Entrevista

Rosana Perán: «El calzado español necesita empresas más grandes para competir»

Presidenta la Federación de Industrias del Calzado Español (FICE) y de la Confederación Europea del Calzado (CEC) aboga por potenciar aún más la internacionalización y fomentar el crecimiento de las compañías para garantizar el futuro del sector

La presidenta de FICE y la CEC, Rosana Perán.

La presidenta de FICE y la CEC, Rosana Perán. / Áxel Álvarez

David Navarro

David Navarro

La también vicepresidenta de la firma ilicitana Pikolinos analiza la actualidad del sector del calzado y los retos que debe afrontar, como la atracción del talento o la nueva normativa sobre sostenibilidad o morosidad.

¿Cómo han capeado el freno del consumo que ha ocasionado la inflación en Europa?

En 2023 no sufrimos caída de ventas, terminamos con el mismo número de pares vendidos, pero estamos haciendo un análisis porque lo que sí que vemos es un cambio de hábitos en el consumidor. Queremos saber cuáles son y ayudar a nuestras empresas a a adaptarse.

«El consumidor busca las marcas porque son las que te garantizan un servicio y que se hacen bien las cosas»

¿Por dónde van esos cambios?

Por ejemplo, ahora los consumidores necesitan sentir, tener experiencias. También saber cómo se hacen los zapatos. Y, por ejemplo, la parte posventa está siendo estratégica últimamente. Es decir, ya no es solo vender el zapato, sino que hay que acompañar al consumidor ante cualquier duda o problema que pueda tener.

¿Qué perspectivas tienen para este año?

Lo que más estamos trabajando es la internacionalización. Estamos consolidando nuestra posición en Europa, en países como Italia y Francia, y luego tenemos objetivos de ventas en otros nuevos. También estamos haciendo mucho énfasis en ayudar a las empresas a vender en EEUU, un mercado que está evolucionando en ventas y que va muy bien, y luego en nuevos mercados como Japón, Australia y toda la parte asiática. Al final, tenemos que vender en el mundo. Somos empresas de calzado: donde hay pies, tenemos potencial de venta.

Perán, durante la entrevista.

Perán, durante la entrevista. / Áxel Álvarez

Desde la patronal han advertido del «tsunami normativo» que se avecina para el sector.

Sí, de hecho estamos elaborando un handbook [manual] que recopile toda la normativa que impacta en el sector del calzado y la estamos traduciendo a diferentes formatos, porque dentro de FICE tenemos muchas empresas y de distintos tamaños, para ayudar a las compañías a adaptarse.

Morosidad

Ahora mismo, ¿qué es lo que más les preocupa en este terreno?

Lo que nos ocupa en estos momentos es la nueva normativa de la ley de morosidad. Estamos recopilando información de todos los países sobre cómo impacta en las marcas de calzado y en el comercio, con el objetivo de que seamos un sector de baja rotación. Esperamos trasladar nuestra opinión a la Comisión Europea a través de la Confederación Europea del Calzado.

¿Cuál es el problema? ¿Puede concretar?

La ley de morosidad dice que hay que pagar a 30 días, y eso tiene un impacto tanto para la marca como para el comercio en sus necesidades financieras. Además, es una ley que solo se aplica en Europa, no a los proveedores de fuera. El pago a 30 días supone que tendríamos que gastar más en financiar nuestro circulante, porque la rotación del zapato en una tienda es de larga duración. Es decir, que desde que va el zapato a la tienda hasta que se vende pasan normalmente más de 30 días. Es algo que no es igual en todos los sectores. Tú pones una galleta en el supermercado y en dos días la tienes vendida, pero no ocurre lo mismo con el calzado. Por eso queremos que nos consideren un sector de larga rotación.

La presidenta de los fabricantes de calzado español, Rosana Perán.

La presidenta de los fabricantes de calzado español, Rosana Perán. / Áxel Álvarez

¿Es rentable seguir fabricando calzado en España o en Europa? ¿Podemos competir con Asia?

Lo que tenemos que hacer es seguir trabajando por las marcas españolas y las marcas europeas, y también para que haya un reconocimiento del sector y de la marca España. Lo que sí necesitamos son empresas mucho más grandes para salir fuera y competir. Las empresas americanas son grandes, muy grandes si las comparamos con las europeas, ya ni siquiera con las españolas.

Entiendo que la vía es competir con marca, más que con precio...

Es que lo que tenemos encima de la mesa es que el consumidor busca las marcas, porque son las marcas las que te garantizan un servicio, que se están haciendo bien las cosas, que se respeta el medio ambiente, el talento… Y luego me gustaría destacar también el trabajo que se ha hecho con la marca España en el calzado y que nos ha permitido encontrar un nicho de mercado en la relación calidad-precio. Es decir, si un cliente americano o, en general, un cliente internacional busca una relación calidad-precio coherente, lo primero que le viene a la cabeza es el calzado español y eso es importante.

Comentaba antes que necesitamos empresas más grandes en el calzado. En un país en el que tenemos gigantes de la moda como Zara y Mango, ¿por qué no hay fabricantes de calzado más grandes?

No sabría decirle, pero en el calzado hasta la fecha los crecimientos están siendo orgánicos. Si se da cuenta, no hay fusiones.

Otra imagen de la también vicepresidenta de Pikolinos.

Otra imagen de la también vicepresidenta de Pikolinos. / Áxel Álvarez

Otro de los problemas de los que han alertado en varias ocasiones desde el sector es la falta de mano obra. ¿Cómo está la situación? ¿No hay aparadoras?

No es un tema exclusivo del calzado, en todos los sectores ahora mismo tenemos falta de talento. Está pasando en España y en toda Europa. Lo que nosotros estamos haciendo es poner en marcha proyectos para ser un sector mucho más atractivo para captar ese talento. ¿Cómo lo hacemos? Pues con proyectos como Your Independence, con el que queremos hablar el mismo idioma que los jóvenes; también a través de las redes sociales, abriendo nuestras empresas a ellos con visitas o gracias a TikTok. Asimismo, apostamos por la formación dual, ya sea en temas de FP e, incluso, de estudios superiores: estamos analizando cómo llegar a estudiantes universitarios para poder presentarles el sector y demostrarles que es atractivo, que es bonito y que hay trabajo. 

En el tema laboral, llama la atención que un sector que lleva años utilizando el contrato fijo discontinuo haya tenido problemas ahora, tras la aprobación de la reforma laboral que ha fomentado precisamente este tipo de empleo. En su caso, la Inspección de Trabajo les ha obligado a transformar en fijos ordinarios a muchos fijos discontinuos, al considerar que se excedía la jornada máxima para tener esta consideración, con bastantes protestas por parte de los empresarios. ¿Qué ha ocurrido?

Yo creo que lo que tienen que hacer las políticas laborales es velar por el bienestar de todos los trabajadores. También deben ser flexibles para que los empresarios podamos ser competitivos, es decir, tener cierta flexibilidad a la hora de la contratación. Los empleados tienen que tener las condiciones adecuadas para poder realizar sus trabajos, pero al final el empresario también necesita ser competitivo en el mercado.

Explíquese un poco más. ¿Qué demandan?

Da igual si es el tema del fijo discontinuo u otra cuestión de la nueva reforma laboral. Solo digo que las políticas laborales deben velar por que los trabajadores tengan todo aquello que necesitan en sus empleos, en cuanto a condiciones laborales, salarios... en todo. En eso estoy de acuerdo. Pero no tenemos que olvidar que los empresarios también tienen que tener herramientas para ser competitivos. Hay que defender a las dos partes. Lo que reclamamos es que las políticas laborales sean justas para ambas partes.

Sostenibilidad

Otro de los grandes retos que tiene por delante es la sostenibilidad. ¿Cómo se están adaptando?

En España somos líderes en este terreno. Hace dos años constituimos Gerescal, que es la empresa que va a gestionar el residuo del calzado. Es decir, la compañía que será responsable de que los zapatos no lleguen al vertedero. Y ya hemos conseguido la licencia: somos el primer SCRAP (sistema colectivo de responsabilidad ampliada del productor) de calzado a nivel nacional y el segundo a nivel europeo.

«Que haya muchas ‘start-ups’ significa que el sector es atractivo para los jóvenes que quieren emprender»

¿A qué va a obligar exactamente la nueva normativa?

Como comentaba, la normativa va a obligar a que los zapatos no vayan a los vertederos a partir de 2026. Gerescal es como un Ecoembes del calzado, que lo que hace es cobrar una ecotasa a la marca y luego se encarga de gestionar la recogida y el reciclaje. Para ello ya estamos firmando convenios con empresas de recogida de residuos y con empresas valorizadoras. El objetivo es que algunos materiales, como los cordones y los apliques, se separen y vuelvan a ser materia prima para la industria auxiliar. Por otro lado, hay que separar la piel, que se tritura para que sea materia prima para otros sectores. Y por último está la parte del piso, que estamos viendo qué hacemos para que vuelva al mercado y para utilizarlo para fabricar pisos nuevos. También estamos viendo si podemos hacer una red europea de SCRAP. Si, por ejemplo, Gerescal puede tener participaciones en empresas de otros países, con lo que conseguiríamos tener una única ecotasa y que el precio fuera el mismo en todos los países.

¿Los consumidores demandan productos más sostenibles? ¿La ecología vende?

Depende del país, pero es verdad que cada vez más. Cuando tienes un producto que tiene la etiqueta leather working group, que es una forma de curtir más sostenible, o cuando dices que tu zapato tiene un porcentaje de materiales que son reciclados, el consumidor final sí lo reconoce. Es verdad que la madurez del consumidor es diferente en cada uno de los países. Por ejemplo, EEUU es uno de los países donde el consumidor está mucho más educado y es probablemente más exigente.

¿Cómo definiría la salud del sector del calzado en España?

Creo que ahora las empresas estamos más preparadas para la adaptación. Hemos invertido mucho en los últimos años en todo el tema tecnológico, en la digitalización, y en adaptarnos a las nuevas tendencias de sostenibilidad. También somos mucho más rápidos y mucho más ágiles a la hora de adoptar nuevas metodologías de venta o de acomodarnos a los nuevos hábitos del consumidor final. Lo que veo es que las empresas son más profesionales.

En los últimos años ha habido una proliferación de nuevas marcas, muchas vinculadas a las sneakers [zapatillas deportivas]. ¿Cómo ve este fenómeno?

Que haya muchas start-ups, muchas empresas nuevas, es algo positivo para el sector porque significa que es un sector atractivo para que los jóvenes emprendan sus negocios. Lo que te está diciendo es que en un sector que goza de buena salud y que está vivo y en continuo movimiento.

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