La crítica en Hogueras: ninots que hacen pensar

Hubo un tiempo en el que la sátira y la crítica fueron dos de los elementos centrales de las Hogueras. Alcaldes, presidentes, empresarios... Nadie estaba a salvo de ser «inmortalizado» en uno de los monumentos que terminarían ardiendo en la noche del 24 de junio. Ahora, esa vertiente «rebelde» parece que se encuentra en peligro de extinción: muchas comisiones ni siquiera incluyen ninots críticos entre sus obras, mientras que las que sí lo hacen suelen apostar por polémicas nacionales o incluso internacionales, alejadas del terreno municipal. Aun así, este año hay quien se ha atrevido a aprovechar el inmenso escaparate que suponen las Hogueras para dirigir el foco hacia la denuncia social e invitar al público a reflexionar sobre diferentes asuntos de actualidad.

Entre los mensajes, destacan principalmente los de carácter político, aunque también los hay contra las tendencias actuales de la sociedad. Es el caso de Foguerer-Carolinas, donde uno de sus ninots pone de manifiesto la dependencia actual de las personas ante las nuevas tecnologías, principalmente por el uso del teléfono móvil. En la misma línea, José Ángel Guirao presenta un monumento de contrastes, entre los que destaca la presencia de un ejemplar de INFORMACIÓN, como muestra del periodismo tradicional, frente a las «fake news» que reinan en redes sociales como Facebook o Instagram.

En La Cerámica, una de las hogueras que plantan en categoría Especial, entre sus ninots se puede ver a varios líderes internacionales, como los presidentes Joe Biden o Kim Jong-Un, subidos sobre cohetes con símbolos nucleares y calaveras. Otro de los protagonistas de la crítica ha sido el vicepresidente de la Generalitat, Vicente Barrera (Vox), el extorero no cuenta con uno, sino con dos ninots. Uno en la hoguera de Mercado Central, en el que aparece entrando a matar a un toro llamado «Sumar» y otro en Sèneca - Autobusos, donde maneja una marioneta junto a un astado con tiritas.

En cuanto a la actualidad municipal y la situación de la ciudad, el monumento de Altozano Sur muestra un «centro comercial» donde Glovo, Uber y otros servicios similares de reciente creación han terminado por herir de muerte al comercio tradicional. «RIP. La tienda del barrio», puede leerse en una lápida con flores. Entre las comisiones que más se atreven con la política local, Port d’Alacant ha ironizado con los eternos plazos de las obras en Alicante. Uno de sus ninots pica la Explanada con un martillo neumático mientras un turista golpea un parquímetro. También en Sagrada Familia se acuerdan del Ayuntamiento. El alcalde, representado como un elefante que lo chafa todo a su paso, es una de las escenas de su monumento adulto para este 2024.

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