,8%), en dos pantanos de la provincia de Alicante estaban muy por debajo incluso de esta media. Mientras que en el pantano del Amadorio en la Marina Baixa , el estado de las reservas se encontraba al 31,25% con cinco hectómetros cúbicos embalsados; en La Pedrera de Orihuela, la situación también era crítica con reservas al 23,58% de su capacidad, con un total de 58 hectómetros cúbicos embalsados. La falta de lluvias y la situación de extrema sequía están causando que el agua almacenada esté desciendo a gran velocidad en las reservas tanto de la cuenca del Júcar como en la del Segura. Aunque los agricultores vinculaban también el descenso de las reservas en La Pedrera a los recortes en el trasvase Tajo-Segura.

Para el Gobierno, la situación de los pantanos es consecuencia directa de la falta de lluvias y la situación de sequía. "La reserva hídrica española está al 38,8 por ciento de su capacidad total. Los embalses almacenan actualmente 21.750 hectómetros cúbicos de agua, disminuye en la última semana en 629 hectómetros cúbicos (el 1,1 por ciento de la capacidad total actual de los embalses)". La situación más crítica estaba en los embalses de las cuencas andaluzas. 

En la provincia, la falta de recursos hídricos se dejaba ver en los pantanos de la cuenca del Segura que se encuentran al 28% de su capacidad. Si el año pasado contaban con unas reservas de 437 hectómetros cúbicos y la media de los diez últimos años ha sido de 449 hectometros, en la actualidad en de los pantanos de la cuenca las reservas son de 319 hectómetros. El pantano de La Pedrera ha perdido un hectómetro durante la última semana y en estos momentos cuenta con veinte hectómetros cúbicos embalsados menos que en estas fechas el año anterior; mientras que la media en la última década ha sido de 94 hectómetros, cifra que indica que se encuentra mínimos históricos de reservas. En esta misma cuenca, el pantano de Crevillent está al 69,23% con nueve hectómetros envasados.

La situación es diferente en los pantanos de la cuenca del Júcar, que se encuentran al 49,33% de su capacidad con 1.404 hectómetros embalsados y que el año pasado contaban con 200 hectómetros más. Pero en esta cuenca, la nota discordante la pone el pantano del Amadorio en la Marina Baixa, que se encuentra al 31.25% de su capacidad, con unas reservas que llegan a los cinco hectómetros cúbicos, la mitad de los que tenía hace un año. Sin embargo, otros pantanos como el de Guadalest están al 69,23% con nueve hectómetros de reservas, y el de Beniarrés esrtá al 51,85% con 14 hectómetros.

Valoración de agricultores y regantes

El portavoz de los regantes del Tajo-Segura, Ángel Urbina, ha lamentado la falta de inversión de infraestructuras desde hace años. En este sentido, señaló que la provincia ha venido padeciendo sequías de manera periódica, una de ellas entre el 1991 y 1996 que hizo que se planteara el Plan Hidrológico para tratar de dar una solución a la falta de recursos. Según explicó, "ha habido otras sequías y de alguna manera es un aviso de la naturaleza para que se haga lo que tiene que hacerse, porque la sequía hay que combatirla cuando llueve. Y el problema es que no se ha hecho nada de infraestructuras en décadas para almacenar agua. No se ha hecho un planteamiento hídrico en España en los últimos 35 años. Y en todo este tiempo todo ha cambiado, ni se cuenta con la misma población, ni se cuenta con los mismos visitantes, han crecido. Y sin embargo seguimos con las mismas infraestructuras. En este sentido abogó por una mejor planificación de los recursos, con mayores interconexiones entre las diferentes infraestructuras". "Con menos agua que nadie, en esta provincia estamos bebiendo y regando regular", dijo.

Por su parte, el presidente de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) José Vicente Andreu, el responsable de la situacion en el pantano de La Pedrera no es la sequía, sino los recortes en el trasvase Tajo-Segura. "Este pantano no es para almacenar agua de lluvia sino los recursos que llegan del trasvase", señaló y acusó a la ministra Teresa Rivera de haber decidido discrecionalmente el recorte de los recursos que llegan del trasvase a 15 hectómetros cúbicos, en lugar de los veinte que recomendaban los técnicos. "Se han ido recortando cinco hectómetros por mes y ésa es exactamente la diferencia de treinta hectómetros respecto a lo que había almacenado el año pasado", ha subrayado. "Corremos el riesgo de que cuando llegue el mes de septiembre nos pongamos a niveles terroríficos", ha alertado.

Pérdidas en el campo

Para Andreu, "puede haber pérdidas importantísimas para los agricultores y también para la sociedad, porque si hay una reducción en la oferta de fruta y hortalizas para este invierno, estas serán más caras", ha señalado preocupado por la producción agrícola el especialista. En relación a la cosecha de limón y naranja, el responsable de la asociación ha manifestado que "necesita mucha agua", pero cuando llegue octubre no sabe "si se va a poder seguir manteniendo el nivel de riego", lo que desencadenaría "una situación muy complicada" que afectaría a la producción de zumo.

Asimismo, la falta de recursos para regar puede hacer que la temporada de cítricos, que tradicionalmente comienza en el mes de octubre, se retrase hasta noviembre o incluso hasta diciembre si la crisis se alarga. Entre las causas que han llevado a esta circunstancia Andreu ha destacado el daño que han ocasionado "las decisiones políticas" y la falta de un pacto del agua a nivel nacional.

"Entre el cambio climático y las decisiones políticas que se están adoptando para reducirlo, -estas decisiones- están siendo peores que los propios efectos", ha criticado Andreu.

"Si no hay una solidaridad y un plan a nivel estatal, la situación del sector agrario en España va a ser muy complicada para los próximos años", ha concluido el presidente de la asociación agricultora alicantina.