Un disparo a la altura de Luceros

Hay pirotecnias que nunca defraudan en Alicante. Que son apuesta segura. Una de ellas es la de los alicantinos Ferrández, de Redován. De hecho, hace dos años se llevaron el primer premio tras ediciones haciendo méritos. A ese máximo galardón volverán a optar este 2024 tras el disparo de la mascletà de este jueves. Un día ya de Hogueras de verdad, por la multitud de gente congregada en torno a la fuente de Bañuls y por el espectáculo pirotécnico a la altura de Luceros, tras dos días descafeinados, uno de ellos de mera exhibición.

La mascletà, la segunda del concurso oficial, estuvo marcada por su variedad, por los continuos cambios de ritmo. Por no aburrir. Por mantener la tensión ante aquello pendiente de llegar, mejor que lo vivido. Yendo así de menos a más, como marcan los cánones. El disparo fue potente, alcanzando un pico de 127,4 decibelios, con un terremoto de los que recomiendan apartar la mirada del foco de la explosión en ese cruce mágico de Marvá con la avenida de la Estación, y con un colofón aéreo más que heterogéneo, que volvió a tierra cuando ya todas las miradas estaban en el cielo. 

El espectáculo arrancó, aunque ya huelga decirlo, con la tradicional traca valenciana. Especialmente larga. Enseguida entró la fase aérea inicial, con continuos cambios de efectos, algunos más sonoros y otros más vistosos. Con crackers con roncadoras, serpentinas de color, silbato, zumbadoras con trueno... Para todos los públicos. 

Y así casi tres minutos. Entonces la atención se desvió al suelo, con fases que ganaron en potencia y ritmo. De hecho, la última antes del terremoto final la habrían firmado otros aspirantes para su colofón. Los Ferrández, no. Ellos tenían previsto un final de los que Alicante merece. Tenía dos alturas, lo que ya hacía presagiar un buen desenlace. Fue potente, prolongándose unos diez largos segundos. 

Ya superado el tiempo mínimo exigido por el concurso, entró en liza el remate aéreo, que fue creciendo en fuerza y variedad. Dándolo todo. Con una sorpresa que obligó a mirar al suelo de nuevo, con una pasada digital que siempre agrada.

Al final, 6 minutos y 16 segundos de una mascletà que pese a ser la segunda del concurso, con mucho todavía por delante, puede aspirar a la victoria final después de quemar los 150 kilos de pólvora máximos que permiten las bases del concurso.

Cinco más

Tras la mascletà de exhibición del martes, el concurso oficial arrancó este miércoles con Coeters Dragón (de Villena), que ofreció una mascletà muy centrada en un final que generó confusión en la plaza. Este viernes dispararán los valencianos de Turis.

El fin de semana empezará con Tamarit (de Alfarrasí, Valencia), los mismos que lanzaron este martes. El domingo llegará una de las mascletás más esperadas del concurso, la de Fuegos Artificiales del Mediterráneo (de Vilamarxant). Y es que los valencianos fueron los protagonistas de las Fallas de este año con una mascletà que hizo historia: la más potente que se recuerda en la capital del Túria.

El concurso lo cerrarán Hermanos Ferrández. El disparo de la pirotecnia alicantina con sede en Beniel arrasó el pasado año en Luceros con el voto unánime del jurado, lo que les permitió acumular una victoria más: la sexta de las últimas nueve ediciones.

Para aspirar a la victoria en el concurso, las mascletás deben tener una duración mínima de 5 minutos y 30 segundos sin contar los truenos de aviso, mientras que la duración máxima será de 7 minutos. Según el Ayuntamiento de Alicante, «el peso máximo autorizado de la materia detonante será de 80 kilos y la materia reglamentada de 150 kilos.

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