Un examen de historia muy militar y unas Matemáticas para llorar en Alicante

Las Pruebas de Acceso a la Universidad generan una sensación agridulce a los estudiantes en su segundo asalto

Historia, Filosofía y Matemáticas II fueron las asignaturas protagonistas de una intensa cita que no dejó indiferentes ni a profesores ni a alumnos.

Alumnas a la salida de una prueba de Selectividad en la Universidad de Alicante

Alumnas a la salida de una prueba de Selectividad en la Universidad de Alicante / Jose Navarro

A. Fajardo

A. Fajardo

Un examen muy militar en Historia y una prueba de Matemáticas para echarse a llorar. Así se puede resumir la segunda de las tres jornadas de Selectividad donde se la juegan más de 8.000 estudiantes de la provincia de Alicante desde este martes. Un segundo asalto que dejó sensaciones agridulces a unos jóvenes que, en líneas generales, acabaron satisfechos tras enfrentarse a preguntas de la Guerra Civil Española y de las guerras carlistas, frente a las lágrimas que se desataron entre muchos otros aspirantes por las duras ecuaciones lineales, matrices y funciones que salieron en Matemáticas II, las que cursan los estudiantes de Bachillerato de la rama de Ciencias Naturales y Tecnología.

Eso sí, como advierten los profesores «una cosa son las primeras impresiones y luego la realidad». Y un ejemplo de ello es lo que ha ocurrido en la primera prueba de fuego de la EBAU de este año. La mayoría del alumnado salió celebrando lo bien que le había salido el examen por el artículo de inteligencia artificial como protagonista, y al repasar después las respuestas con los docentes se dieron cuenta de que habían caído en muchas «trampas».

Elegir la temática propuesta del siglo XIX o del siglo XX fue el primer dilema que tuvieron los aspirantes a estudiar una carrera universitaria que se examinaron de Historia donde salió un fragmento de la carta-manifiesto al Infante don Alfonso de Carlos de Borbón y Austria-Este, fechado en París el 30 de junio de 1869; el manifiesto del príncipe Alfonso de Borbón del 1 de diciembre de 1874; el discurso de Dolores Ibárruri del 8 de septiembre de 1936 en París o el de Manuel Azaña en la Universidad de Valencia, fechado el 18 de julio de 1937. 

Con la que está cayendo en Europa y Oriente Medio, los docentes se quedaron sorprendidos por el «exceso de guerras» en la prueba y por la dificultad de algunas preguntas «pensadas para ser contestadas por especialistas», señalaron. Y es que entre otras cosas, se pidió una definición de «legitimismo» o una explicación de los sucesos de las guerras carlistas, de las distintas corrientes de oposición política y social a la monarquía constitucional de Amadeo de Saboya y la I República o del papel jugado por el militarismo en la historia reciente de España (desde 1930 a 1981). 

«Se han pasado este año, el pasado fue más sencillo y con preguntas más directas», apuntaron otros docentes.

Estudiantes en Selectividad, en la UMH

Estudiantes en Selectividad, en la UMH / Áxel Álvarez

"Platón, un regalo" en Filosofía

Pese al temor inicial del profesorado que aguardaba al final de la prueba en los pasillos de la Universidad de Alicante, la fotografía final que dejaron los estudiantes, tras los noventa minutos de examen, fue de sonrisas y de abrazos. «La guerra civil es un clásico que siempre sale», comentaron muchos. Otros negaron que las preguntas fueran complicadas: «es cierto que siempre hay unas imposibles de contestar, pero como hay varias opciones... ha sido asequible», aplaudieron otros.

De «regalo» llegaron a calificar los estudiantes que decidieron optar por hacer Filosofía, en lugar de Historia, en esta Selectividad. La opción de elegir entre una y otra o examinarse de ambas era una de las novedades de este año. Y Platón no defraudó a los jóvenes. Volvió a salir con su obra de La República, así como Ética a Nicómaco, de Aristóteles; Crítica de la Razón Pura, de Kant y Crepúsculo de los ídolos, de Nietzsche. 

«Las opciones de aprobar en Filosofía son mayores porque hay menos que estudiar si apostamos por autores que siempre salen en el examen», admitía una joven.

Otra alumna, una de las primeras en acabar la prueba se mostraba orgullosa: «me he arriesgado y he elegido a Kant, soy más de razonar y menos de empollar, por eso no he hecho Historia».

Esa sensación generalizada de alivio a mitad de la mañana se torcía al mediodía entre los alumnos que tuvieron que lidiar con el test de Matemáticas II. «Nunca he visto llorar a tanta gente tras un examen», aseguró un alumno en Alicante.

El malestar fue compartido también por muchos profesores. «El sabor de boca que ha dejado la prueba no es bueno. Igual luego no es tanto como creen», admitieron desde un instituto de Elche. Otro docente coincidió en lo mismo: «El examen de Mates no me ha parecido fácil». Tras ese duro trago, la Selectividad llega hoy a su fin con inglés y Matemáticas Aplicadas como protagonistas.

Suscríbete para seguir leyendo