Más de 700 pacientes en lista de espera para el traumatólogo en Elche y demoras de hasta seis meses

El Hospital General tiene el mayor colapso en esta especialidad con tres meses de espera de media y en el Vinalopó llega hasta los 43 días

Reducir la estancia tras la operación, entre los retos que se marcan

Una cirugía ortopédica en un hospital de la provincia de Alicante.  | ANTONIO  AMORÓS

Una cirugía ortopédica en un hospital de la provincia de Alicante. | ANTONIO AMORÓS / Antonio Amorós

J. R. Esquinas

J. R. Esquinas

Las listas de espera para acudir a citas con el traumatólogo o someterse a una cirugía ortopédica superan las 700 personas en Elche y el tiempo para ser atendido es muy variable según el hospital: de 43 días en el Vinalopó a 107 de media en el General, aunque en más de la mitad de los casos las demoras pueden llegar a superar los seis meses.

Esta es la especialidad que mayor carga de trabajo tiene en el Hospital General. Desde el área de Traumatología estiman que en estos momentos hay más de 700 personas esperando una intervención. Si bien en diciembre se registraban más de 870 personas según el último informe que publicó la propia Conselleria de Sanidad.

Los pacientes que esperan una prótesis de cadera (unos 70 casos) son los que más tiempo aguardan para ser intervenidos, 189 días de media, mientras que en la cirugía de rodilla (más de 150 usuarios) el retraso es de unos 56 días. Para someterse a pruebas como una artroscopia, los pacientes adscritos a este departamento tienen que esperar más de tres meses.

Sin superar 45 días en Vinalopó

En el Hospital Vinalopó, según los últimos registros, había 341 personas en lista de espera en esta especialidad aunque el departamento de salud no ha trasladado a este diario el dato actualizado a las puertas del verano. Sea como fuere, sumando los dos departamentos se podría superar el millar de pacientes. Los tiempos de demora, según las mediciones de Sanidad, no superan los 45 días en ninguna de las intervenciones en el hospital gestionado por Ribera Salud.

Uno de los expositores del congreso este viernes en Elche.

Uno de los expositores del congreso este viernes en Elche. / Matías Segarra

Antonio Jover Carrillo, jefe de Servicio de Traumatología del Hospital General, reconoce que las listas de espera son «bastante grandes» y lo achaca a que, por un lado, la población confía más en los servicios de salud, hay más población adscrita al sistema sanitario y «necesitaríamos bastante más para equilibrar la oferta quirúrgica con la demanda».

En este sentido, apunta que faltan espacios de trabajo y personal, a pesar de que, en estos momentos, hay 17 facultativos en la especialidad. De igual modo, explica que se está haciendo un esfuerzo para derivar pacientes a las clínicas privadas de la provincia que lo soliciten dentro del plan de choque, instrumento que creció un 30 % el pasado año a nivel provincial para reducir la abultada lista de espera.

El envejecimiento de la población acelera las fracturas de extremidades

El Hospital General de Elche ha intervenido en algo más de una década a unas 300 personas mayores de 65 con fracturas de húmero proximal. Los sanitarios explican que progresivamente se tratan más casos de roturas de este hueso por el envejecimiento paulatino de la población y porque la mejora de los tratamientos ha hecho posible que los casos que hace unos años no se operaban, dejando inmovilizada esta parte del cuerpo, ahora sí, porque la cirugía permite que el paciente pueda ver restituida la anatomía del hueso tras la fractura. 

Este fue uno de los detalles que abordó el área de Traumatología del departamento ilicitano, que junto al Hospital Vega Baja organizaron desde el jueves y hasta ayer el 51º Congreso de la Sociedad de Traumatología y Cirugía Ortopédica de la Comunidad Valenciana. 

En el encuentro en el Centro de Congresos se dieron cita unos 150 facultativos especialistas y en formación para participar en los distintos foros de expertos y talleres sobre nuevas tecnologías como robótica, navegación y simulación virtual en cirugía, ya que, según los organizadores, estas nuevas tecnologías suponen que haya más fiabilidad y precisión a la hora de operar. 

Precisamente este espacio sirvió para que los profesionales debatieran sobre las controversias que siguen existiendo sobre el tratamiento de fracturas complejas en cuanto a si es necesario decantarse en un primer momento por implantar prótesis o trabajar por la recuperación cuando sea posible.  

El doctor Javier Ricón Recarey, jefe de Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Vega Baja de Orihuela, destacó que la cita sirve para dar cuenta de cómo se ha mejorado la eficiencia en el uso del ingreso hospitalario para pacientes intervenidos con prótesis de rodilla o cadera; de los tipos de anticoagulación que se suelen dar, el impacto de los antiagregantes en la cirugía de fracturas de cadera, la mejora de la prevención de la infección en cirugías, y la utilidad de técnicas con anestesia local controlada.

Durante los dos días se presentaron 48 comunicaciones orales seleccionadas y agrupadas en otros tantos grupos de patología como mano-miembro superior, infección-trauma, cadera, tumor-pie-tobillo, rodilla, hombro y miscelánea. A su vez se presentaron 64 trabajos científicos en modo póster electrónico en paneles de ordenadores accesibles.

Cierre del 51º Congreso de Traumotología en Elche

Cierre del 51º Congreso de Traumotología en Elche / Matías Segarra

Reducir las estancias en el hospital

Además de minimizar los retrasos para intervenir desde este área, en el General refieren que otro de los mayores retos es reducir la estancia media en el hospital después de una operación, que suele estar en dos días, para que reciban el alta el mismo día o al día siguiente de pasar por quirófano. Jover Carrillo refiere que, por ahora, ya hay entre un 15 y un 20 % de los pacientes que suelen salir en menos de 24 horas del hospital y la idea es ampliar sobremanera el porcentaje en aquellos casos en los que el paciente no corra riesgo. Entienden que van en el camino correcto con la evolución de las tecnologías, con actuaciones menos invasivas que consiguen menos lesión de los tejidos y menos sangrados, sumado a que se emplean técnicas anestésicas que alivian el dolor postquirúrgico.

Aunque el profesional expone que la recuperación en el domicilio puede ser más satisfactoria en muchos casos, todavía falta avanzar en la preparación de las consultas para estandarizar este seguimiento domiciliario.

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