Especies protegidas

Así es la abubilla, la vistosa ave veraniega que resiste al declive general

El ave está presente en casi todo el país y reside de forma permanente en muchas zonas

Dos abubillas, ave común en casi toda España

Dos abubillas, ave común en casi toda España / Pinterest

Joan Lluís Ferrer

Joan Lluís Ferrer

La abubilla (Upupa epops) es una de las aves más vistosas y conocidas de la fauna española. Está presente en casi todo el país (prácticamente solo está ausente en partes de la cornisa cantábrica) y además parece gozar de buena salud como especie en España, algo que no es muy habitual en un marco generalizado de declive de las aves.

Es un ave migratoria que permanece en nuestros ecosistemas durante el verano y pasa el invierno por todo el sur del Sáhara. De agosto a octubre tiene lugar la migración postnupcial, aunque de marzo a mayo tiene lugar otra migración: la prenupcial.

Ahora bien, existe un gran número de abubillas que vive todo el año en España, sobre todo en regiones de la mitad sur del país, litoral mediterráneo y valle del Ebro, así como Baleares y Canarias, según explica la Sociedad Española de Ornitología (SEO-BirdLife). Ello es así porque esas zonas “reúnen condiciones de temperaturas medias y mínimas invernales más suaves, baja precipitación y escasa altitud”.

Abubilla alimentando a su prole

Abubilla alimentando a su prole / Shutterstock

De hecho, ejemplares que vienen de resto de Europa pueden quedarse también en el sur del continente y en estos enclaves españoles, sin llegar al Sáhara.

Aspecto inconfundible

Su aspecto es inconfundible, con sus vistosas listas negras y blancas atravesando sus alas y gran parte del cuerpo. El color anaranjado que tienen en el pecho es más intenso en los machos que en las hembras. En su cabeza luce una llamativa cresta, de color ocre y puntas negras, que suele desplegar al posarse, cuando está inquieta o durante el cortejo. Su pico es largo y ligeramente curvado.

Su aleteo es irregular y describe ligeras ondulaciones durante su trayectoria. Es fácil ver a la abubillas surgir del suelo sorprendidas por la presencia de las personas.

Su canto es muy característico, una especie de up-pu-pu-pu, grave y de largo alcance, y en algunas partes de los territorios de habla catalana se le llama ‘puput’ por este motivo, y también su nombre en latín Upupa procede de su canto.

Vive en gran diversidad de ambientes, pero le gustan sobre todo las formaciones boscosas abiertas, siempre y cuando no superen los 1.000 metros de altitud, como dehesas de encinas, pinares, alcornoques, fresnos, etcétera.

Larvas y pupas de insectos como alimento

Su alimentación consiste sobre todo en larvas y pupas de insectos que encuentra enterrados o entre la hojarasca. Usa su pico largo para sondear el suelo en busca de sus presas, como lo haría un ave limícola.

La estación reproductora comienza a mediados de mayo con la búsqueda de un lugar para anidar. Una vez que encuentra el hueco adecuado en un árbol, en un muro o en una edificación abandonada, macho y hembra comienzan a limpiar el interior del nido, para después construir un somero lecho de hojas y hierbas.

Ejemplar en vuelo

Ejemplar en vuelo / Pinterest

La puesta consta de 7-10 huevos, incubados sólo por la hembra, durante 17-20 días. Por lo general realiza una puesta, aunque ocasionalmente puede efectuar dos. La hembra se encarga de cebar a los pollos con la comida que le trae el macho. Pasados 26-29 días, la prole abandona el nido, lo que suele ocurrir hacia finales de julio o principios de agosto.

Otra de las características de las abubillas es que no suelen bañarse en agua, sino que lo hace en la arena. Esto es solo una forma más de impregnarse de olores que alejen a sus enemigos.

Se trata de una especie que, afortunadamente, no está en peligro en nuestro país, pues está catalogada dentro de la categoría de Preocupación Menor.

Más información: https://seo.org/ave/abubilla-comun/

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