En las entrañas de Guadalest

En medio de una de las peores sequías que se recuerdan, INFORMACIÓN se adentra en una de las infraestructuras clave para cuando lleguen las ansiadas lluvias, el embalse del Castell de Guadalest

Con capacidad para 13 hectómetros, se encuentra a menos de la mitad y su estructura de hormigón cuenta con tres galerías a diferentes alturas habitadas por murciélagos y diferentes sistemas de seguridad implantados en el siglo XXI

Son infraestructuras clave para el riego y abastecimiento humano, y por tanto para la economía de la provincia. Aunque las desalinizadoras cada vez están adquiriendo un mayor protagonismo, la función de los pantanos sigue siendo fundamental. Esperan su momento para almacenar el agua de la ansiada lluvia que no acaba de llegar, mientras guardan el precioso líquido. INFORMACIÓN se adentra en uno de estos complejos hidráulicos, el de Guadalest, donde no solo hay empleados del Ministerio para la Transición Ecológica de lunes a domingo. Y es que también tienen compañía, ya que en su interior habitan murciélagos entre sus intrincados túneles, escaleras, galerías... unas conducciones que llegan incluso a profundizar hasta 50 metros en la montaña. Hay mucha humedad y silencio durante el recorrido, sobre todo en las galerías inferiores. Penetramos en el corazón de la presa.

A la izquierda Pepe Antón, de la CHJ, explica el funcionamiento de la presa de Guadalest

A la izquierda Pepe Antón, de la CHJ, explica el funcionamiento de la presa de Guadalest / JUANI RUZ

Una de las peores sequías que se recuerda, al abrigo del cambio climático, mantiene los embalses de la provincia bajo mínimos históricos, cuando deberían estar guardando reservas para afrontar el verano, debido a las lluvias inexistentes del otoño, la época en la que la provincia suele recibir las mayores precipitaciones, normalmente en forma de gota fría. Ahora, la vida en los pantanos es monótona, revisiones, mantenimiento... y están deseosos de que lleguen periodos excepcionales. Eso significará que llueve. Eso querría decir que sube el nivel del agua. Eso se traduciría en meses de abastecimiento garantizado. Pero la situación actual aboca a la provincia de Alicante a la declaración de sequía permanente

El pantano de Guadalest se encuentra al 42,92% de su capacidad, albergando 5,58 hectómetros cúbicos de los 13 que puede almacenar. Construido en 1964, entró en funcionamiento entre 1967 y 1968 y es uno de los tres embalses de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) en la provincia, junto con Amadorio (La Vila Joiosa) y Beniarrés. Y la CHS tiene otros dos, Crevillent y La Pedrera (Orihuela, que sus aportes son del trasvase). Son, junto con los aportes de los pozos, las desalinizadoras y los trasvases, claves para el abastecimiento humano y la agricultura. Y por ejemplo en verano se puede llegar a tener que asistir a una población de un millón de personas en la comarca, sobre todo en Benidorm. Ahora el agua llega hasta los 40 metros de altura de la pared, cuando la capacidad le permite albergar hasta los 54 metros, lo que se daría 7 hectómetros más. Y lleva meses y meses bajando de forma inexorable. Ahora 3 centímetros al día.

El pantano de Guadalest

El pantano de Guadalest / JUANI RUZ

Que no llueva no significa que no entre agua en Guadalest. Y es que la CHJ dispone de varios pozos en Beniardà que permiten inyectar actualmente 30.000 metros cúbicos diarios en el pantano... pero salen unos 45.000 para el abastecimiento de Benidorm y su comarca a través de una conducción que a su vez conecta con las Fuentes del Algar, el Amadorio y la conducción del Fenollar-Amadorio que viene de Alicante, y que permite que la Marina Baixa pueda recibir agua del trasvase y de la desalinizadora de Mutxamel. Así, va bajando unos 15.000 metros cúbicos al día.

Compuertas de coronación

Sus compuertas de coronación, las que evitarían que en caso de un fuerte episodio de lluvias llegara a rebosar el pantano de Guadalest y su integridad corriera peligro, permanecen abiertas de par en par por motivos de seguridad, para "dormir tranquilos", explica Pepe Antón, jefe del Servicio Periférico de la CHJ en Alicante. Pero lo cierto es que, cuando ha estado a rebosar el pantano, solo ha hecho falta abrirlas un poco, ya que pese a que puede evacuar abiertas al 100% 500 metros cúbicos por segundo entre las dos, apenas ha sido necesario dar salida como mucho a 50 metros cúbicos por segundo, la última vez tras las intensas lluvias de la primavera de 2022. En cambio las de Beniarrés sí que se han llegado a abrir a tope, ya que se trata de una zona más compleja donde se registran lluvias más intensas.

El péndulo que atraviesa de arriba a abajo la presa para controlar posibles deformidades

El péndulo que atraviesa de arriba a abajo la presa para controlar posibles deformidades / JUANI RUZ

Estas compuertas se encuentran en la parte superior de la presa. Tienen 15 metros de ancho y pueden llegar a abrir un espacio de 4 metros de alto por el que saldría el agua disparada desde arriba hasta la base de la presa, donde hay un colchón amortiguador, es decir una balsa con agua procedente de las filtraciones que se registran en el interior de la presa de hormigón, que evitan que la fuerza del agua pueda causar daños en la estructura y descalzarla al caer desde arriba, según ha explicado Antón.

Una de las escaleras que recorren la presa

Una de las escaleras que recorren la presa / JUANI RUZ

La presa, con 77 metros de altura desde sus cimientos, tiene tres galerías que la atraviesan de una punta a otra. Una vez dentro, junto a la pared que da al vaso de agua hay una serie de conductos que recogen el agua que se filtra para llevarla de una galería a otra hasta la balsa que hace de colchón amortiguador. Y es que la presa es de hormigón, y se filtra una parte del agua, que es necesario evacuarla mediante unos drenes. Esto hace incluso que en se pueda ver alguna pequeña estalagmita en formación por este continuo goteo que arrancó hace casi 60 años.

El pantano más antiguo en funcionamiento de Europa está en la provincia

La importancia de los pantanos en la provincia es indudable. Y uno de los ejemplos que deja clara su relevancia es que la provincia alberga el embalse más antiguo de Europa que se mantiene en funcionamiento. Se trata del pantano de Tibi, propiedad de la Comunidad de Regantes Sindicato de Riegos de la Huerta de Alicante, que entró en funcionamiento en 1594. La alta salinidad del agua que alberga, en gran parte procedente de las depuradoras de la Foia de Castalla, hace que solo se use cuando hay importantes episodios de lluvias, aunque desde el pasado año los regantes han empezado a desalar una parte del caudal para cultivos que no toleran la alta conductividad. Para ello han recibido autorización de la CHJ para desalar hasta 500.000 metros cúbicos al año (0,5 hectómetros cúbicos).

El pantano solo puede albergar la mitad de su capacidad, debido al aterramiento que sufre por los lodos, por lo que solo dispone de unos 2 hectómetros cúbicos de su capacidad originaria de 3,7. 

Sistemas de seguridad

Desde 2008 las entrañas de las instalaciones cuentan con diversos y curiosos sistemas de seguridad para controlar en todo momento el estado de la presa y la incidencia de movimientos sísmicos. Está el sistema de medición y auscultación para verificar el estado de las juntas de las diferentes piezas de hormigón que componen la presa, de los que hay decenas; está también un péndulo, que consiste en un hilo de gran longitud con un peso en el extremo que va desde la galería más alta a la más baja a través de un conducto. Debido a su capacidad para mantenerse siempre en posición vertical, es un sistema fiable y de sencillo funcionamiento para conocer el desplazamiento de la parte superior de la estructura y detectar algún tipo de deformación; y también hay extensómetro de varilla en la galería más baja, que mediante varias varillas a diferentes profundidades permite verificar que la presa está bien asentada sobre los cimientos.

Uno de los sistema de medición y oscultación para controlar las juntas del hormigón en una de las galerías

Uno de los sistema de medición y oscultación para controlar las juntas del hormigón en una de las galerías / JUANI RUZ

Además, existen "ventanas de inspección de la montaña", ya que la presa se adentra hasta 50 metros dentro de la piedra, y en sus galerías se puede observar en algunos puntos el estado de la montaña desde su interior, para verificar si se ha registrado alguna anomalía. Y en los próximos será necesario invertir decenas de millones para adaptar los pantanos de la provincia a la nueva normativa.

Los cinco embalses principales de la provincia de Alicante

Los cinco embalses principales de la provincia de Alicante / INFORMACIÓN

Monitorización desde València

Todo lo que haga falta hacer en la presa, se tiene que hacer en la presa, ya que aunque está conectada con el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH), con sede en València, allí solo llega la información, no se puede maniobrar nada. Para eso está el personal de la CHJ, que está presente en la presa de lunes a domingo, realizando labores de control y mantenimiento. En Guadalest se puede ver que los trabajadores tienen compañía por los excrementos que hay en varios puntos de las galerías, pertenecientes a murciélagos, que durante el día duermen. Y al parecer en Beniarrés habita también una gineta. La naturaleza no conoce límites.

La presa cuenta con tres galerías a diferentes alturas

La presa cuenta con tres galerías a diferentes alturas / JUANI RUZ

Todo está por duplicado por temas de seguridad. Y en caso de corte del fluido eléctrico, se dispone de dos grupos electrógenos -uno principal y otro de reserva portátil-, y como última medida, se pueden accionar los mecanismos de forma manual. Y para todo eso se realizan pruebas en vacío cada semana o cada 15 días, para que todo esté a punto. Además, la instalación cuenta en la parte más baja como dos desagües de fondo, en el caso de que sea necesario vaciar por completo el vaso de la presa en caso de detectar cualquier anomalía o por otra razón de mantenimiento.

La presa desde arriba, con la balsa que hace de colchón amortiguador en caso de apertura de las compuertas abajo

La presa desde arriba, con la balsa que hace de colchón amortiguador en caso de apertura de las compuertas abajo / JUANI RUZ

Del mismo modo, la presa tiene varias tomas a diferentes alturas para la explotación de la misma, es decir para abastecer la Marina Baixa de agua. El consumo humano al año de la comarca se sitúa en unos 20 hectómetros cúbicos, y la concesión de agua de la desalinizadora de Mutxamel se limita a 0,5 hectómetros cúbicos, por lo que depende de los trasvases y de las aguas de los embalses.

Aunque es posible bombear agua de las Fuentes del Algar para almacenarla en Guadalest, su enorme coste energético que supondría elevar el caudal hasta el pantano lo hace inviable. En cambio, el Amadorio sí que puede almacenar agua de la desaladora, al estar mucho más abajo. Así, todo está interconectado para poder hacer frente a cualquier imprevisto, aunque el principal problema sigue siendo el mismo, la ausencia de lluvias, porque los pantanos están listos y dispuestos.