Un video casero identificó al autor del ataque homófobo contra el alcalde de Elche

Fiscales dudan de la relevancia penal de los hechos, que podrían quedarse en una simple multa por ensuciar el mobiliario urbano 

Las pegatinas que ha denunciado el alcalde de Elche

Las pegatinas que ha denunciado el alcalde de Elche / Áxel Álvarez

M. Alarcón

M. Alarcón

El video casero de un ciudadano, en el que se aparece un hombre en plena calle, al que se le identifica perfectamente, pues no se tapa en ningún momento el rostro porque no sabe que lo están grabando, donde se le ve pegando las pegatinas homófobas contra el alcalde de Elche, Pablo Ruz, es la principal prueba de cargo que tiene la Comisaría contra un vecino de Elche que quedó en libertad con cargos este miércoles tras prestar declaración en sede policial, lo que avanzó en exclusiva este medio. En la comparecencia fue asistido por un abogado y en relación con un supuesto delito de odio, que fue lo que denunció el regidor ilicitano y por lo que están abiertas las actuaciones. Según Ruz, el objetivo que se pretendía también era tratar de desestabilizar al gobierno municipal que conforman PP y Vox

Este jueves el mutismo se mantenía en medios policiales aunque la investigación no ha concluido y se busca si existe algún implicado más, un responsable intelectual, aunque la relevancia penal está en discusión, cuestión que ya será objeto de otra fase, la judicial. La policial se limita a dar respuesta a la denuncia presentada y poner a disposición del juzgado al supuesto autor o autores de los hechos, no entra en valorar la gravedad de lo ocurrido. 

Pruebas

Fiscales consultados por el diario aseguraron que habrá que esperar a ver qué pruebas aporta la Comisaría en el atestado para seguir adelante o no con las actuaciones en sede judicial. Ahora mismo la pelota se encuentra sobre su tejado, pero nada hace pensar que existan más implicados que hagan sospechar que existe una trama organizada contra el alcalde de la ciudad.

 «Pablo, ¿Aurora sabe lo tuyo?», son cinco palabras que aparecen en las pegatinas que hay que relacionar con el tipo penal del artículo 510 del Código Penal, el delito de odio, para poder acusar a esta persona, que se enfrentaría a penas que van de uno a cuatro años de cárcel y multas de 6 a 12 meses. Hace poco más de un mes la Fiscalía General del Estado envió una circular para una mejor interpretación de dicho artículo, que se dirige contra «quienes promuevan la discriminación, el odio o la violencia contra una minoría». Si Ruz ha sido «humillado», «agredido» o «despreciado» por esas cinco palabras es la cuestión capital que se discute.

En cualquier caso, dentro del curso de las investigaciones, el alcalde será citado a declarar por el juzgado que se haga con la denuncia y el atestado policial, lo que se dará a reparto la semana próxima, probablemente. 

Sin valoraciones

Este jueves, la portavoz municipal, Inma Mora, preguntada por los periodistas tras conocerse la noticia, se negó a realizar cualquier tipo de valoración sobre el arresto. De hecho, a Pablo Ruz le costó en su momento denunciarlo. Como se recordará, lo hizo un mes después de saber de la existencia de esas pegatinas repartidas por el mobiliario urbano y que, pese a ser retiradas tanto por los equipos de limpieza como por la propia Policía Local, volvían a aparecer al cabo de algunos días. Dijo que las había «por miles» y que llevaba semanas sufriendo esta forma de ataque. Fue una intervención en un pleno el 28 de junio, a una moción de Compromís donde se le conminó a apoyar una serie de medidas en favor del movimiento LGTBI+ cuando contó que estaba siendo objeto de un «ataque homófobo», al tiempo que acuso a organizaciones de extrema izquierda de estar tras él, aunque admitió que carecía de pruebas para ello. Fue dos días más tarde, el 30 de junio, después de haber comparecido en una sesión de las Cortes Valencianas, donde el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, le apoyo en público y le ofreció el asesoramiento jurídico para la defensa de sus derechos, cuando finalmente acudió a la Comisaría de Elche para realizar una comparecencia.

Comisaría de la Policía Nacional de Elche.

Comisaría de la Policía Nacional de Elche. / INFORMACIÓN

Pablo Ruz intenta llevar este asunto con la mayor discreción a la espera de novedades sobre qué pasará con el acusado y de conocer si hay más personas implicadas en el asunto. Algunas fuentes aseguraron que el regidor debería personarse en el juzgado cuando sea citado y ser parte en unas actuaciones que se abrirán de oficio para garantizar sus derechos. Ahora bien, el alcalde no quiere más relevancia pública en el asunto ni que se le recuerde. Para el caso de que no se llegue a buen puerto en las actuaciones, que la Fiscalía no encuentre una relación entre el delito y los hechos, al regidor siempre le quedará la posibilidad de multar al sospechoso por ensuciar la vía pública. Poco más.

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