Un georradar "explora" el subsuelo de la basílica de Santa María de Elche

Decenas de feligreses se han visto sorprendidos esta mañana al encontrarse el templo cerrado

Técnicos recogen datos de cara a posibles informes arqueológicos no solo del inmueble, sino también de su entorno perimetral

El georradar, esta mañana en la basílica de Santa María de Elche

El georradar, esta mañana en la basílica de Santa María de Elche / Áxel Álvarez

Un georradar ha estado explorando en esta mañana de lunes el subsuelo de la basílica de Santa María de Elche. El objetivo es conocer qué vestigios hay bajo la planta del templo, datos muy valiosos en definitiva en caso de que sean necesarios para acometer la ansiada reforma de este inmueble que aún no tiene fecha.

Pero además, el georradar tenía también como tarea este lunes ampliar su "misión exploratoria" a la calle La Fira y a la plaza del Congreso Eucarístico. La idea es aprovechar que está en Elche este aparato, desplazado desde de Mérida, para conocer en parte lo que hay debajo de la superficie de estos espacios públicos de cara a ese anunciado proyecto de reforma total del entorno de la basílica y que va a impulsar el Ayuntamiento.

Comisión de ejecución

"Esperamos que nos aporte datos concretos del subsuelo para nosotros poder trasladarlos a la comisión técnica de rehabilitación de Santa María y para la arquitecta que está haciendo el proyecto de ejecución" de la reforma, indica Francisco Trives, arquitecto técnico y miembro de la citada comisión.

El templo se ha tenido que despejar para que pueda avanzar el georradar

El templo se ha tenido que despejar para que pueda avanzar el georradar / Áxel Álvarez

Según fuentes municipales, se trata de una pequeña prospección para documentar los posibles vestigios que pueda haber tanto en el subsuelo de Santa María como en los espacios perimetrales de la calle La Fira y la plaza del Congreso Eucarístico.

Problemas estructurales

Este radar, que es capaz de detectar materiales y objetos por debajo del nivel del suelo, viene a atender por tanto y en parte a las necesidades del Patronato del Misteri por los problemas estructurales del inmueble que acoge las representaciones del Misteri d'Elx, sobre todo por si fuera necesario acometer trabajos arqueológicos.

Pero es que además se trata de ganar tiempo, de poder adelantarse de cara a los posibles estudios arqueológicos que se vayan a solicitar en caso de que se acometa la rehabilitación del templo, pero también de la zona exterior del mismo.

Desarrollo urbanístico

Desde el Ayuntamiento de Elche se defiende que no es del todo cierto que el patrimonio arqueológico, como ocurre en esta zona, impida el desarrollo urbanístico, sino que se trata de conocer lo que hay para, si así se estima, se pueda proteger y conservar debidamente, a la vez que, en muchas ocasiones, se puede compatibilizar con proyectos de mejora del entorno.

El caso es que este lunes por la mañana la basílica de Santa María amanecía cerrada a cal y canto y muchos se mostraban extrañados porque al acudir a la misma se encontraban con las puertas cerradas, algo muy poco habitual. Algunas personas traían flores a la Patrona, otras se acercaban a confesarse o rezar, pero, con las puertas cerradas, todas terminaban por preguntarse qué estaba pasando o por qué el horario del templo no se estaba cumpliendo. La razón era que el georradar estaba haciendo continuas pasadas por la planta del templo y esto supuso mover los bancos de un lado a otro sin parar para dejar expedita la zona. Esto, a todas luces, era incompatible con el trasiego de feligreses, de ahí que se restringiera el acceso al templo durante unas horas.

CSIC

El georradar pertenece al Instituto de Arqueología de Mérida, centro adscrito al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y básicamente recoge en una pantalla el reflejo de la energía que se genera.

Hace casi dos años y medio el plan director sobre la recuperación de Santa María recogía que harían falta unos 6,9 millones de euros para poner fin a la situación de deterioro de Santa María, algo que se podría prolongar a lo largo de una década. Este plan director buscaba ser una radiografía al detalle del estado en el que se encontraba el templo y poder establecer así las prioridades.

Inversión

Fue en el marco de ese plan director en el que en agosto del año pasado, el Ayuntamiento de Elche e Iglesia firmaban un convenio de colaboración por valor de 90.000 euros para que se diseñara la primera fase de una actuación que se estimó que sobrepasaría los 3,5 millones de euros. El propósito de esta primera fase era intervenir en cubiertas, fachadas, humedades y áreas internas del edificio.

Poco después, en septiembre, se firmaba un contrato con el despacho Almagra Arquitectura i Patrimoni, de València, especializado en patrimonio, para desarrollar el proyecto básico de ejecución para la primera fase de rehabilitación del templo, un documento que debe estar concluido en un par de meses tras ampliarse algunos de sus cometidos.

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