Detenido un padre y sus dos hijos por facilitar operaciones fraudulentas con tarjetas robadas a turistas en Benidorm

Los arrestados por la Policía Nacional regentaban un supermercado donde cobraban comisiones a cambio de operar con las tarjetas que previamente habían sido sustraídas

La Comisaría de la Policía Nacional de Benidorm.

La Comisaría de la Policía Nacional de Benidorm. / David Revenga

La Policía Nacional ha detenido a un padre y a sus dos hijos, que regentaban un supermercado en el centro de Benidorm donde, presuntamente, facilitaban la realización de operaciones fraudulentas con tarjetas bancarias previamente sustraídas o extraviadas, generalmente a ciudadanos extranjeros, recibiendo a cambio una comisión.

La investigación comenzó cuando los agentes de Policía Judicial, observaron un patrón común en las denuncias interpuestas por ciudadanos, en su mayoría extranjeros o nacionales que estaban de vacaciones en la ciudad, como víctimas de delitos contra el patrimonio donde, entre los efectos que les sustraían, se encontraban sus tarjetas de crédito. Los agentes observaron que, muchas de estas tarjetas, eran utilizadas en un mismo comercio: un supermercado ubicado en el centro de la ciudad, donde los pagos realizados ocurrían muy poco después del momento en el que las víctimas denunciaban haberse dado cuenta de la desaparición de sus efectos, según explicaron fuentes policiales.

Con este indicio, los agentes comenzaron a investigar el establecimiento y su entorno, averiguando que estaba regentado por un varón de origen pakistaní, de 50 años de edad, a quien detuvieron tras las pesquisas realizadas como presunto autor de un delito de receptación y otro de estafa, llegando a encontrar hasta la fecha de cierre de diligencias, seis afectados que habían denunciado desde, robos en interior de vehículo, hasta hurtos al descuido cuando estaban en algún lugar de las zonas de ocio de la ciudad, añadieron las mismas fuentes.

Sin embargo, la ilícita actividad del establecimiento "no cesó tras la detención del regente del mismo, puesto que, pocos meses después, se tuvo conocimiento de que nuevamente se habían vuelto a utilizar dos tarjetas sustraídas de dos ciudadanos extranjeros en del mismo modo en el supermercado".

Así las cosas, los agentes, abrieron nuevas diligencias y fue cuando descubrieron que, además del regente del establecimiento, sus dos hijos que trabajaban también allí, estando "involucrados directamente en el delito, de hecho, uno de ellos fue el que pasó una de las tarjetas investigadas por el datáfono", según la Policía Nacional.

 Además, gracias a esta segunda parte de la investigación, se pudo averiguar que, "no solo aceptaban las compras a sabiendas de que los usuarios de la tarjeta no eran sus legítimos propietarios, sino que, tras la compra que efectuaba el poseedor de la tarjeta, la pasaban nuevamente por el datáfono cargando cantidades muy cercanas siempre a los 50 euros, puesto que a partir de esa cantidad normalmente se requiere insertar el número PIN para completar la operación, extremo que ellos conocían perfectamente".

Comisiones

La investigación reveló que, este nuevo cargo en la tarjeta, era para quedarse con una comisión por el “servicio” prestado, puesto que al fraudulento usuario de la tarjeta le daban una parte del dinero en efectivo tras descontar su comisión, de modo que, si por ejemplo cargaban en la tarjeta 48 euros, se quedaban con 8 euros de comisión y le daban al poseedor de la tarjeta 40 euros en metálico.

De esta forma, no solo conseguían el dinero del producto que vendían a los usuarios de las tarjetas sustraídas, sino que además se llevaban una comisión por ello, ante lo cual, los investigadores detuvieron nuevamente al regente del supermercado junto con sus dos hijos, acusados de los delitos de receptación, estafa y pertenencia a grupo criminal, dado el modo de actuar manifestado, según las mismas fuentes.

Los arrestados, tres varones de nacionalidad pakistaní; mientras que el padre de 50 años de edad y su hijo de 20 años fueron puestos a disposición judicial, el menor de edad, de 16 años, quedó en libertad a la espera de ser citado por la Fiscalía de Menores.