Entrevista | Andy Cartagena Rejoneador

«El recuerdo de mi tío Ginés Cartagena siempre me acompaña cuando toreo en Alicante»

Andy Cartagena: La Elegancia Alicantina del Rejoneo

Rafa Arjones

José Germán Estela

José Germán Estela

Entrena una media de 12 horas al día, de lunes a domingo. Si un fin de semana no lo hace es porque está toreando. Así es la vida de Andy Cartagena. 9 Puertas Grandes en Madrid y 4 en Sevilla adornan una carrera de triunfos por todo el mundo. A sus 43 años, su aspecto sigue siendo joven, pero en cuanto se inicia la conversación, el peso de su madurez lo cambia todo.

A casi todos los toreros les pone muy nerviosos verse anunciados en su tierra. ¿Usted consigue dormir bien la noche de antes?

No sólo la noche de antes, me cuesta dormir la semana de antes, debe ser que me estoy haciendo mayor (risas). Piensa que esta es la plaza en la que yo me he criado viendo toros, Alicante y Benidorm. Así que hay un componente añadido de nervios y de deseo de triunfo que no tengo en otras plazas.

Benidorm es su ciudad, de la que presume por todo el mundo tal y como hacía su tío Ginés Cartagena…

Pues sí, aquí he nacido, me he criado y aquí estoy echando raíces. Vivo en Benidorm y participo de la vida en mi ciudad, de hecho, la semana pasada saqué los caballos a la playa y monté un gran espectáculo para que la gente estuviera cerca del toreo. Seguir con el apellido Cartagena es para mi un honor y un orgullo muy grande, que la gente te siga recordando las tardes grandes de mi tío Ginés es muy bonito. Por eso el recuerdo de mi tío siempre me acompaña cuando toreo en Alicante. Él está siempre presente.

No debió ser fácil para usted iniciar una carrera llevando el apellido Cartagena que su tío dejó en tan alto lugar…

No lo fue, pero al mismo tiempo me sirvió de alerta para no dormirme ni relajarme. Cuando las cosas no salían como yo quería, entonces yo pensaba en mi tío, en lo que hubiera hecho él en mi lugar y la respuesta era clara: entrena más, prepárate más y sigue luchando. Así era él, un ganador y un guerrero incansable, por eso seguir con ese legado es un tesoro muy valioso.

Hablemos de su palmarés como rejoneador: 9 veces ha abierto la Puerta Grande de Madrid y 4 veces la de Sevilla, ¿ha cumplido ya todos sus sueños como rejoneador?

¡Qué va! Todavía me queda mucho (risas). La verdad es que he conseguido mucho y he logrado lo más difícil que es mantenerme. Lo más complicado para un rejoneador es mantenerse porque no eres solamente tú, son también tus caballos, que se hacen mayores, se ponen enfermos o simplemente ya no te responden igual y entonces hay que volver a empezar, a entrenarlos desde cero y eso desgasta mucho. Por eso hay que tener una afición a prueba de bombas para mantener el nivel. Ahora mismo mi cuadra está en su mejor momento, con caballos como Cartago, Baena, Duende, Ginocente y Pintas, que es el más conocido.

¿Cuánto tiempo pasa usted montado en sus caballos?

Pues no lo he medido, pero calculo que unas 10 ó 12 horas al día, por la mañana y por la tarde.

¿Y así todos los días?

Sin descanso, de lunes a domingo. Un caballo de rejoneo es como un reloj suizo, es preciso y su maquinaria debe estar a punto siempre. Debe comer bien, descansar bien, vivir muy bien para dar el máximo. Los caballos no me hablan, pero casi, los conozco mejor que a muchas personas.

Le veo con la ilusión de quien empieza y eso que va camino de los 30 los de alternativa…

Pues que vengan 30 años más (risas) ese es el verdadero triunfo, mantenerte y que 3 décadas después el público siga con el interés por verme. A mis 40 años ya pasados siento que todavía tengo mucho que ofrecer encima de un caballo, Alicante y en Alicante el día 16 de junio lo demostraré.