El "circo" se instala en el pleno de Elche

Los políticos apenas debaten sobre problemas reales e inmediatos de los ilicitanos y dedican la mayor parte de la sesión a echarse los trastos a la cabeza. Los socialistas cuestionan la imparcialidad de la presidencia y toman la palabra sin estar en posesión de ella al sentirse continuamente insultados

Enfado de la bancada socialista

Enfado de la bancada socialista / Antonio Amorós

Pleno el de este lunes que lamentablemente poco tuvo de ordinario. El poso que dejó la sesión celebrada en el Ayuntamiento de Elche fue el de bronca continuada, donde el reproche al contrario predominó, con palabras y frases gruesas y en el que apenas se avanzó en problemas reales o al menos urgentes de los ilicitanos.

Desde el cambio de gobierno en Elche, los grupos más o menos se habían contenido en sus críticas o ataques, había habido un cierto respeto mutuo coincidiendo con el inicio del nuevo mandato municipal, pero en el pleno de este lunes se volvió, por parte de todos, a mostrar la peor de las caras de los políticos.

Navarro, Guilabert y Ruz, en un instante del pleno

Navarro, Guilabert y Ruz, en un instante del pleno / Antonio Amorós

Varios ediles fueron los contribuyeron a que la sesión se convirtiera en un "circo", palabra que utilizaron tanto PSOE como PP. Incluso se dio varios tirones de orejas desde la bancada socialista a la presidencia del pleno, que no recae en el alcalde, para que fuera imparcial y que se limitara a controlar los tiempos y no entrar a valorar las manifestaciones de cada grupo.

La socialista Patricia Maciá, en un turno de palabra

La socialista Patricia Maciá, en un turno de palabra / Antonio Amorós

Acusaciones de machista al exconcejal de Igualdad, al socialista Mariano Valera, al que terminaron por soliviantar (el PP dijo que interrumpir a un mujer cuando estaba en el uso de la palabra también era machismo, refiriéndose al socialista y en pleno debate encendido con la violencia de género de fondo), referencias a que los socialistas eran "puteros", "cocainómanos", "traidores", al menos así se entendió en la bancada socialista y dentro del contexto de una moción sobre los ERE de Andalucía (el PP asegura que no se refería ni por asomo a los ediles ilicitanos y que lo que habían dicho es que se utilizó el dinero de los trabajadores para pagar cocaína y prostitución), o no poder defender sus argumentos en un turno de explicación de voto llevó a que la bancada del PSOE se revolucionara más de la cuenta, tomara la palabra en numerosas ocasiones sin estar en posesión de ella y arremetiera contra el trabajo de la moderadora y a su vez presidenta del pleno. Mientras. PP y PSOE pedían que el otro se disculpara en un continuo debate de sordos y donde la tensión subía y bajaba continuamente.

Y es que cada grupo trató de convencer de que sus propuestas eran las mejores, y las del de enfrente, todo lo contrario. El consenso brilló por su ausencia en asuntos importantes, como un plan de ayudas para fomentar el alquiler en la ciudad, educación sexual para el alumnado, en aportar para combatir la violencia de género (gobierno y oposición se acusaron de no estar al lado de las víctimas o de más bien estar del lado de los violentos, entre otras muchas cosas) o unir fuerzas para crear el mejor centro cultural posible en Carrús, independientemente del nombre que se le dé.

Los socialistas expresan su malestar

Los socialistas expresan su malestar / Antonio Amorós

Los parlamentos grandilocuentes o tratar de denigrar y ridiculizar al contrario ocuparon buena parte de un pleno en el que se anunció al menos que en los presupuestos de 2024 se mantendrán las ayudas de 1,5 millones de euros para pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y en el que se vislumbró que el nuevo ejecutivo tiene intención de poner en marcha un plan para ayudas a alquileres con pisos asequibles, medidas antiocupación y protección de la vivienda privada, además de potenciar esas ayudas al IBI, según se podía deducir de las intervenciones de los representantes de Vox y PP.

Un Consejo Social más amplio

El primer punto fue confirmar que el Consejo Social de la ciudad, el mayor órgano de participación del municipio, se amplía. Así, se incluye como miembros de pleno derecho a entidades de carácter social, cultural y festeras. También a nivel sindical sumando a aquellos sindicatos con una mayor representación en el Ayuntamiento, y progresando de tres a cinco el número de profesionales de reconocido prestigio. La oposición se abstuvo en esta modificación del reglamento orgánico del Consejo Social sin dar explicación de voto.

También salió adelante una modificación presupuestaria por importe de 2.061.000 euros, en su mayor parte (1,4 millones) para pagar sobreesfuerzos de empleados municipales y otras nóminas. Estos dos millones se pagarán con 1,4 millones de remanente de tesorería, 305.000 de intereses bancarios recibidos y también con más de 356.000 euros de ayudas al sector agrario que no han sido utilizadas tras finalizarse el plazo.

Esther Díez, de Compromís

Esther Díez, de Compromís / Antonio Amorós

Esto va a permitir además aumentar las ayudas del IBI en 200.000 euros, situándose así el total este año en 1,5 millones de euros por este concepto, la mayor cantidad para este fin que se da en la historia y que ya dejó tasada el anterior equipo de gobierno en sus bases. Dar a luz un nuevo y gigante poblado de Belén, 50.000 euros más para gastos de la organización de fiestas o potenciar el plan de comunicación municipal en otros 90.000 euros serán otras de las partidas suplementadas. En distintos momentos del pleno la oposición reiteró continuamente que los que habían venido a recortar en gastos superfluos (PP y Vox) apostaran en realidad por gastar más en protocolo, comunicación y prensa.

Instagram

El edil socialista Héctor Díez incluso cuantificó en 1.625 euros a la semana lo que el equipo de gobierno se iba a gastar solo en spots o anuncios en Instagram.

"Nada para los servicios sociales, sanidad, educación o parques y jardines, pero sí para comunicación", criticaba la socialista Patricia Maciá, quien recordaba al ejecutivo actual las críticas que PP y Vox les hacían por invertir en comunicación, protocolo o asesores. "13.000 euros en reportajes fotográficos, spots y redes sociales se va a gastar señora (Aurora) Rodil", dirigiéndose a la edil de Vox al tiempo que manifestaba frases como "este equipo de gobierno tiene agujeros en las manos" o que el alcalde "está obsesionado con las redes sociales, en especial con Instagram". Para los socialistas, se trataba en definitiva de "caprichos en comunicación".

Ante ello, el vicealcalde, Francisco José Soler, del PP, les respondía que cuando la oposición gobernaba llegaron a tener "partidas de 70.000 euros para fotografías en cuatro años".

Para Esther Díez, de Compromís, el problema estaba en la incongruencia: "Vemos que en el fondo ahora les parece bien mientras antes criticaban estas medidas. Ahora tenemos un gobierno al que le cuesta un millón de euros más en una legislatura en personal de confianza. Las partidas para promoción del gobierno municipal no paran de incrementarse y eso contrasta con las necesidades de los ilicitanos. Después de regalar dinero a los ricos nos tememos que los presupuestos de 2024 van a ser muy duros (en alusión al presidente Carlos Mazón con estas mismas palabras sobre las nuevas cuentas de la Generalitat) porque son excusas de mal gestor. La prioridad es lo social y así se tendría que ver reflejado en el presupuesto y no el gasto de promoción".

Maciá sacó a colación las enmiendas del PP de 28 de noviembre en 2022 al presupuesto de 2023 entre las que el PP pedía a PSOE y Compromís rebajar en 50.000 euros el presupuestos del plan de comunicación. .

Edificio de Correos

De los pocos puntos en que hubo consenso, aunque tampoco faltaron los reproches, fue sobre la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para que el antiguo inmueble de Correos pueda acoger el centro de formación proyectado, "aunque no se sabe a qué se va a destinar finalmente el proyecto", remarcaba la exedil de Urbanismo, la socialista Ana Arabid, quien pidió también la peatonalización del entorno, además de recordar que fue un proyecto iniciado por el anterior equipo de gobierno del PSOE y Compromís y de la anterior Generalitat.