Sin avances para el código de buenas prácticas para los guías turísticos en Alicante

El Patronato de Turismo y la Asociación de Guías Oficiales se reúnen por segunda vez sin lograr adelantos en la redacción de la iniciativa

Un grupo de turistas se hacen una foto en el barrio de Santa Cruz.

Un grupo de turistas se hacen una foto en el barrio de Santa Cruz. / HÉCTOR FUENTES

Lydia Ferrándiz

Lydia Ferrándiz

La segunda reunión entre el Patronato de Turismo de Alicante y la Asociación de Guías Oficiales ha concluido sin avances en la redacción del código de buenas prácticas para los guías turísticos. A pesar de la intención de ambas partes de encontrar soluciones para la creciente problemática del turismo en el Casco Antiguo, los esfuerzos por consensuar un decálogo que regule la actividad de los guías turísticos no han fructificado.

El Patronato de Turismo continúa estudiando la propuesta planteada por la Asociación de Guías Oficiales de Turismo para impulsar un decálogo de buenas prácticas. Esta iniciativa busca compatibilizar la actividad profesional con el descanso de los vecinos y el respeto a una de las zonas históricas de la ciudad. En la reunión, se exploraron vías para mejorar la experiencia de los turistas y compaginarla con el desarrollo de la vida normal de la ciudad, según indican fuentes municipales.

La concejala de Turismo, Ana Poquet, les trasladó a los guias durante el encuentro que "es consciente de que los guías turísticos son embajadores de la ciudad y que la imagen que de ella se llevan los visitantes depende en gran medida de ellos". En este sentido, Poquet, apoya su reivindicación de que sean "guías profesionales y titulados quienes ejerzan la actividad por lo que está previsto coordinarse con la Conselleria para que la Policía Local pueda colaborar con la Autonómica en el tema del intrusismo" y apunta a que existe "buena predisposición por ambas partes para seguir esta línea de trabajo de la que saldrán más iniciativas próximamente", aunque no se pone fecha a un documento definitivo.

Por su parte, Javier Morales, portavoz de la Asociación de Guías Oficiales, expresó que aunque no se lograron avances significativos, la reunión fue un paso necesario hacia la elaboración de un decálogo de buenas prácticas. "No pudimos entrar muy en detalle, pero ha sido una continuación de reuniones orientadas a acciones conjuntas para el desarrollo de protocolos que hagan sostenible la actividad sin impacto negativo. No hay nada cerrado, ha sido una puesta en común, pero estamos trabajando en ello", comentó Morales.

El portavoz explicó que, entre las iniciativas discutidas, se encuentra la racionalización de la actividad turística, con medidas para controlar las acreditaciones y certificaciones de los guías, así como minimizar la contaminación acústica y el llenado de espacios. "Al final del día el turismo debe revertir en la ciudad, hay que actuar lo antes posible porque durante esta temporada ha habido un incremento enorme de turismo. Es el momento racionalizar y controlar para evitar situaciones como las que se han producido en València o Barcelona y que han generado turismofobia. Aquí en la Comunidad Valenciana ha sido uno de los actores más importantes y hay que ver hacia donde queremos orientarnos", explica Morales.

En cuanto a los free tours, Morales señaló que es un fenómeno de competencia a nivel estatal, lo que complica su regulación a nivel local. Sin embargo, indicó que las otras medidas propuestas pueden tener un impacto positivo en la convivencia con la ciudadanía. "Los free tours no son una competencia a nivel local, es un negocio estatal y es complicado regularlo. Pero en medidas donde podemos ver un impacto positivo, como el control de acreditaciones y certificaciones de guías, la forma en que se hacen las visitas, la contaminación acústica y el llenado de espacios, ahí es donde podemos ver un impacto positivo en la convivencia con la ciudadanía", detalló.

En esta línea, y de acuerdo con el documento en el que se trabaja en la capital del Turia, se apostará por reducir el número de turistas de cada tour, evitar que coincidan diferentes grupos de visitantes y utilizar sistemas de audio individuales para minimizar el ruido. El colectivo también opta por identificar los mejores lugares para hacer paradas, fomentar el consumo de productos locales y sensibilizar a los turistas sobre la importancia de un comportamiento responsable.