Las comercializadoras proponen arrancar 5.000 hectáreas de limoneros en Alicante por la excesiva producción

La interprofesional pide al Gobierno que subvencione esta medida, que costaría siete millones de euros. Los agricultores se oponen al afirmar que la última cosecha ha sido inusual y que se volverá a la normalidad

José Vicente Andreu, presidente de Asaja, junto a un limonero que se ha quedado sin recolectar.

José Vicente Andreu, presidente de Asaja, junto a un limonero que se ha quedado sin recolectar. / Áxel Álvarez

M. Vilaplana

M. Vilaplana

A grandes males grandes remedios. Eso es lo que debe haber pensado Ailimpo, la interprofesional del limón y el pomelo en la que se encuentran representadas las comercializadoras y la industria de los zumos, que ante el exceso de producción, ha planteado un plan de ajuste de la superficie de cultivo. La propuesta que está encima de la mesa pasa por arrancar 12.000 hectáreas de limoneros, 5.000 de ellos en la provincia de Alicante. Y para ello se pide la colaboración del Ministerio de Agricultura, al que se le reclama que subvencione esta medida, que en el caso del territorio alicantino tendría un coste aproximado de siete millones de euros. Los agricultores, sin embargo, no están por la labor, toda vez que argumentan que la cosecha de esta última campaña ha sido inusual, muy por encima de lo normal, y que lo que se tiene que hacer es poner freno a las importaciones.

La producción de limones en la última campaña superó todas las expectativas. Las lluvias registradas en la primavera del año pasado propiciaron una cosecha sin precedentes que, en el caso de la provincia de Alicante, alcanzó las 750.000 toneladas, cuando lo normal son apenas 400.000. Esta circunstancia se dio también en el resto de zonas productoras, concentradas en Murcia y Almería, lo que propició que gran parte de la cosecha se quedara sin recoger. Solo en el territorio alicantino se calcula que las pérdidas han llegado a alcanzar los 40 millones de euros.

Pues bien, ante esta situación, desde la interprofesional se defiende que este exceso de producción guarda íntima relación con el aumento de las plantaciones, y que de cara a 2026 el excedente de limones alcanzará los 600 millones de kilos al haberse superado la capacidad de absorción del mercado. Es por ello por lo que plantea una batería de medidas que ya han sido planteadas al Gobierno central y a los ejecutivos autonómicos de las áreas productoras, con el objetivo de restablecer el equilibrio entre la oferta y la demanda.

Así, entre las iniciativas propuestas destaca el ajuste de la superficie de cultivo para volver a un equilibrio adecuado, una actuación, eso sí, voluntaria por parte de los agricultores, que implicaría el arranque de 12.000 hectáreas en Murcia, Almería y Alicante. En el caso de la provincia alicantina, lo que está encima de la mesa son 5.000 hectáreas, el 25% del total del cultivo o, lo que es lo mismo, dos millones de árboles con una capacidad de producción de 150.000 toneladas de limones. Y para ello se pide la colaboración económica del Ministerio de Agricultura para subvencionar las actuaciones, teniendo en cuenta que arrancar cada limonero tiene un coste aproximado de 3,5 euros.

Ailimpo, por otro lado, también plantea una mejora de la organización del sector y la reducción de módulos fiscales. También el impulso de programas para promover el consumo en la Unión Europea y mejorar el posicionamiento en los mercados, así como el control de las importaciones y la adopción de medidas para garantizar la calidad y seguridad de los productos.

Campaña excepcional

El arranque de los limoneros, sin embargo, no parece estar en el ánimo de los agricultores. Así lo señala el presidente de Asaja Alicante, José Vicente Andreu, quien destaca que, pese a estar representados en la interprofesional, se encuentran en una posición minoritaria. Y justifica su rechazo argumentando que lo vivido en esta última campaña ha sido totalmente excepcional. «Nunca habíamos tenido una cosecha así, y para la próxima ya podemos anticipar que en la provincia apenas vamos a alcanzar las 300.000 toneladas, porque, entre otras cosas, los árboles continúan cargados de limones de la anterior».

Además, critica a las comercializadoras y a la industria del zumo, a las que acusa de «no querer asumir el rol que les toca. Dicen que hay exceso de producción cuando solo han procesado el 50 % de su capacidad».

Con todo ello, Andreu señala que es en las importaciones donde se debe poner el foco. «Llevamos ocho años de crecimiento sostenido de los limones procedentes de Sudáfrica y Turquía, mientas nosotros perdemos cuota de mercado», lamenta. Una dinámica que, añade, está fundamentada en los precios más baratos de estos países, debido a que «no se les exigen las mismas condiciones de cultivo que se nos exigen a nosotros. La UE debe tomar cartas en el asunto de una vez por todas y reclamarles las mismas condiciones», asevera.

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