Biodiversidad

Semillas de plantas españolas siguen llegando al ‘Arca de Noé’ vegetal del Ártico

Svalbard recibe 42 nuevas variedades hortícolas nacionales, entre ellas 33 nuevos tipos de tomate

Entrada al banco mundial de semillas de Svalbard

Entrada al banco mundial de semillas de Svalbard / Banco Mundial de Semillas

Joan Lluís Ferrer

Joan Lluís Ferrer

España sigue trasladando semillas de especies vegetales autóctonas al Banco Mundial de Semillas de Svalbard (Noruega), una especie de ‘Arca de Noé’ donde se preservan simientes de todo tipo de plantas del planeta, al objeto de preservarlas para siempre en caso de catástrofe en sus lugares de origen.

En 2022, el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) se integró en el CSIC, institución dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Fue entonces cuando comenzaron a depositarse simientes de especies vegetales españolas en este banco mundial, situado en pleno Ártico.

Esta línea de trabajo continúa hoy en día para conseguir que, en una década, el 40% de las colecciones activas conservadas en los 15 bancos de semillas distribuidos por el territorio nacional, tengan no sólo una copia en el Centro de Recursos Fitogenéticos (CRF) del INIA, sino que ese mismo material se conserve también en esta remota infraestructura científica, la mayor colección de la agrobiodiversidad mundial.

Cientos de miles de variedades se conservan en estas dependencias

Cientos de miles de variedades se conservan en estas dependencias / Banco Mundial de Semillas

El Banco de Semillas Mundial, conocido como ‘Svalbad Seedvault’, se encuentra en una isla del archipiélago ártico, en Noruega. No es casualidad que esté en el Polo Norte. Por una parte, la comunidad internacional se ha puesto de acuerdo para que se desarrollen actividades científicas en los polos. Pero, además, el tipo de suelo sobre el que se asienta, llamadopermafrost’ –suelo permanentemente congelado-, hace que incluso sin la refrigeración adicional (-18ºC) con que cuentan las instalaciones, las semillas permanecerán a bajas temperaturas, permitiendo su conservación a largo plazo, como explica Luis Guasch, director del Centro de Recursos Fitogenéticos del INIA-CSIC.

Un ‘arca de Noé’ para salvaguardar la alimentación

Esta ‘arca de Noé’ atesora en sus cámaras subterráneas más de 1,2 millones de muestras de diferentes cultivos que constituyen la mayor colección de seguridad de la biodiversidad agrícola global que salvaguarda la base de la alimentación mundial.

Pero no hace falta trasladarse al Polo Norte, ya que esta infraestructura cuenta con los bancos de todos los países y, a través de las colecciones activas, pone las semillas a disposición de agricultores e investigadores con el objetivo de incorporar características interesantes tales como sabor, color, capacidad de adaptación al cambio climático o tolerancia a determinadas plagas o enfermedades.

Frascos con semillas

Frascos con semillas / Agencias

Para ello, en los últimos años, se han realizado multiplicaciones con protocolos de trabajo minuciosos, evitando cruces o mezclas para que las semillas mantengan la diversidad original y se conserven viables durante el mayor tiempo posible, y que así puedan llegar a las generaciones futuras.

42 nuevas especies españolas llegan a Svalbard

En esta ocasión, desde España se han incluido 42 especies distintas, fundamentalmente hortícolas, destacando las 33 nuevas variedades de tomates que se suman a las ya depositados, haciendo un total de 94 tipos de tomates depositados; o las nuevas 23 variedades de judías que elevan el número total de tipos de judías a 225. Además, se han depositado berzas, acelgas, espinacas, lechugas, cebollas, pimientos o verduras tan nuestras como la borraja o el cardo. También se han incluido en el envío variedades tradicionales de trigo.

Interior del banco de semillas del Ártico

Interior del banco de semillas del Ártico / Banco Mundial de Semillas

El compromiso de España con la conservación de la biodiversidad agraria impulsó la consecución del Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos, que favorece la utilización de estos materiales. Ahora, nuestro país tiene la responsabilidad de seguir aportando materiales y conocimiento ya que, durante siglos, hemos colaborado en la introducción de diferentes variedades en Europa, África o Iberoamérica, diversificando la agricultura y haciendo nuestra gastronomía mucho más variada y puente de culturas.

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Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es