Tradición contra el fuego

Una Banyà en la que no se apreció el color verde

La Banyà en la plaza del Ayuntamiento estaba previsto que fuera de color verde como símbolo de sostenibilidad. Sin embargo no se apreció que el agua que salía de las mangueras fuera de color, pareció, como siempre, incolora; un regalo refrescante, no obstante, para quienes estaban cerca del fuego

"¿Dónde está el agua verde?"

Rafa Arjones

Lydia Ferrándiz

Lydia Ferrándiz

En una noche en la que el fuego y el agua se entrelazaron con un nuevo propósito, la tradición alicantina de la Banyà no se vistió de verde como se había anunciado. La Banyà, ese esperado ritual de frescura que cada año brinda un respiro entre el calor abrasador del fuego que consume los monumentos, no se apreció verde en la Hoguera Oficial del Ayuntamiento.

Quienes esperaban ver salir de las mangueras chorros con colorante se llevaron un chasco

El agua pareció como siempre, transparente, incolora e insípida, un manto de vida y renovación, que cayó sobre quienes asistían en las primeras filas en una noche en la que el fuego purifica y el agua todo lo cura. La Banyà refrescó a los alicantinos presentes en la plaza del Ayuntamiento. Un momento único. Y es que no hay Cremà sin el balsámico frescor del agua con la que los bomberos de Alicante rocían a quienes presencian en las primeras filas la Cremà después de que los monumentos alicantinos sucumban ante el fuego.

Los asistentes a la Cremà reclamaron en la plaza del Ayuntamiento agua para aliviar el calor. | RAFA ARJONES

Los asistentes a la Cremà reclamaron en la plaza del Ayuntamiento agua para aliviar el calor. | RAFA ARJONES / lydiaferrándiz

El cambio de color del agua se produjo en el final del proceso de apagar el fuego de la Hoguera Oficial, así como en la banyà que se produjo en la calle Rafael Altamira, según aseguraron los bomberos. La iniciativa impulsada por Ecovidrio buscaba lanzar un mensaje de sostenibilidad. Con ese gesto se pretendía simbolizar, a través del color verde, la necesidad de reciclar durante las fiestas de Hogueras, cuando el consumo de bebidas en botellas de vidrio aumenta significativamente, por la celebración en sí misma y por el notable aumento de los visitantes.

De las mangueras no salió anoche agua verde. | RAFA ARJONES

De las mangueras no salió anoche agua verde. / RAFA ARJONES

Los bomberos de Alicante se convirtieron, como cada año, en los protagonistas de la Banyà, junto con el público. Una de las tradiciones más anhelada en las Hogueras, sobre todo por los más jóvenes que vociferaron, cantaron, aplaudieron y agradecieron ese rito iniciático nocturno imprescindible para disfrutar plenamente de la noche del 24 de junio. Y es que en las inmediaciones de los monumentos que vivieron su particular Cremà, los festeros afirmaban que el agua de la Banyà de Alicante es curativa.

Unos asistentes a la Cremà cuya respuesta fue entusiasta en cada barrio y en cada comisión. Así, los presentes celebraron no solo la frescura del agua, sino también el cierre de un ciclo de fiesta único. Mientras los foguerers de la ciudad ya empiezan a soñar con el monumento del año siguiente con las cenizas aún calientes del de este año. En el resto de las comisiones, fieles a la tradición, también se disfrutó de la experiencia de la Banyà de la manera habitual.