Elche CF

¿Debe tener el Elche un director deportivo?

Bragarnik reconoce como uno de los cambios para el próximo curso el refuerzo de una figura muy cuestionada en el club

Así han sido las explicaciones del propietario del Elche CF tras el fracaso de esta temporada

Áxel Álvarez

David Marín

David Marín

En su comparecencia ante los medios de esta semana, Christian Bragarnik dejó clara su intención de reforzar el área deportiva con la figura de un director deportivo que mejore la estructura que en los últimos años ha formado él mismo junto a Sergio Mantecón y, desde el curso pasado, Mauro Óbolo y Antonio Barragán.

Desde hace semanas, el propietario del Elche viene gestionando un cásting con perfiles de su agrado. Escuchando y apretando para tratar de imponer sus condiciones. No todos están dispuestos a aceptar el teórico poder ejecutivo que tendría Bragarnik, pese a que su intención sea delegar en la figura elegida. El argentino se mueve para que no se le escape su preferido, aunque en las negociaciones, como hiciera el jueves ante las cámaras, deja claro que quien llegue al club debe hacerlo siendo consecuente con las peculiares características del proyecto franjiverde.

¿Con un líder como Bragarnik es necesario un director deportivo? Todo apunta a que sí, sobre todo porque, como él mismo ha confesado, el máximo accionista tiene como proyecto prioritario al Elche, pero no único. Debe repartir tiempo y esfuerzos en otras tareas, a un lado y otro del océano. Por este motivo necesita alguien que viva 24/7 por el Elche.

Alguien con poder de decisión y con capacidad de convencer a Bragarnik de que sus apuestas son las mejores. Alguien que dedique no solo los periodos de fichajes a planificar el proyecto siguiente sino otras fases tan o más importantes. Por ejemplo, el Elche 2024-2025, en Segunda o en Primera, se debió empezar a construir en enero y no a mediados de junio. Debía haber un «Plan A», un «Plan B» y si fuera necesario extender hasta la letra del abecedario pertinente.

De Orta a Mantecón

El último en ocupar el cargo de director deportivo en el Elche ha sido Sergio Mantecón, que pese a las buenas palabras y agradecimientos expresados por Bragarnik, era un trabajador de club más que un hombre de plena confianza del propietario. Alguien que ya estaba en la anterior dirección deportiva, sin cargo de excesivo peso, y que se ha mantenido con el paso de los años, hasta que el argentino ha decidido reforzar realmente la dirección deportiva.

Curiosamente, hace diez años el Elche, con José Sepulcre como presidente, hizo un cambio de rumbo similar al que se quiere llevar a cabo este verano. El club prescindió de los servicios de Jesús de Huerta y contrató a Víctor Orta, tras su etapa como mano derecha de Monchi en el Sevilla y después de una temporada en el Zenit de San Petersburgo. El objetivo era profesionalizar el área y Orta trajo a un buen séquito de ayudantes. Su labor, sin embargo, quedó capada desde inicios de agosto, cuando LaLiga impidió fichar al Elche todo lo que quería el director deportivo debido a los problemas económicos que, meses después, derivaron en el descenso administrativo.

Víctor Orta, tras anunciar su despedida del Elche

Víctor Orta, tras anunciar su despedida del Elche / Antonio Amorós

Pese a la caída, el relevo de Orta fue otro hombre muy contrastado en el fútbol nacional como Ramon Planes, al que el directivo Juan Contreras, con quien le unía una estrecha amistad, logró convencer para que montara una plantilla en tiempo récord, con la ayuda del entrenador, Rubén Baraja. La cosa funcionó, el Elche post-descenso se salvó sin problemas, pero no le dio para pelear hasta el final por el ascenso. Planes, que inicialmente iba a renovar, acabó dimitiendo.

Ramon Planes se abraza con Juan Contreras tras presentar su dimisión

Ramon Planes se abraza con Juan Contreras tras presentar su dimisión / Antonio Amorós

Tanto Orta como Planes han desarrollado, tras su paso por el Elche, notables carreras en clubes como Middlesbrough, Leeds United, Sevilla, Getafe, Barcelona o Betis. El testigo del catalán lo tomó «Chuti» Molina, con su peculiar estilo y forma de ser y una temporada que finalizó con la destitución de su entrenador, Alberto Toril, su dimisión y el descenso a Segunda B. El encargado de sacar a los franjiverdes de ese pozo fue Jorge Cordero. Lo logró con un éxito en el que tuvo demasiados roces y que provocó que Sepulcre decidiera sustituirle por Nico Rodríguez. En el caso del madrileño, el feeling con Bragarnik, una vez que el argentino adquirió el club, nunca fue bueno, por lo que se acabó marchando en 2022.

Nico Rodríguez, último director deportivo de Sepulcre y primero de Bragarnik

Nico Rodríguez, último director deportivo de Sepulcre y primero de Bragarnik / Antonio Amorós

Ventas para el club

Pese a que los resultados han sido variables con los diversos directores deportivos mencionados, a Bragarnik ninguno de ellos parece encajarle en su idea para el cargo, a tenor de sus propias palabras, en las que criticó la carencia de ventas en el Elche de los tiempos previos a su llegada.

Bragarnik sigue un entrenamiento del Elche junto a Sergio Mantecón

Bragarnik sigue un entrenamiento del Elche junto a Sergio Mantecón / Áxel Álvarez

Ahora, la intención de Bragarnik es que la entidad ilicitana adquiera futbolistas jóvenes y con proyección, que se revaloricen en el Martínez Valero y que generen plusvalías en futuras ventas. Una idea de proyecto que vaya de la mano del estilo de juego desarrollado este curso por el equipo. Para ello hace falta un director deportivo valiente, con un entrenador que mantenga la línea de la 2023-2024, aunque con mejores resultados. Algo que, eso sí, tampoco te garantiza ningún técnico ni ningún director deportivo.

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