El ruido del tráfico afecta a 91 centros docentes y 53 recintos sanitarios

El número de personas expuestas a las consecuencias de una intensa circulación viaria asciende a más de 165.000 en toda la provincia, con áreas de especial sensibilidad como el entorno de la A-31 y la N-332

Trazado de la autovía A-31 junto al casco urbano de Monforte del Cid, uno de los municipios que sufre más molestias por el ruido del tráfico.

Trazado de la autovía A-31 junto al casco urbano de Monforte del Cid, uno de los municipios que sufre más molestias por el ruido del tráfico. / Áxel Álvarez

El ruido generado por el tráfico condiciona la actividad de 91 centros docentes y otros 53 recintos sanitarios de la provincia de Alicante. Así se refleja en los estudios realizados tanto por la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio como por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible con el objetivo de analizar el impacto de la circulación en sus respectivas redes de carreteras. Esto se suma a las cerca de 45.000 viviendas situadas en el entorno de estas vías, y cuyos moradores sufren también las mismas consecuencias.

Hace apenas un mes, la Conselleria dio a conocer la cuarta fase de los Planes de Acción contra el Ruido de su red de carreteras, y ahora lo ha hecho el Ministerio. Este segundo proyecto se encuentra en fase de exposición pública, trámite que finalizará en pocos días para el primero. En el caso de las infraestructuras del Estado, la población expuesta al tráfico es menor en términos generales que en las vías de la Generalitat, pero hay más personas que sufren ruidos intensos. En conjunto, cerca de 44.600 ciudadanos viven junto a una autovía o carretera nacional, lo que eleva a unas 165.000 las personas que conviven con el tráfico de las carreteras cercanas.

Ahora bien, si los individuos expuestos a ruidos por encima de 65 decibelios generados en las carreteras de la Generalitat eran unos 5.400, como publicó este periódico hace algunas semanas, los que padecen ruidos de intensidad fuerte o moderada debido a la circulación en las vías de titularidad estatal son más de 7.000. En términos generales, autovías y carreteras nacionales discurren algo más alejadas de las poblaciones, pero cuando afectan a alguna lo hacen de manera más intensa.

Circulación intensa en la A-70, otra de las vías estudiadas.

Circulación intensa en la A-70, otra de las vías estudiadas. / Jose Navarro

El tráfico de las carreteras del Estado en la provincia perturba la actividad de 68 centros escolares y 33 de tipo sanitario, mientras que en la red viaria de la Generalitat son otros 23 y 20, respectivamente. Hay zonas especialmente sensibles, en las que la vía de comunicación discurre por un entorno muy urbanizado, y donde el problema de la afección a viviendas y equipamientos se da con más frecuencia. El ejemplo más palmario de ello es la A-31. La autovía que comunica la provincia con Albacete y Madrid no solo sobresale por su elevado tráfico y sus deficiencias, sino también por su impacto.

Junto a zonas habitadas

El tráfico de la A-31 a lo largo de su recorrido por la provincia genera ruidos superiores a 55 decibelios que afectan a más de 10.000 viviendas y 22.400 personas, así como a 35 centros de enseñanza y otros 16 de salud. Una de las localidades más afectadas por esta situación es Villena, donde la autovía incluso sobrevuela algún punto del casco urbano. Problemáticas similares se dan en Petrer y Monforte del Cid, y en menor medida en Sax, Elda, Novelda y Alicante.

Situaciones de este tipo se registran junto a la N-332 a su paso por el sur de la provincia, en municipios como Pilar de la Horadada, Orihuela (su zona costera), Torrevieja, Guardamar del Segura y Santa Pola. En conjunto, más de 4.600 personas soportan ruidos intensos debido al tráfico, 1.900 de ellas por encima de los 60 decibelios y 600 de más de 65. En total son ocho los centros docentes afectados, y seis los sanitarios, uno de ellos de tipo hospitalario con más de 200 camas.

La CV-821, en el área metropolitana de Alicante, es una de las carreteras de la Generalitat también conflictivas por el ruido.

La CV-821, en el área metropolitana de Alicante, es una de las carreteras de la Generalitat también conflictivas por el ruido. / Áxel Álvarez

En el recorrido norte de la N-332 también se registra esta circunstancia, aunque con menor intensidad, en localidades como Altea, Calp, Benissa y Gata de Gorgos. Asimismo, hay que señalar la A-7 en su recorrido sur, en municipios como Crevillent, San Isidro o Granja de Rocamora, al igual que la A-70 en puntos como el barrio alicantino de Villafranqueza y el sur de San Vicente del Raspeig. Incluso el campus de la Universidad de Alicante queda en el entorno de la autovía. En la circunvalación, el principal problema es la proximidad de centros docentes, al igual que ocurre en la CV-821, una de las vías más conflictivas por el ruido en la red autonómica.

Los mapas de ruido de Transportes se limitan a señalar las zonas conflictivas, aunque es obvio que se elaboran con la mirada puesta en solucionar los problemas que se plantean. De hecho, se indican aquellos lugares en los que ya hay instaladas pantallas para tratar de amortiguar la contaminación acústica.