Mediterráneo arrasa en el concurso de mascletás de Hogueras

Por unanimidad. No podía ser de otra manera. Y por primera vez en la historia. La empresa valenciana de Fuegos Artificiales del Mediterráneo, que disparó el domingo 23 de junio, se estrenan en el concurso de mascletás con su primera victoria en Luceros, según ha anunciado el jurado este lunes. Por su parte, Hermanos Ferrández, alicantinos con sede en Beniel (Murcia), ha obtenido, en esta ocasión por mayoría, el primer premio del jurado en el concurso de Castillos de Fuegos Artificiales, por su exhibición pirotécnica del viernes 28 de junio, en la playa del Cocó.

La concejal de Fiestas, Cristina Cutanda, ha destacado la "calidad" de las propuestas presentadas en ambos concursos, "una prueba inequívoca del interés que despierta entre el sector de la pirotecnia". Unas palabras que contrastan con la falta de empresas que optaron a disparar desde Luceros, lo que obligó al Ayuntamiento a realizar una exhibición el primer día, el 18 de junio, para completar las siete jornadas previstas en el entorno de la fuente de Bañuls.

Al mismo tiempo, la edil ha señalado el "compromiso" del Ayuntamiento de Alicante "con unos profesionales que tanto aportan a la Fiesta Oficial". "Su trabajo no sólo se aprecia en la preparación de los disparos, cada vez con una mayor meticulosidad y con lugar para las sorpresas, sino que se ha convertido en un auténtico reclamo para el gran público. A los miles de personas que presenciaron las mascletás de la plaza de Luceros, hay que sumarles quienes presenciaron los castillos desde distintos lugares de la franja litoral, o en distintas embarcaciones desde la bahía".

Fuegos Artificiales del Mediterráneo, empresa de Vilamarxant (Valencia), disparó 124 kilos en Luceros en 6 minutos 11 segundos'. En esa quinta sesión del concurso, alcanzó un máximo de 126,8 decibelios. De ese disparo destacaron, entre otros efectos, los 6.300 truenos con los que concluyó el espectáculo que fue de los mejores que se recuerdan en Luceros con un terremoto al alcance de muy pocos y un bombardeo difícil de olvidar.

La penúltima mascletà del ciclo difícilmente pudo ser más intensa. El final fue de los que no se olvidan. Con un terremoto terrestre que parecía que nunca acababa, pero que no fue más que el prolegómeno de un bombardeo aéreo mítico.

Pero las mascletás, por suerte, son mucho más que números. Son sensaciones. Y las de ese domingo fueron de las que hacen historia. El disparo arrancó con una larguísima traca valenciana, que dio paso a una fase aérea correcta en su inicio, con truenos, serpentina y silbatos. Sin mucho más, ni tampoco menos. A los dos minutos ya se empezó a vislumbrar que no iba a ser un día de paso en Luceros. La intensidad del fuego aéreo fue ganando peso, hasta que el remate llevó la mirada al suelo. Y ahí empezó lo legendario. Las retenciones terrestres fueron ganando ritmo y potencia, con una recta final que parecía el terremoto de muchos otros pirotécnicos. Para Mediterráneo era el prólogo. 

Pasados los cinco minutos desde el inicio, lo que ya quedaba claro era que el disparo iba a entrar en concurso. Entonces las bocas se abrieron y los ojos se cerraron, apartándose de la línea de fuego. Y todo de manera involuntaria por la potencia del terremoto, que hizo vibrar, y no es un decir, el suelo de Luceros. Y cuando parecía que ya estaba todo dicho, llegó el final de fiesta, el colofón: un bombardeo aéreo difícil de mejorar. Eterno. El tiempo dirá si repetible

Se esperaba mucho de los valencianos, después de ser los grandes protagonistas de las Fallas de este año con un disparo que los veteranos calificaron de histórico, del más potente que se recordaba en el Cap i Casal, y no defraudaron, para nada, en Alicante, contando además con el aplauso de todo el jurado. La pirotecnia Fuegos del Mediterráneo se encumbró en el domingo de Hogueras, en una tierra donde siempre han exhibido su ADN: disparos muy potentes, con finales rotundos. Cada año, mejor que el anterior. Ya se han convertido en unos imprescindibles en Hogueras, y eso en apenas llevan unos años disparando en Alicante.

Los dos primeros premios, de ambas modalidades, llevan aparejados sendos premios económicos. En el caso de la mascletà, de 1.000 euros, mientras que la cantidad asciende a los 2.000 euros para el mejor castillo.

Se trata de la primera victoria de Mediterráneo en Luceros, una plaza que han dominado con mano de hierro Hermanos Ferrández en los últimos años, con siete trofeos en los últimos diez años, cuatro de ellos consecutivos y tres de ellos en las últimas tres ediciones celebradas. Hermanos Ferrández, por su lado, se coronan en el concurso de castillos de fuegos artificiales, cuyo triunfo en 2023 fue para Pirotecnia Ferrández, de Redován.