Coxabengoa factura más de 800 millones en su primer año y se prepara para salir a bolsa

La compañía ya ha remitido el folleto a la CNMV con la vista puesta en cotizar a finales de este ejercicio o principios de 2025

La firma cambiará su nombre el próximo mes a Cox Group y solo mantendrá el apellido Abengoa en su división de agua

El presidente de Coxabengoa, Enrique Riquelme.

El presidente de Coxabengoa, Enrique Riquelme. / Matías Segarra

David Navarro

David Navarro

Coxabengoa hace balance de su primer año desde que el grupo presidido por el alicantino Enrique Riquelme se hiciera con los activos de la multinacional andaluza, que se encontraba en concurso de acreedores. Un tiempo en el que, "pese a la complejidad de la integración", en palabras del propio Riquelme, los responsables de la compañía han sido capaces de darle la vuelta por completo a la situación, hasta el punto de que preparan su posible salida a bolsa para finales de este ejercicio o principios de 2025.

De momento, ya han remitido a la Comisión Nacional de Mercado de Valores el folleto para la posible oferta pública de suscripción de acciones, que se realizaría mediante una ampliación de entre el 25% y el 30% de su capital.

En cuanto a las cifras, en los doce meses transcurridos desde de la adjudicación por parte del juzgado que tramitaba el concurso de acreedores de la ingeniería andaluza, Coxabengoa ha logrado unos ingresos de más de 800 millones de euros, con un ebitda que supera los 150 millones y un beneficio neto de más de 55. Además, en este tiempo el grupo suma una contratación de 1.200 millones, una cifra que espera elevar por encima de los 2.000 millones al finalizar este ejercicio.

Con estas cifras de arranque, el grupo confía en alcanzar e incluso superar los objetivos que se marcó en su plan estratégico, que contempla una facturación de 1.200 millones de euros para este 2024, con un ebitda de alrededor de 200 millones de euros, y más 3.000 millones de ingresos y 600 millones de ebitda para 2027.

Una de las desaladoras de Coxabengoa.

Una de las desaladoras de Coxabengoa. / Información

Simplificación

Aunque inicialmente los responsables preveían estructurar el grupo en cinco grandes verticales, finalmente se ha optado por agruparlo en dos únicas secciones: una especializada en agua, y en concreto en la desalación –un terreno en el que son líderes mundiales-, y otra en energía. En este sentido, además de los contratos para la construcción de nuevas infraestructuras por parte de terceros, la gran apuesta de los responsables de Coxabengoa pasa por seguir invirtiendo en la compra de activos operativos –es decir, desaladoras y centrales solares en funcionamiento- para generar ebitda recurrente y consolidar el negocio.

Al respecto, cabe recordar que entre los hitos de este año están la puesta en marcha de la mayor desaladora del mundo hasta la fecha, la de Taweelah, en Abu Dabi. Además, Coxabengoa también se ha hecho con la planta solar y termosolar que otra de las filiales de Abengoa que no formaba parte de los activos adjudicados tenía en Sudáfrica, la de Khi Solar One.

Fruto de esta reorganización, la compañía también tiene previsto cambiar su nombre el próximo mes para pasar a denominarse Cox Group, mientras que el apellido Abengoa solo se conservará en la división de agua, que pasará a llamarse Abengoa Water. Por su parte, la división eléctrica conservará el nombre de Cox Energy, la firma que dio origen al conglomerado de Riquelme. "Creemos que la marca Abengoa suma mucho a nivel de agua, porque es un referente mundial, pero en la parte de energía es Cox Energy la que aporta y de cara al sector financiero consideramos que es mejor presentarse como Cox", explica el empresario.

Bolsa

Una decisión, la de cambiar el nombre, que también tiene mucho que ver con sus planes para sacar la compañía a Bolsa. En este sentido, la firma remitió a principios de este mes a la CNMV el folleto de la oferta pública de suscripción de acciones y ha puesto en marcha toda la maquinaria habitual, con la contratación de bancos y despachos asesores para la operación. El objetivo sería salir a cotizar a finales de este año o principios de 2025, aunque desde la firma aseguran que la decisión no final no está tomada y que dependerá de la oportunidad que vean en el mercado.

Enrique Riquelme, durante un acto.

Enrique Riquelme, durante un acto. / Álex Domínguez

Al respecto, recalcan que, en caso de que finalmente no acudan al mercado, la firma tiene la liquidez necesaria para seguir en solitario con sus planes, como prueba el hecho de que su ratio endeudamiento sobre ebitda es en estos momentos negativo. En otras palabras, que no tiene deudas y tiene dinero en caja. Eso sí, la inyección que supondría la salida al mercado serviría para acelerar sus planes de inversión en nuevos activos, dentro de esa línea estratégica de hacerse con más infraestructuras en operación que aporten negocio recurrente.

En caso de salir a Bolsa, los responsables de la todavía Coxabengoa apuntan alto y aspiran a entrar en el Ibex en el medio plazo. Lo que todavía no tienen claro es qué ocurriría con Cox Energy, la filial que ahora cotiza en el BME Growth y la bolsa mexicana, que podría seguir cotizando de forma independiente o bien integrarse en su matriz.

Empleo y sede

Por otro lado, desde Coxabengoa reiteran su compromiso por mantener la sede que la compañía tiene en Sevilla, aunque estarían buscando un nuevo emplazamiento. Por otro lado, en este año el grupo ha incrementado la plantilla que heredó de la multinacional andaluza en más de 2.000 personas, hasta sumar actualmente 11.500 empleados.

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