El vicepresidente económico del Gobierno, Pedro Solbes, ha iniciado el año mostrándose "optimista" acerca de la situación económica y el desarrollo de la crisis en el año que acaba de empezar. "Las perspectivas de uno y otro sitio nos causan una cierta preocupación, pero yo estoy convencido que vamos a tener un buen año. Se han hecho muchos esfuerzos para que las cosas vayan mejor por parte de todos y yo pienso que al final será a ser un buen año", aseguró ayer el ministro en una entrevista a la Cadena Ser.

Pedro Solbes reconoció, no obstante, que le preocupan las perspectivas económicas para el año nuevo y que el objetivo fundamental en 2009 va a ser la lucha contra el paro. Al ser preguntado por el empleo, uno de los temas que más preocupan a los ciudadanos, el responsable de Economía manifestó que su recuperación es el "objetivo fundamental" del Gobierno y que "las decisiones de los bancos centrales y las decisiones nacionales que hemos venido adoptando en términos de política fiscal van en esa dirección".

A la espera de conocer estos días los datos del paro registro en diciembre, el número de desempleados inscritos en las oficinas del Inem en toda España roza ya los tres millones. La provincia de Alicante registró cotas históricas de desempleo en noviembre -últimos datos-. El número de parados se situó en Alicante en 140.666, tras perder el mercado laboral casi 10.00 empleos en un solo mes.

El futuro del ministro

El tema del futuro de Pedro Solbes también apareció en esta ocasión. A la pregunta "¿Está dispuesto a aguantar el tirón?", el ministro respondió: "No tengo la menor duda, para eso me quedé". A pesar del optimismo, la prudencia no deja de imperar y Solbes habló de lo "difícil" que es pensar en buenas noticias que dar en estos momentos. Su análisis, sin embargo, apuntó a cierta recuperación al manifestar que "sabemos que, lógicamente, el primer semestre todavía tendrá el arrastre del pasado año y que el segundo semestre es donde tenemos más confianza depositada para que las cosas vayan algo mejor".

Para terminar, el ministro quiso mandar un mensaje a la opinión pública y aseguró que en algún momento en toda crisis "las cosas empiezan a remontar y vuelven a la normalidad".