Sector financiero

Los bancos incrementan su plantilla en España tras 14 años de recortes masivos

Las entidades aumentaron su número de trabajadores un 2% el año pasado gracias a la incorporación creciente de expertos en tecnología

Los presidentes de los mayores bancos españoles, Ana Botín (Santander), Carlos Torres Vila (BBVA), José Ignacio Goirigolzarri (CaixaBank) y Josep Oliu (Sabadell).

Los presidentes de los mayores bancos españoles, Ana Botín (Santander), Carlos Torres Vila (BBVA), José Ignacio Goirigolzarri (CaixaBank) y Josep Oliu (Sabadell).

Pablo Allendesalazar

Pablo Allendesalazar

Los bancos elevaron su plantilla en España el año pasado por primera vez desde que en 2008 comenzaron el durísimo ajuste de personal que emprendieron tras el estallido de la burbuja inmobiliaria en el país y el inicio de la gran crisis financiera internacional. Las entidades de depósito cerraron 2023 con 161.640 empleados, 3.322 y un 2% más que en el ejercicio precedente, según los últimos datos del Banco de España. Está por ver si el incremento marca un cambio de tendencia o supone un repunte puntual. Y en cualquier caso, el sector sigue contando con 109.215 empleados menos respecto al máximo histórico de 270.855 que alcanzó hace quince años, lo que supone que todavía acumula un recorte del 40%.

Paralelamente al incremento de plantilla, además, los bancos han seguido cerrando sucursales, aunque a menor ritmo. Las redujeron en 45 en 2023 y otras 43 en el primer trimestre de este año, con lo que su red ha bajado hasta las 17.560 oficinas, 28.147 y un 61% menos que en el máximo de septiembre de 2008. Las cifras de aquel momento estaban hinchadas por los excesos de la burbuja inmobiliaria. Sin embargo, el ajuste de sucursales de los últimos 15 años no solo responde a ello. Por una parte, el sector -a instancias de las autoridades supervisoras- respondió a la era de los tipos de interés ultrabajos (2014-2022) con recortes de oficinas y plantilla y con fusiones para reducir sus gastos y tratar de salvaguardar su maltrecha rentabilidad. 

Solo las tres últimas integraciones (Popular en Santander en 2017 y Bankia en CaixaBank y Liberbank en Unicaja en 2021) supusieron la destrucción de 13.231 empleos. Adicionalmente, el ajuste de oficinas se explica también por la creciente preferencia de buena parte de los clientes por acceder a los servicios bancarios a través de medios digitales, lo que ha provocado problemas de exclusión financiera en colectivos como los mayores y la España rural, para los que el Gobierno y la banca han pactado planes de inclusión en los últimos años. Esa creciente digitalización y el hecho de que la plantilla crezca mientras las sucursales bajan dan una pista del tipo de trabajadores que está provocando el incremento de plantilla de la banca. 

Empleados 'stem'

Lo explica José Luís Martínez Campuzano, portavoz de la patronal bancaria AEB: "Con la evolución y transformación tecnológica en la que se halla inmerso el sector, en línea con la demanda cada vez más digital de la sociedad, los perfiles comerciales siguen siendo necesarios. Pero con el objetivo de ofrecer un trato al cliente personalizado y especializado, se están demandando también perfiles 'stem' (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés) para que ayuden a tomar decisiones basadas en datos. Por último, las nuevas exigencias regulatorias y la sofisticación cada vez mayor en los mercados hacen necesario que se disponga de perfiles financieros muy preparados".

Los representantes de los trabajadores introducen un matiz relevante. "Desde hace años, se viene incrementando la contratación de informáticos, pero también otros técnicos especialistas. Ahora bien, sin que hayan aumentado las plantillas en sucursales, también se están produciendo relevos generacionales a través de prejubilaciones y nuevas contrataciones. Personal veterano -y con salario alto- es sustituido por personas más jóvenes con salarios de entrada, y por lo tanto más bajos. Este año el 'saldo neto' ha sido positivo al no darse procesos colectivos de salidas", apunta José María Martínez, secretario general de la federación de servicios de CCOO.

BBVA, en cabeza

Los diez bancos españoles que el Banco Central Europeo (BCE) supervisa directamente por su mayor tamaño son, lógicamente, los que más contribuyeron al aumento de plantilla de 2023. Aumentaron su número de trabajadores en 2.622 y un 1,9%, hasta los 142.456. El caso más destacado es el del BBVA, que incrementó su plantilla en España en 1.465 personas, hasta las 27.410, tras elevarla en 1.102 empleados en 2022. Además, el grupo anunció en marzo que prevé incorporar otros 1.225 profesionales ligados a la tecnología en España en 2024 para sus sedes en Madrid, Bilbao y Barcelona. El banco explicó que "lleva más de tres años poniendo en marcha diferentes planes e iniciativas para atraer el mejor talento tecnológico: ingenieros, matemáticos, expertos en inteligencia artificial, ciberseguridad o gestión de datos".

El segundo banco que más aumentó su plantilla en España el año pasado fue Abanca (en 443 empleados, hasta los 6.147), aunque en este caso hay que tener en cuenta que cerró la compra de su competidor Targobank, que tenía 507 trabajadores. El tercero fue el Sabadell (464, hasta los 13.455), que como el BBVA se ha lanzado a incorporar nuevos perfiles tras realizar ajustes excepcionales de plantilla en los años precedentes. Está por ver el efecto que tendría la opa lanzada por el banco de origen vasco sobre el catalán si tiene finalmente éxito: el BBVA afirma que no afectará mucho al empleo, pero el Sabadell lo pone en duda

En cuanto al resto de entidades, también elevaron su plantilla en el país CaixaBank (349, hasta los 40.174), Ibercaja (170, hasta los 4.964), Bankinter (62, hasta los 5.389) y Kutxabank (41, hasta los 5.384). En cambio, el Santander la mantuvo básicamente estable (26.834, cinco menos) y la redujeron Unicaja (en 330 personas, hasta las 7.523) y el Banco de Crédito Cooperativo-Grupo Cajamar (en 37, hasta los 4.964).

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