La guerra pone en guardia al calzado: las empresas empiezan a paralizar envíos a Rusia y Ucrania

El temor a que las sanciones de la UE al régimen de Putin dificulten el cobro de las mercancías lleva a los fabricantes a dejar las entregas en espera

Expositores en la última edición de la feria de componentes del calzado Futurmoda.

Expositores en la última edición de la feria de componentes del calzado Futurmoda. / ANTONIO AMOROS

David Navarro

David Navarro

La invasión rusa de Ucrania ya empieza a tener consecuencias prácticas sobre las empresas de la provincia y, en concreto, sobre el principal sector exportador y el que más se juega en el conflicto: el calzado. La situación de caos y pánico que se vive en el primero de estos países, y la incertidumbre sobre las consecuencias de las sanciones económicas que la UE ha impuesto al régimen de Putin, en el segundo caso, ha llevado a que los fabricantes estén optando por paralizar los envíos que tenían previstos de cara a la próxima temporada de primavera-verano, al menos hasta saber cómo evoluciona el conflicto.

Así lo ha confirmado este viernes la presidenta de la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado (Avecal), Marián Cano, que también ha expresado la condena del sector ante la agresión sufrida por Ucrania. "Hay mucha preocupación por todo lo que está ocurriendo y las empresas han optado por la precaución", explica Cano.

En este sentido, cabe recordar que el calzado acapara casi la mitad de toda la exportación alicantina a Rusia, con alrededor de 31 millones de euros, que sitúan a este país como el décimo mercado del sector en el exterior. Además, se trata de un mercado interesante para los empresarios, ya que es un gran consumidor de moda, especialmente en segmentos medio-altos, que son en los que se mueven los principales fabricantes de la zona.

En el caso de Ucrania, el volumen de exportación es bastante más reducido, pero, igualmente, el calzado es el sector alicantino que más vende en el país, con unos cuatro millones de euros.

Entre las empresas que han optado por dejar sus envíos en stand by está la ilicitana Wonders, que esperará a ver cómo se desarrollan los acontecimientos antes de enviar las partidas que le quedaban por servir a sus clientes en Rusia para la próxima colección de verano. "Hemos decidido paralizar las entregas porque creemos que las sanciones que Estados Unidos y la UE han aprobado podrían dificultar el cobro de la mercancía", reconoce su director general, Francisco Oliver, que asegura que en su caso no se trata de un mercado "estratégico". De momento, esperarán a ver cómo evoluciona la situación, pero, si la situación se prolonga, buscarán nuevos destinos para sus zapatos.

En este sentido, Oliver señala que las perspectivas de la firma para 2022 "eran muy positivas", ya que esperaban recuperar el nivel de venta previo a la pandemia, tras la situación vivida en los últimos dos años. Ahora el ejecutivo reconoce la inquietud que ha generado el conflicto bélico y sus posibles repercusiones.

En el caso de Pikolinos, que tiene presencia tanto en Rusia como en Ucrania, la compañía asegura que el impacto inmediato será escaso, porque ya se habían enviado todos los pedidos de la colección de verano, pero reconocen su preocupación. "Estamos analizando la situación. Es pronto para decir qué impacto tendrá esto. Sin duda, nuestra preocupación está ahora más en las personas que en el negocio, en el impacto que tenga en la población y en la situación en general de Europa", apuntan desde la firma, desde donde aseguran estar "muy pendientes de todo lo que está sucediendo".

Aunque desde la firma de la familia Perán también rehúyen el término "estratégico", la compañía sí reconoce que cuenta con una buena presencia en el mercado ruso. Tanto Pikolinos como Wonders estuvieron presentes hace solo unos días en la feria Euro Shoes, celebrada en Moscú.

Por su parte, en Panama Jack cuentan con varios clientes en Ucrania, que se han visto obligados a cerrar sus puertas como consecuencia del conflicto bélico. "Les hemos escrito para ponernos a su disposición y ofrecerles nuestra ayuda, aunque no nos ha respondido nadie", apuntaba este viernes la directora general de la firma, Patricia Vicente, que señalaba que mantendrán en stand by los pedidos que tenían pendientes a la espera "de que nos digan qué quieren hacer".

Además del impacto directo que el conflicto tendrá en Rusia y Ucrania, los empresarios alicantinos han expresado su temor a que el encarecimiento de los costes energéticos y de las materias primas que ha provocado esta situación derive en una disminución del consumo en los hogares de toda Europa. Una situación que tendría consecuencias mucho más graves para la economía provincial, por el carácter netamente exportador de la mayor parte de sus sectores industriales. Así, tanto la patronal autonómica CEV como la Cámara de Comercio de Alicante alertaban este jueves del riesgo de que la invasión rusa de Ucrania lastre la recuperación de la economía en todo el continente, en un momento en que la mayoría de sectores aún arrastra las consecuencias de la pandemia.

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