Opinión | Esto no es un cuaderno

Corre, corre que nos pillan

El alcalde popular ilicitano, Pablo Ruz, y su socia y portaVox, Aurora Rodil, se sentaron en el porche de la remozada casa camperola del Hort dels Pontos, entonaron el «Cumpleaños feliz… y que cumplas muchos más

Aurora Rodil y Pablo Ruz, el día del balance del primer año. | M.ANUEL ALARCÓN

Aurora Rodil y Pablo Ruz, el día del balance del primer año. | M.ANUEL ALARCÓN / M. Alarcón

«¿Y si en vez de planear tanto

voláramos un poco más alto?».

Mafalda, personaje del

historietista Quino

(1932-2020).

El alcalde popular ilicitano, Pablo Ruz, y su socia y portaVox, Aurora Rodil, se sentaron en el porche de la remozada casa camperola del Hort dels Pontos, entonaron el «Cumpleaños feliz… y que cumplas muchos más», soplaron la solitaria velita y repartieron la tarta entre los asistentes. Hubo música ambiente pero se echó en falta a una banda sinfónica interpretando «El Abanico» y, por añadidura, el «Ave María» en cualquiera de sus múltiples versiones (la de Schubert, preferiblemente). Y, por supuesto, tampoco habría quedado mal una coetà y un repique de campanas (el tedeum mejor dejarlo para el segundo aniversario). Por lo demás, todo bien en el primer año del primer bipartito de derechas en la reciente historia democrática de Elche. O al menos eso dijeron, entre arrumacos, elogios y parabienes mutuos bajo el bamboleo de las palmeras y el trinar de los gafarrones.

Todo ha sido entendimiento, buen rollo y sintonía personal (salvo alguna cosa) entre PP y Vox en estos doce meses, incluidos los peores momentos de la crisis del Viernes de Dolores. Ruz apuntó que ya tienen en marcha (en cualquier de sus fases y/o secuencias) el 80% del Pacto de Valverde firmado entre ambos partidos. Se ve que han ajustado mejor las cuentas (en especial los decimales residuales), porque Rodil aseguró hace unas semanas que llevaban el 90%. Pequeñas discrepancias estadísticas sin importancia que no enturbian la solemnidad del momento ni el hecho intrínseco en sí mismo de la cohabitación en camas separadas.

Oposición

Sin embargo, desde la oposición (que no fue invitada a la fiesta de cumpleaños; así al menos se ahorraron el regalo) el balance arroja un saldo negativo y con evidentes números rojos (azul verdoso en este caso). Mucho folklore, muchos belenes, muchas flores y farolas pero lo único que hay en ejecución un año después son las obras que dejaron encarrilladas PSOE y Compromís en el anterior mandato, han venido a denunciar (con afán fiscalizador constructivo, por supuesto). Ruz les responde que el actual gobierno tiene ya en marcha casi la mitad de las inversiones previstas para este ejercicio, algo insólito, según recalcó con redoble de tambor, y que todo el mundo sabía (incluidos los agnósticos) que iba a poner un belén en cada esquina. No ha llegado a tanto en su primer año, pero ahí queda su declaración de intenciones. Atentos a próximas ediciones.

La compromisaria Esther Díez sostiene que el alcalde popular tiene una doble personalidad; que sonríe sin parar a las ancianitas y a los niños, pero luego es cruel y despiadado con los adversarios políticos. Vamos, una versión local del doctor Jekyll y el señor Hyde. No hay más que verle en los plenos, donde por momentos parece tranquilo y relajado, y al instante siguiente se yergue y lanza toda clase de improperios y denuestos a la bancada opositora. No es el alcalde de todos los ilicitanos que prometió en su discurso de toma de posesión, sino alguien sectario y partidista, además de mala persona pese a las apariencias, denuncian. Su antecesor en la alcaldía, el socialista Carlos González, llamó a Ruz ángel del apocalipsis cuando lanzaba soflamas desde la oposición contra el bipartito de izquierdas, pero ahora Díez le achaca un trastorno de doble personalidad política, lo cual es más serio.

Ruz niega la mayor, reivindica su buen estado mental y argumenta que sus subidas de tono, si las hubo o hubiera, responden exclusivamente a la exacerbación que le produce en momentos puntuales el comportamiento de la oposición, que solo se fija en menudencias y chascarrillos, y no se está ganando las exclusivas. No lo dice abiertamente por recato, pero aseguran que ve a Díez como la lady Macbeth de la política local.

Por su parte, el portavoz socialista, Héctor Díez, asegura que sus concejales (los del PSOE) han sabido estar en este año. Ser y estar, que no era fácil volver a la oposición. Han estado en todo lo que tenían que estar y han sido lo que se esperaba que fueran, ni más ni menos, sea lo que fuere que se esperara de ellos y ellas. Es decir, se dan un aprobado alto, incluso un notable en fiscalización. Pero todo a su ritmo, sin prisas ni atropellamiento. No hay que confundir empuje con ansiedad, asegura, aunque no queda claro si se refería a la labor opositora del grupo socialista o a la gestión del alcalde. O a los dos. Indagaremos.

En cualquier caso, también ha habido autocrítica por parte de la primera autoridad local: es consciente de que ha pedido demasiado a su equipo en este año, de ahí que el empuje haya derivado en ansiedad en no pocos concejales. Vale. ¿Y qué más? No nada más, eso solo. Todo lo demás perfecto, aunque se haya dejado a dos concejales y los 43 millones de la deuda de la UMH por el camino. Y quien diga lo contrario se las verá con Rodil.

No contenta con esta sentida autocrítica, la oposición le acusa de manirroto y de gastar como si no hubiera un mañana ni un segundo año de mandato. Y además mete el dedo donde más duele, tratando de fastidiarle la fiesta del cumple. ¿Va a hacer o no el aparcamiento subterráneo en la plaza de las Flores? Porque los placeros insisten por activa, pasiva y pluscuamperfecto que no se irán al nuevo Mercado Central si no hay parking. Ahora no toca abrir ese melón de Carrizales, responde Ruz; cuando lleguemos el río cruzaremos ese puente (o la pasarela, que está más cerca). Ya, pero a ver si nos vamos a gastar diez millones en la rehabilitación y luego se queda vacío, y sin poder eliminar el mamotreto provisional por la negativa de los vendedores a abandonarlo, insisten PSOE y Compromís, dale que te pego. Todo se arreglará, porfía el alcalde, y no solo nos comeremos ese melón sino también un arroz con costra en los puestos de gastronomía que se instalarán. Todo está previsto y controlado (salvo alguna cosa).

"No se duerme en los laureles"

El bipartito local no se duerme en los laureles y pasado el cumple sigue inmerso en su objetivo primordial de mejorar la vida de los ilicitanos y visitantes. Anuncia que a partir del próximo año tendremos toldos en varias calles del centro para mitigar la sofocante solanera veraniega. Ruz ya demostró que tiene muy presente el concepto de la arquitectura bioclimática cuando instaló el entoldado colorista del Paseo de la Estación durante su etapa en el Gobierno de Mercedes Alonso, que tantos sofocos ha evitado (el toldo) a los transeúntes y asistentes a los eventos varios que allí se suceden durante el año: Fireta, Racó Gastronómico...

El alcalde prosigue con su cruzada para lograr que todos los ilicitanos disfruten de una sombra bajo la que cobijarse en los meses más tórridos. Y no solo con la instalación de toldos a partir del próximo año, sino con la incesante plantación de arbolado, que a poco que crezca, será otro aliado bioclimático más de la estrategia para paliar los perniciosos efectos del calentamiento global. Para futuras fases queda la instalación de nebulizadores de agua, ventiladores gigantes (al menos en las avenidas principales, donde la corriente fresquita puede circular mejor) e, incluso, si hay ayudas del Ministerio para la Transición Ecológica, aire acondicionado en determinados puntos estratégicos. Todo se andará.

Cuentan que el edil de Medio Ambiente, José Antonio Román Jr., llegó a proponer en un desayuno del equipo de gobierno (sin cruasanes esta vez) que se pusiera en marcha otra campaña de bonos consumo para la adquisición a bajo precio de abanicos y granizados tradicionales (horchata, agua limón y agua cebada, nada de smoothies y otras moderneces por el estilo). La propuesta quedó pendiente de estudio y valoración por el departamento correspondiente. Adelante contra los sofocos.