Entrevista | Juan Manuel de Prada Autor Mil Ojos esconde la noche. Ciudad sin luz

Juan Manuel de Prada: «Existe un excesivo interés en catalogar y etiquetar que nos conduce al disparate»

Autor de Mil ojos esconde la noche. Ciudad sin luz. El prolífico escritor vizcaíno confiesa que se ha vaciado con su última novela ambientada en el París ocupado por los nazis. El crítico presentará su trabajo este viernes en Elche en las Noches Gastronómico Literarias de la librería Ali i Truc. La cita es a las 21 horas en el restaurante La Taula. 

El novelista Juan Manuel de Prada en una imagen retrospectiva

El novelista Juan Manuel de Prada en una imagen retrospectiva / Jaime Galindo

J. R. Esquinas

J. R. Esquinas

¿Qué mil ojos esconde la noche?

Esta es una novela en la que cuyo hilo narrativo principal es la encomienda que recibe Fernando Navales de pastorear a los artistas y escritores españoles que se quedaron en París durante la ocupación alemana, para eso le piden que tenga mil ojos, para que siga los movimientos de todos, es una metáfora de la turbiedad del momento. Es una ciudad donde rige el toque de queda durante las noches y en la que se obliga a la gente a apagar las luces de las casas para que no sirvan de guía a los bombardeos. 

Cuando uno lleva tantas novelas a la espalda, ¿es más fácil documentarse?

A medida que uno adquiere veteranía también tiene mayor responsabilidad. Cuando escribí la novela que puede considerarse la primera parte de esta, Las máscaras del héroe, digamos que me lo tomé todo con mucha mayor libertad y la documentación era mucho más somera y superficial. Ahora, por el contrario, me he documentado muy exhaustivamente. Los archivos en su inmensa mayoría no están digitalizados y he trabajado incluso con archivos comarcales sobre todo en Cataluña porque muchos de los personajes de mi novela son catalanes, también he estado en Francia y aquí en España. Al ser una novela coral he recopilado un montón de documentación sobre decenas de personajes históricos, escritores, periodistas, pintores, escultores....que me ha ayudado entender que había que ser especialmente cuidadoso con las cosas que se decían de ellos, no se podía hablar a la ligera. 

¿Se tiene una imagen muy esquematizadas de ciertos personajes? 

La cultura española tiende a la fetichización cultural y por lo tanto pues de un gran artista o de un gran escritor, además se necesita que sea un santo varón, que sea un modelo de virtudes. Esto es una cosa grotesca, son cosas bien distintas. En esta novela se ofrecen aspectos de la vida personal e íntima de grandes personajes de la cultura española que a veces pues no son complacientes. 

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Para mal, ¿quién le ha sorprendido más?

Sin duda Picasso. Es un hombre cuya vida está totalmente mitificada. Puedo entender su importancia como artista pero desde luego su mitificación personal me parece disparatada, humanamente Picasso es una persona bastante deplorable y no tiene esos rasgos de heroísmo que se pintan o que se pretenden pintar. 

Juan Manuel de Prada en una de las imágenes editoriales de sus últimos trabajos

Juan Manuel de Prada en una de las imágenes editoriales de sus últimos trabajos / INFORMACIÓN

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¿Alguna vez en la en la vida se ha topado con alguien tan malicioso como su protagonista, Fernando Navales?

En la vida literaria hay personajes muy parecidos a Navales. El fracaso amarga mucho al escritor y lo convierte en un monstruo siempre, entonces pues la verdad que sí, sí me he encontrado a personajes que tienen esa mala baba, esa inquina. La ficción no hace más que ser un pálido reflejo de la realidad, aunque parezca lo contrario. Esta es una novela que tiene una estética esperpéntica, tremendista y eso puede hacer parecer que las historias que se cuentan son irreales, y no, son reales como la vida misma.

En una época como la de la ocupación nazi de tantas sombras, ¿se atisba alguna luz?

Sin duda Navales no es un malvado sin interrupción y a pesar de que es un personaje despreciable también tiene sus pequeños detalles humanos y sobre todo nos cuenta aspectos de muchos de los personajes que desfilan por la obra que tienen rasgos humanos verdaderamente encomiables. 

¿Qué es lo más admirable que ha conocido de ellos?

Por ejemplo el ascenso como actriz de María Casares, que me parece un personaje conmovedor por la lealtad a su vocación. Siendo una niña llega a Francia porque se exilian sus padres. Una vez allí inmediatamente lo que hace es aprender francés y dicción para perder el acento gallego y que su francés fuera perfecto para poder competir y que no la pusieran en papeles de criada o irrelevantes. Es muy emocionante ver cómo triunfa siendo jovencísima. Con apenas 18 o 19 años ya consigue un papel protagonista en el Teatro de París porque logra convencer a los directores del teatro de que es la persona idónea para ese papel.

¿Tiene la sensación que vivir en un mundo polarizado penaliza a los escritores? 

Hay un sector de la sociedad muy fanatizado, muy militante ideológicamente, pero este sector a mi modo de ver es el que no lee. Lo que para mi distingue a las personas que tienen espíritu y sensibilidad literaria es que les gusta entender a otras personas, y en este sentido las personas doctrinarias, que son muy férreamente ideológicas no tienen grandeza de alma, no tienen magnanimidad. Me dirijo a una persona que más allá naturalmente que tenga sus convicciones políticas puede disfrutar con una obra literaria y ya está. 

Juan Manuel de Prada en un primer plano

Juan Manuel de Prada en un primer plano / INFORMACIÓN

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En algunas ocasiones lo han presentado como escritor católico, ¿se siente estigmatizado?

Un escritor de verdad independientemente de lo que sea se dirige a todo el mundo y eso de andarle poniendo adjetivos al escritor no le veo mucho sentido. Sí, yo soy católico, lo he proclamado, lo he dicho, lo he reconocido, pero yo no escribo para católicos, escribo para católicos, para ateos, para rubios, para morenos, para hombres, para mujeres...esta es la cuestión. Creo que hoy día existe un excesivo interés en catalogar y en etiquetar, y yo creo que nos conduce al disparate, entonces qué, ¿a un autor ateo solo lo pueden leer los ateos?¿ a un autor homosexual solo lo pueden leer los homosexuales?, ¿a un autor de Elche solo lo pueden leer los ilicitanos? Dejémonos de rollos, esto no tiene ni pies ni cabeza. 

¿Cómo ha logrado mantener esa tensión 30 años después al volver a traer al protagonista?

Su mundo quedó dentro de mí y las miradas y el carácter de Navales estaba presente, solo tuve que despertarlos. Por mi han pasado 27 años y por él sólo cuatro, pero mis 27 han sido más o menos rutinarios y para él de la Guerra Civil, que cada uno vale por diez. Es un libro en el que me he vaciado de manera que al lector que busque literatura comprometida con la propia literatura creo que el libro no le va a decepcionar. 

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