El ladrillo en Alicante: un «dúplex» que parece un sótano y una azotea por 25.000 euros

Un dúplex por 45.000 euros o un solar urbano de 15 metros cuadrados por tan solo 25.000... Podrían parecer grandes oportunidades dada la situación actual de la vivienda en Alicante, pero esconden una «trampa» inesperada: el dúplex es, en realidad, un sótano y lo que se anuncia como un solar es más bien una azotea que, además, no puede disfrutarse, sino que se vende para instalar placas solares.

Entre las ofertas que se publican cada día en los principales portales de venta se incluye también, por ejemplo, un supuesto «dúplex» con la cocina y el dormitorio en un sótano. También un apartamento de 40 metros cuadrados donde la nevera, los fogones, la lavadora y la ducha comparten espacio; además de que la «pared» del dormitorio es, en realidad, una cortina.

Pero no solo destacan los anuncios de pequeñas propiedades, también en apartamentos de varios dormitorios y hasta de chalets. Es el caso de una vivienda unifamiliar a espaldas del Hospital de Sant Joan. El inmueble ha sido dividido en dos apartamentos contiguos que, según los propietarios, pueden alquilarse a 650 euros cada uno como larga temporada y a 90 euros la noche en temporada alta vacacional. Sin embargo, el anuncio advierte de que los bancos «no dan hipoteca», sin aclarar si existe alguna irregularidad urbanística en la construcción. Quien se decida a comprar esta propiedad deberá disponer del importe completo por adelantado.

En cuanto a los apartamentos residenciales, los precios continúan disparados, aunque es posible encontrar algunas oportunidades, generalmente con algún detalle a tener en cuenta. Es el caso de una vivienda de dos dormitorios en el complejo vacacional Alicante Hills, en la entrada sur de la ciudad. La vivienda, que se encuentra en buen estado de conservación, no supera los 140.000 euros de precio de venta. No obstante, la publicación advierte de que «no es posible empadronarse», ya que el piso debe destinarse al uso turístico.

Son solo algunos ejemplos de cómo la situación actual del mercado inmobiliario en la provincia, donde sigue aumentando la demanda y el metro cuadrado está en máximos históricos desde hace seis meses, ha motivado que se pongan a la venta todo tipo de propiedades en las que se busca rentabilizar hasta el último centímetro disponible, en ocasiones, ignorando normativas urbanísticas y requisitos de habitabilidad.

Así lo considera el agente inmobiliario Jorge Moncada, quien advierte de que estas prácticas son cada vez más habituales en la capital de la provincia: «Hay un cliente para prácticamente cualquier inmueble», señala, por lo que «lo que para unos es impensable, para otros es justo lo que van buscando».

En muchos casos, reconoce, este tipo de propiedades duran pocos días a la venta: «Cuando una casa se vende, por ejemplo, a 60.000 euros, no la compra un cliente que solo disponga de 60.000 euros, sino que suelen acabar en manos de inversores, profesionales o particulares, que pretenden invertir cierta cantidad en la reforma posterior». La finalidad, señala Moncada, es «o bien revender el inmueble rápidamente para obtener rentabilidad a corto plazo o, por otro lado, dedicarlo al alquiler vacacional, que en Alicante atraviesa un gran momento».

Sobre si este tipo de productos son una consecuencia del aumento de viviendas turísticas, el agente inmobiliario señala que «No se puede obligar a la gente a alquilar su casa como larga temporada si gana más dinero con los turistas, pero obviamente influye en la oferta y la demanda». La solución, argumenta, debe partir de las instituciones: «Si hay un problema con la vivienda, no se puede pedir a los particulares que lo solucionen ellos, tendrá que ser cosa de la Administración».

Los precios aún siguen subiendo

Desde noviembre de 2023, cuando el precio por metro cuadrado se situó en 1.987 euros por metro cuadrado, el importe de la vivienda en la capital de la provincia ha continuado creciendo mes a mes, superando de forma consecutiva el récord absoluto durante los últimos siente meses. Comprar un inmueble en Alicante ya cuesta más de 2.095 euros de media por metro cuadrado.

Un chalet por 164.000 euros... al contado

Una propiedad dividida en dos apartamentos contiguos. Más de 200 metros cuadrados, un total de cuatro habitaciones, una pequeña parcela con sillones de exterior, jacuzzi... Por 164.000 euros, pese a estar a pocos minutos del PAU 5.

Eso sí, aunque el precio se sitúa muy por debajo de la media en la zona, el anuncio advierte de que los bancos «no dan hipoteca», sin aclarar por qué ni detallar ninguna irregularidad urbanística. Por lo que se trata de una propiedad para alguien que pueda disponer de esa cantidad.

Cocina, lavadora y ducha todo en uno

En Ciudad Elegida se oferta un compacto «loft» con todo lo necesario para vivir. Cocina, lavadora, ducha... eso sí, todo junto, para aprovechar más el espacio disponible de menos de 40 metros cuadrados, según la publicación. El inmueble cuenta con una amplia cristalera, debido a que en origen era un bajo comercial, e incluso ofrece un espacio de almacenaje para guardar una motocicleta, justo al lado de la cama. Para garantizar la privacidad, el dormitorio dispone de cortina. Todo por menos de 50.000 euros.

Una azotea, pero poco disfrutable

Un llamativo anuncio inmobiliario en internet. «Gran oportunidad», recoge la publicación. Según los datos, se trata de un «solar urbano» por solo 25.000 euros.

Sin embargo, cuando se accede a más información las circunstancias cambian: no se trata de un solar, sino de una azotea en un edificio particular que se ofrece como un espacio «interesante para inversores» debido a que ya cuenta con la autorización necesaria para la instalación de placas fotovoltaicas en ella.

Un «dúplex» que más bien parece un sótano

También se vende un «dúplex» en el barrio de Carolinas Altas por casi 60.000 euros. En este caso, la entrada a la vivienda se realiza por la planta baja, donde únicamente dispone de iluminación en la fachada.

Después, aunque el texto advierte de que es una propiedad interior, lo que sorprende es que la segunda planta de este dúplex es en realidad un sótano, donde se encuentra tanto el dormitorio como la cocina (que en vez de campana tiene un tubo) y una zona con una mesa y varias sillas.