Los dos centros penitenciarios de la provincia, el de Fontcalent -Alicante I- y el de Villena -Alicante II-, cuentan con quince internos que superan los 70 años de edad. Tres cumplen pena en Fontcalent y doce en Villena. Pero en este último centro se encuentra desde Nochebuena el preso más viejo de España. Se trata de Ángel R.P. quien, tal y como este diario adelantó ayer, ha ingresado con 84 años para cumplir una condena de 11 años y 3 meses. Dejó gravemente herido a otro agricultor de Sax al que golpeó con un martillo en la cabeza en una acalorada disputa por el acceso a una finca. La víctima quedó en coma, sufrió terribles secuelas y terminó falleciendo a los dos años. El "abuelo taleguero", como le han apodado sus compañeros de presidio, se ha adaptado con rapidez a la vida entre rejas y ni siquiera forma parte ya del programa de prevención de suicidios al mostrar una actitud "de gran entereza que llega a ser cordial, como si con él no fuera la cosa", han informado fuentes penitenciarias.

A los internos septuagenarios se les confina habitualmente en el módulo de Enfermería, que es un departamento más controlado por los funcionarios, con menos celdas y con un régimen de vida más "suave". Sin embargo hay excepciones. En el MER 7 de la cárcel de Villena, el primer Módulo de Educación y Respeto de Alicante II, cumple actualmente condena un hombre de 73 años por expreso deseo suyo. Se aburría en Enfermería y pidió a la dirección que lo trasladasen a un pabellón residencial ordinario. Así se hizo y no es el único caso. A pesar de su vulnerabilidad los mayores no suelen ser objeto de extorsión. Son respetados por el resto de presos. Así lo establece su código de honor.

En Villena la edad de la población reclusa es cada vez mayor. Actualmente hay 34 reclusos de más de 65 años y cinco son mujeres que suelen responder al típico perfil de las matriarcas de los clanes de la droga. El envejecimiento de la población reclusa está aumentando en los últimos años de forma apreciable al mismo ritmo con el que crecen los delitos sexuales y la violencia de género.

Precisamente un equipo de funcionarios de Alicante II lleva dos años estudiando este fenómeno con una visión global que abarca diversas prisiones de España. Pretenden sentar las bases sobre el tratamiento geriátrico más adecuado en el ámbito penitenciario. Las investigaciones se han plasmado en un libro que el Ministerio del Interior va a publicar en breve. Eliminar las barreras arquitectónicas es una de las medidas propuestas.

Con más de 70 años también se va a la cárcel

La extendida creencia de que los mayores de 70 años no ingresan en la cárcel a pesar de estar condenados por sentencia firme no es más que una "falsa creencia". Así lo explicó ayer el director de Alicante II, Feliciano Crelgo, que ha aclarado que tal posibilidad no es más que una "leyenda urbana" que no aparece recogida en ningún precepto de la Ley Penitenciaria. "Lo que sí establece la normativa, pero de manera no vinculante, es que la junta de tratamiento pueda considerar la avanzada edad del interno a la hora de concederle el tercer grado". Una medida con la que pueden recuperar la libertad parcialmente a través de un control telemático -pulsera GPS- o bien saliendo de la prisión por las mañanas con la obligación de regresar por las noches. En cualquier caso la situación del abuelo de 84 años confinado en Villena no será objeto de revisión por parte de la junta de tratamiento hasta que pase más de un mes. "Si una persona es imputable, ha sido declarada culpable por un juez y goza de buena salud no importa su edad para entrar en prisión", puntualiza Crelgo.