Fenómeno en aumento

¿Qué son los ‘incendios zombies’ y qué los produce?

Nuevas investigaciones desvelan el papel del calentamiento global en estos fuegos que queman silenciosamente el suelo ártico

Incendio zombie en Alaska

Incendio zombie en Alaska / Alaska Division of Forestry

J. L. Ferrer/Redacción

Los llamados "incendios zombies" son un fenómeno realmente curioso y, al mismo tiempo, preocupante. Se producen sobre todo en las turberas (acumulación de material orgánico en descomposición en humedales) de Alaska, Canadá y Siberia. Son incendios sin llamas visibles que pueden durar meses e incluso años ocultos bajo el suelo, ‘hibernando’ cuando las temperaturas son bajas y reapareciendo en superficie cuando comienza a hacer calor y la vegetación se seca.

Se trata de un fenómeno cada vez más frecuente en las regiones árticas y que está relacionado con el excepcional ritmo de calentamiento que sufre esta región del planeta.

Estos incendios mantienen desconcertados a los científicos, porque aparecen a principios de mayo, mucho antes de la temporada habitual de incendios en el extremo norte, y pueden permanecer activos durante varios años.

Una nueva hipótesis

La mayoría de los expertos cree que los incendios zombis son restos de fuegos producidos en superficie, pero científicos de la University College Cork (Irlanda), dirigidos por Sebastian Wieczorek, han identificado otra posible causa.

Incendio en la tundra, en una zona de turba

Incendio en la tundra, en una zona de turba / Agencias

Estos investigadores sugieren en un artículo publicado en The Conversation que el rápido calentamiento atmosférico puede causar que los suelos de turba se calienten repentinamente debido a temperaturas muy elevadas bajo tierra, sin necesidad de que se generen chispas ni ningún tipo de llama.

Por tanto, estos incendios zombis pueden ser el resultado de una combustión espontánea impulsada por el cambio climático.

Las primeras investigaciones sobre este tipo de fenómeno se remontan a la década de 1940, cuando aún eran poco comunes. Pero el calentamiento global de las últimas décadas está haciendo más frecuente su aparición en el Ártico, que resulta ser la más afectada por el cambio climático en todo el planeta.

Estos incendios zombies pueden ser el resultado de una combustión espontánea impulsada por el calentamiento global

A principios de 2024, sólo en la provincia canadiense de Columbia Británica (Canadá) hubo más de 100 incendios zombis activos. Incluso se han registrado incendios zombis cerca del pueblo más frío del mundo, Oymyakon, en el noreste de Siberia, donde se prolongaron durante varios inviernos.

Se trata de un grave problema ambiental, porque estos incendios, al quemar depósitos de turba en el Ártico, están liberando enormes cantidades de ese carbono de la superficie a la atmósfera.

Los incendios zombies no tienen llama y duran mucho tiempo

Los incendios zombies no tienen llama y duran mucho tiempo / Agencias

Dos resultados notables

Los científicos quisieron comprobar si esta situación está siendo causada por el cambio climático. Por ello, desarrollaron un modelo matemático para explorar diferentes escenarios hipotéticos, incluyendo cómo la temperatura y el contenido de carbono de los suelos de turba responden a los cambios en el tiempo y el clima. Fundamentalmente, estudiaron cómo generan calor ciertos microbios mientras descomponen el suelo y liberan su carbono a la atmósfera.

Los microbios de la materia orgánica pueden generar tanto calor que la turba subterránea puede calentarse a unos 80°C durante el invierno

Fue así como obtuvieron dos resultados destacables: el primero es que esos microbios pueden generar tanto calor que la turba subterránea puede calentarse a unos 80°C durante el invierno, lo que la deja lista para arder en primavera, cuando aumenta la temperatura. Y esto puede suceder sin que se haya producido jamás un incendio en ese lugar, y sin que el clima en superficie alcance la temperatura que sería necesaria para que el suelo arda.

A este nuevo estado lo llamaron ‘estado metaestable caliente de los suelos de turba’. En este contexto, "metaestable" significa una combustión prolongada: el estado caliente dura un tiempo largo pero finito, hasta diez años, hasta que la turba se quema.

Transición repentina de frío a calor

El otro hallazgo clave es que una transición repentina desde el estado frío habitual al estado metaestable caliente puede desencadenarse únicamente por patrones climáticos como olas de calor del verano y situaciones de calentamiento global. Lo más interesante es que ese aumento de la temperatura atmosférica tiene que ser realmente rápido para desencadenar la transición. Si la temperatura atmosférica aumenta en la misma cantidad, pero a un ritmo más lento, el suelo de turba bioactiva permanece en el estado frío normal y nunca pasa al estado metaestable caliente.

Las áreas rojas se están calentando más rápido, mientras que las áreas negras y grises muestran suelos de turba ricos en carbono. Existe una superposición significativa e.jpg

Las áreas rojas se están calentando más rápido, mientras que las áreas negras y grises muestran suelos de turba ricos en carbono. Existe una superposición significativa e.jpg / royalsocietypublishing

Todavía no existen pruebas de que esto suceda en el mundo real y tampoco se ha demostrado en laboratorio; por ahora, este es un fenómeno que se observa solo en estos modelos desarrollados por los científicos. Pero sí sabe que el compost (muy parecido a la turba) puede incendiarse de la misma forma. Por ejemplo, un gran incendio en las afueras de Londres durante una ola de calor en 2022 probablemente fue causado por una pila de abono que se quemó espontáneamente.

Más que el calor, es el ritmo

Todo esto sugiere que la temperatura atmosférica no es en realidad el factor crítico clave para los incendios zombis. Más bien, es el ritmo de calentamiento atmosférico lo que provoca largas quemas de turba subterránea. En pocas palabras, no es el calor, es el ritmo.

A medida que el clima se calienta, el tiempo se vuelve más extremo, y estas son precisamente las condiciones que pueden provocar cada vez más incendios zombis. Esto es preocupante, ya que podría iniciar un círculo vicioso: las gigatoneladas de carbono liberadas a la atmósfera por los antiguos suelos de turba probablemente empeorarán aún más los cambios climáticos, lo que significa más incendios, por lo tanto, más condiciones climáticas extremas, etc.

De hecho, los incendios zombis son un ejemplo de un punto de inflexión inducido por la velocidad, en el que un sistema no logra adaptarse a cambios demasiado rápidos en las condiciones externas y pasa de su estado regular a un estado diferente, a menudo no deseado. Es posible que el clima contemporáneo se esté acercando (o ya haya superado) a peligrosas tasas de cambio para ciertos sistemas naturales, como los suelos de turba bioactiva, lo que podría explicar el reciente aumento de los incendios zombis.

Parece que la única solución para evitar nuevos incendios zombis es limitar la variabilidad climática. Si bien los legisladores se centran en niveles peligrosos de temperatura atmosférica (el calor), la variabilidad climática (la tasa de cambio) podría ser igual o incluso más relevante para nuestra resiliencia en el corto plazo.

Artículo original en The Conversation: https://theconversation.com/zombie-fires-in-the-arctic-smoulder-underground-and-refuse-to-die-whats-causing-them-221945

Estudio de referencia: https://royalsocietypublishing.org/doi/full/10.1098/rspa.2022.0647

.................

Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es