La media verónica

Una Feria para enmarcar

Manuel Escribano, uno de los grandes triunfadores de la Feria de Hogueras, saliendo por la puerta grande de la plaza de toros de Alicante. | RAFA ARJONES

Manuel Escribano, uno de los grandes triunfadores de la Feria de Hogueras, saliendo por la puerta grande de la plaza de toros de Alicante. | RAFA ARJONES

José Germán Estela

José Germán Estela

Un gran número de orejas cortadas, espectadores de 42 nacionalidades distintas, una media de asistencia por día de 7.250 personas, con una suma conjunta cercana a los 55.000 asistentes, faenas memorables, toros de gran nota y ganas de más. Todo eso ha sucedido en la Feria Taurina de Hogueras, que acaba de cerrar su edición de 2024. Lo más importante es que el número de espectadores ha crecido un 10 % con respecto al pasado año, un crecimiento lento pero constante, que demuestra que las cosas se están haciendo bien.

10 orejas cortadas

Ocurrió el domingo 16. Reunía la corrida de rejones todos los alicientes para convertirse en una gran tarde y lo fue. Diez orejas cortadas, un triunfador numérico que fue Andy Cartagena, con cuatro trofeos y una gran corrida de Fermín Bohórquez, con el premio de la vuelta al ruedo al toro que hizo quinto, de nombre Vencejo. Ese fue un toro noble, de ritmo sostenido y constante, de mucha fijeza y transmisión. La tarde del inicio de la Feria fue una fiesta de alegría y disfrute, en la que las cerca de 8.000 personas que se repartieron por los tendidos no dejaron de aplaudir. Diego Ventura volvió a conquistar Alicante dejando claro quién manda en el escalafón. Guillermo Hermoso de Mendoza, sereno y seguro, volvió a demostrar que es el digno sucesor de su padre, Pablo I de Navarra, como se le conoce en los circuitos del toro. Pero fue el apellido Cartagena el que volvió a brillar con la luz de Finestrat. Andy cortó cuatro orejas superándose a sí mismo y convirtiéndose en triunfador de la tarde y uno de los triunfadores de la Feria. Los tres brillaron con una gran corrida de Fermín Bohórquez, quien desde la distancia saltaba de alegría según iba sabiendo el resultado de cada toro. Una tarde única.

11.000 personas en dos días

Ya es tradición que los días previos al ciclo continuado se celebren dos clases prácticas con alumnos de diferentes escuelas de toda España. Los novillos elegidos este año fueron de Aída Jovani y Pedraza de Yeltes. Pero la nota más destacada fue la masiva afluencia de público en las dos tardes. Muchos niños y público adolescente acompañaron a los 12 alumnos en las dos clases celebradas. Los erales de Jovani se movieron bien y permitieron que viéramos las buenas maneras del alumno de la escuela de Madrid. En la segunda jornada, la novillada de Pedraza de Yeltes fue simplemente extraordinaria, con un novillo, el sexto, premiado con la vuelta al ruedo. Estaba contento el ganadero Luis Uranga, quien se marchó de Alicante muy satisfecho, pues era la primera vez que venía a esta plaza. Destacó un novillero barcelonés, de nombre Mario Vilau, por su trazo largo, su buena colocación y su sobriedad artística. Cortó dos orejas de mucho peso. Otro nombre a tener en cuenta es Alejandro González, de la escuela de Albacete. Cortó también dos orejas a un extraordinario eral del citado hierro salmantino. Personalidad y raza no le faltan a este aventajado alumno manchego. Finalmente, Pedro Rufo, hermano del matador de toros Tomás Rufo, coronó su tarde con un novillo de vuelta al ruedo y con dos orejas en su esportón. Toreo clásico y muy buenas maneras demostró tener Rufo, quien acompañó a sus dos compañeros en una triple Puerta Grande.

Tres jóvenes novilleros

La novillada del jueves 20 destacó por la gran afluencia de público de todas las edades, especialmente jóvenes, para ver a Kevin Alcolado, Marco Pérez y Javier Cuartero. Lo más destacado vino de la mano de Alcolado y Pérez. Los pudimos ver muy entregados y sabedores de la importancia de estar en Alicante. Se esperaba mucho de Kevin, novillero de la tierra y finalmente pudo abrir la puerta grande. Pero este año el triunfador entre los novilleros ha sido Marco Pérez. El convenció a una afición que le esperaba con exigencia e interés. Y Marco volvió a mostrar los motivos por los cuales es figura de los novilleros, su técnica, su colocación, esa manera de transmitir y la ambición fueron elementos suficientes para que tarde le valiera la puerta grande y para ser elegido triunfador en los premios Ciudad de Alicante, que entrega el Ayuntamiento. Menos suerte tuvo Javier Cuartero, aunque dejó muestra de sus buenas maneras toreras.

Y llegaron las figuras

El desembarco de las figuras llegó el viernes 21. Volvía Castella a Alicante junto a Talavante y Daniel Luque. Este último abrió la puerta grande demostrando el gran momento presente que atraviesa. El de Gerena firmó dos faenas llenas de dominio y mando, con envidiables alardes técnicos y un toque de profundidad, siempre necesario. Por su parte Castella se encontró con un gran toro de Zacarías Moreno lidiado en cuarto lugar, sin duda uno de los toros de la feria. Fue ahí donde vimos la mejor versión de Castella, con un pase cambiado por la espalda sin inmutarse que levantó al público de sus asientos. Luego todo se vino a menos. Talavante sigue cortando pelo cada tarde y Alicante no fue menos. Vimos al extremeño desplegar la calidad con su mano izquierda y convencer a respetable.

El día 22, en la esperada y gran tarde del mano a mano todo se desdibujó. Falló la espada. De no haber encontrado hueso, Manzanares y Roca Rey hubieran podido cortar cuatro orejas. Pero la realidad dejó sin orejas una tarde que se fue apagando sin más opciones. Así es el toreo.

Suele suceder que tras una tarde de decepción llega el gran subidón. Eso ocurrió al día siguiente. Sobraban argumentos para que fuera una gran tarde y lo fue. Enrique Ponce, David Galván por Morante y Tomás Rufo ofrecieron un espectáculo que se hizo corto. El veterano maestro valenciano (31 años de alternativa) bordó su tarde con dos actuaciones que reforzaron con su propia leyenda. Al final, una ovación de casi 3 minutos resumió lo que Ponce ha significado en esta plaza. El diestro de Chiva no dejó de dar las gracias en todo momento. Gustó mucho Galván en Alicante con capote y muleta. Muchos aficionados de la tierra lo descubrieron esa tarde. Galván tiene el don del toreo clásico y un aire de incipiente figura. Remató la tarde el toledano, Tomás Rufo, quien desorejó al sexto toro tras una faena de entrega y exposición, no exenta de grandes alardes estéticos. Buena corrida de Daniel Ruiz en Alicante, eso sí, con mejor comportamiento que presentación.

La traca final llegó el día de San Juan. Un toro de nombre Boliviano y un torero de Gerena, Manuel Escribano escribieron una nueva página en la historia de esta feria con un capítulo lleno de entrega, emoción y riesgo. Escribano se alzó con el premio al triunfador del ciclo y el toro de Victorino como mejor astado de la feria. No fue una corrida fácil y vimos a Borja Jiménez exponer en el sexto y cortar una oreja de peso. Rafaelillo, triunfador del pasado año, no pudo repetir su suerte este año.