El contador se pone a cero para Pablo Ruz

El alcalde destaca su sintonía con Vox y quiere atraer al centro a las marcas de calzado

Entre las cuestiones pendientes, el Mercado Central, los parkings o el suelo industrial

Pablo Ruz, el día de su toma de posesión, el 17 de junio de 2023.

Pablo Ruz, el día de su toma de posesión, el 17 de junio de 2023. / Matías Segarra

María Pomares

María Pomares

 Precisamente este martes se cumplía un año desde la cita con las urnas que le permitió al PP y a Pablo Ruz, con el apoyo de Vox, hacerse con la vara de mando en el que se convirtió en el primer gran pacto entre ambas formaciones tras el 28M. Por eso mismo, no quedaba otra que hacer balance, por más que el alcalde se encargara de subrayar que, «como en los cursos escolares, las calificaciones se ponen cuando terminamos». 

Así las cosas, subrayó algo que, a estas alturas, está de más decir: la «sintonía» con sus socios de coalición. «A pesar de las circunstancias, somos un equipo unido y cada concejal trabaja en su área de una manera muy responsable», destacó el alcalde. Posteriormente, incluso utilizaría el término «bache». Una «sintonía» que quedó en evidencia en el «bache» más importante al que se ha tenido que enfrentar el Ejecutivo local en este primer año: la crisis provocada por el ya ex edil de Recursos Humanos y Deportes, José Navarro, al que se le acusó de entrar en estado ebrio y mantener relaciones sexuales debajo de un trono de Semana Santa el Viernes de Dolores, algo esto último que él siempre negó. El cierre de filas por parte de Vox con Ruz y el PP fue total y absoluto en ese momento.

Pablo Ruz, el día de su toma de posesión, el 17 de junio de 2023.

Pablo Ruz, el día de su toma de posesión, el 17 de junio de 2023. / Matías Segarra

Ruz destacó eso, la predisposición del personal municipal; que «están todos los proyectos en marcha» y que a la junta de gobierno de esta semana irá una veintena de adjudicaciones más, aunque admitió que los procesos administrativos son los que están dilatando algo más las cosas; y subrayó la presencia permanente del Ejecutivo local en la calle

Tres nombres propios

Habló de eso, y puso en valor tres nombres propios: el del edil de Estrategia Urbana, Francisco Soler, con un carácter técnico muy marcado y que se ha convertido en una de las dianas predilectas para el principal partido de la oposición, el PSOE; el del jefe del Consell, Carlos Mazón, de quien, no en vano, dependen los que están llamados a ser los proyectos estratégicos de este mandato -Ronda Sur, E-Tram y Clarisas-; y el de Sergio Rodríguez, fallecido hace ahora casi dos años y que fue uno de los artífices de que Pablo Ruz y el PP llegaran donde han llegado. «Era un proyecto de Sergio y de un servidor, y estamos intentando hacerlo bien», señaló el alcalde, fiel a esa buena costumbre ya de recordar, cuando toca celebrar algún triunfo, a quien fuera el secretario general del PP y quien estuvo con él desde el principio, hasta cuando vinieron mal dadas.

También le sirvieron en bandeja opinar de la oposición. Rebajó bastante el tono respecto a otras ocasiones, pero no dejó desaprovechar la ocasión. Le vinieron a preguntar si se arrepentía de las dedicaciones exclusivas que le había dado a la oposición y, en particular, a los socialistas. Contestó que no, que para nada, y que, de hecho, así lo había certificado el bipartito en el Reglamento Orgánico Municipal, en el ROM. Defendió que era una forma de garantizar una oposición que hiciera su papel, que fiscalizara, aunque dejó caer que, por eso mismo, espera algo más que una oposición que sólo habla del pago de desayunos, en alusión a la denuncia que hizo pública el PSOE la semana pasada. Ruz, de paso, trataba de quitar hierro a este asunto.

La bancada de la oposición, el 17 de junio de 2023, cuando se constituyó la Corporación municipal.

La bancada de la oposición, el 17 de junio de 2023, cuando se constituyó la Corporación municipal. / Matías Segarra

Autocrítica

¿Autocrítica? «Hay muchas cosas que mejorar», respondió. Por ejemplo, seguir trabajando para que las concejalías no sean compartimentos estancos; no estar tan pendientes de las redes sociales en detrimento de los medios de comunicación, porque, apostilló, «la prensa está para fiscalizar»; o abrir las fiestas a toda la ciudadanía. Llamativo es que en este punto tratara de salir al paso de las críticas de la oposición, que le reprocha que no confronte en las sesiones plenarias. «Dejé la presidencia del pleno para confrontar, pero se interviene en la explicación del voto porque la sociedad está saturada de ruido», alegó un alcalde que admitió ser un tanto «intenso».

Entre los proyectos para este próximo año, dinamizar el centro de Elche con la presencia las grandes marcas de calzado ilicitano para que sean un atractivo turístico más, desencallar el proyecto del Mercado Central y las obras del Paseo de Germanías, los aparcamientos prometidos en campaña, Jayton o las Clarisas, junto a la Ronda Sur o el E-Tram. «Está todo iniciado», señaló. Incluso admitió que ya se ha enviado un proyecto de estatutos al Obispado para poner en marcha la fundación que debe canalizar las ayudas para la restauración de la basílica de Santa María.

La herencia recibida

Ahora bien, fue elocuente que, respecto al Palacio de Congresos, y cuando ya han pasado tres meses desde que se firmara el convenio con la Diputación sin que desde entonces se hayan tenido más noticias, el alcalde dijera que se están preparando las bases del concurso, y atribuyera la demora al anterior equipo de gobierno de izquierdas. Un recurso, el de la herencia recibida, cuyo crédito empieza a acabarse pasado el primer año. Para lo bueno y para lo malo. Y éste será uno de los aspectos en los que Pablo Ruz y su equipo tendrán que poner el contador a cero.

Un año después ya da igual si la izquierda boicoteó o no el Palacio de Congresos, si no hizo nada con la Ronda Sur o si rechazó el proyecto de tranvía para Elche. Lo que importa es lo que haga el actual Ejecutivo local, cuando, además, la Diputación y el Consell tienen el mismo color político que el Ayuntamiento, y cuando, encima, ya no tienen que ajustarse a un presupuesto hecho por otro gobierno. 

De otro mandato

En paralelo, muchos de los proyectos que, hasta la fecha, ha presentado el Ejecutivo local venían del mandato anterior. Simplemente, había que darles el empujón final, y en eso los de Ruz han sabido estar hábiles, aún cuando nunca han ocultado que empezaron a tramitarse con sus antecesores en la Plaça de Baix. Sin embargo, también tendrán que darle un impulso a los proyectos propios y, en particular, a las promesas que se vendieron a bombo y platillo en campaña. El propio Pablo Ruz recordaba este martes los aparcamientos -se comprometió en mayo del año pasado a crear hasta 1.500 plazas de parking-, pero tampoco se ha sabido nada del Patronato Municipal de Deportes que, en teoría, iba a dirigir Nino, del tercer carril en la rotonda de l’Aljub o del templete de la Glorieta, por ejemplo.

La bancada del PP y Vox, el 17 de junio de 2023, cuando se constituyó la Corporación municipal.

La bancada del PP y Vox, el 17 de junio de 2023, cuando se constituyó la Corporación municipal. / Matías Segarra

El ecuador, clave

Cierto es que sólo ha transcurrido un año, pero la experiencia dice que, pasado el ecuador del mandato, todo empieza a ser más complicado si previamente no se ha activado la maquinaria. Algo que, además, sería aplicable a todos los grandes proyectos que permanecen enquistados desde hace ya demasiados años en Elche, como el Mercado Central o la creación de suelo industrial, más allá de la última ampliación del Parque Empresarial.

Estética y detalles

Pablo Ruz y su equipo han primado mucho la estética y los detalles. Árboles y flores en zonas varias de Elche, renovación de farolas y hasta la instalación de un toldo en la Plaça de Baix para la gente que espera su turno en la OMAC son cuestiones que los ilicitanos y las ilicitanas agradecen, y mucho, pero dar una solución definitiva al Mercado Central o impulsar un proyecto sólido para evitar que el tejido productivo se acabe yendo a otros municipios también sería agradecido. Basta recordar que las oportunidades de empleo y desarrollo profesional, junto a la red de comunicaciones de Elche y su entorno, y las actividades culturales y de ocio son en estos momentos la principal fuente de insatisfacción de los ilicitanos e ilicitanas, según la encuesta realizada en noviembre pasado en el marco de la Agenda Urbana.

Proyección exterior

Falta eso, y como opinan en determinados círculos empresariales, más proyección exterior. Está muy bien que Elche represente a España desde este miércoles, junto a Galicia, Canarias y Andalucía, en la feria Jardins, Jardin de París, pero pocas veces se ha saltado a la esfera nacional y, cuando se ha hecho, ha sido con polémicas en las que el nombre de la ciudad no ha salido bien parado. Ahí está la supresión de carriles bici y el escándalo de Semana Santa, con crisis que se gestionaron tarde y mal. También ahí Pablo Ruz y los suyos tendrán que poner el contador a cero en el Ayuntamiento de Elche.

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