Vida submarina

La creciente acidez de los océanos, otra grave amenaza para los arrecifes de coral

La acidificación del agua, debido a las actividades humanas, impide el espesamiento de estas formaciones

Arrecife de coral en Indonesia.

Arrecife de coral en Indonesia. / Pexels

Ramón Díaz

Ramón Díaz

La creciente acidez de los océanos, debida a las actividades humanas, supone una amenaza de muerte para los arrecifes de coral. Una amenaza que se une a las que provocan el calentamiento de los océanos, el aumento del nivel del mar y los cambios en los regímenes de nutrientes.

Un nuevo estudio detalla cómo la acidificación de los océanos, cuyos efectos son difíciles de detectar, afecta a los esqueletos de los corales, lo que, unido al diferente grado de acidez en los mares y océanos, permite a los científicos predecir con mayor precisión en qué lugares serán más vulnerables.

Los corales, igual que los vegetales, hacen crecer sus esqueletos hacia la luz del sol, espesándolos y reforzándolos. La nueva investigación, dirigida por científicos de la Institución Oceanográfica Woods Hole (WHOI), muestra que la acidificación del océano impide el proceso de espesamiento, disminuyendo la densidad de los esqueletos y dejándolos más vulnerables a romperse.

"Nuestra investigación incorpora los matices del crecimiento del esqueleto de los corales, lo que permite proyecciones más precisas de cómo, dónde y en qué medida la acidificación del océano afectará a los corales formadores de arrecifes tropicales", señala Nathaniel Mollica, autor principal del estudio.

Los científicos desarrollaron un modelo numérico que simula el mecanismo de crecimiento del esqueleto y lo combinaron con los cambios proyectados en la acidez del océano. Los resultados del estudio han sido publicados en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’.

Arrecife de coral en Moorea, en la Polinesia Francesa.

Arrecife de coral en Moorea, en la Polinesia Francesa. / Peter Edmunds / Universidad Estatal de California Northridge

"Este importante estudio determinó la forma específica en que una especie de coral se ve afectada por la acidificación del océano y modeló el efecto de las condiciones ambientales futuras", apunta David Garrison, director del programa de oceanografía biológica de la Fundación Nacional de Ciencias (NSF) de Estados Unidos, entidad que financió la investigación.

Un impacto difícil de detectar

Los esqueletos de coral están hechos de aragonito, una forma de carbonato de calcio. Los corales hacen crecer sus esqueletos hacia arriba, apilando haces de cristales de aragonito uno encima del otro. "Espesan los haces con cristales adicionales, fortaleciendo los esqueletos y ayudándolos a resistir la rotura de las corrientes, las olas, las tormentas y las picaduras de gusanos, moluscos y peces", explican los científicos.

Los crecientes niveles de dióxido de carbono en la atmósfera, principalmente debido a la quema de combustibles fósiles, están provocando la acidificación de los océanos. Cuando el agua de mar absorbe el dióxido de carbono, a los corales les resulta más difícil acumular sus esqueletos de aragonito.

"Los arrecifes enfrentan múltiples tensiones, incluido el aumento del nivel del mar, cambios en los regímenes de nutrientes y temperaturas más cálidas del océano", reseña Cohen, pero a diferencia del calentamiento del océano, que causa un blanqueamiento visible, el impacto de la acidificación del océano es más difícil de detectar y de predecir.

Los experimentos de laboratorio y los estudios de campo han sido ambiguos y han mostrado claros impactos de la acidificación de los océanos en el crecimiento del esqueleto en algunos casos, pero no en otros. Esta nueva investigación sugiere que esta inconsistencia refleja la complejidad del crecimiento del esqueleto de coral.

Una buceadora realiza mediciones en un arrecife de coral.

Una buceadora realiza mediciones en un arrecife de coral. / Kristen Brown

Para probar esta teoría, los autores tomaron núcleos de esqueletos de Porites, un tipo común de coral formador de arrecifes, en cuatro lugares: Palau; el atolón Dongsha en el Mar de China Meridional; Isla Verde frente a Taiwán; y Saboga en Panamá.

Las condiciones del agua de mar abarcaron una variedad de niveles de acidez. Los investigadores utilizaron un escáner de tomografía computarizada tridimensional para obtener imágenes de los núcleos esqueléticos, que revelan bandas de crecimiento anual, muy parecidas a los anillos de un árbol.

Múltiples factores estresantes

Los científicos pudieron discernir y cuantificar los componentes ascendentes y engrosados del crecimiento del coral. El análisis reveló que los esqueletos de los corales en aguas más ácidas eran significativamente más delgados. Los investigadores examinaron el proceso de crecimiento de los corales y demostraron que los corales no pueden producir el aragonito suficiente para espesar sus esqueletos.

"Los corales siguen invirtiendo en un crecimiento ascendente, pero el engrosamiento sufre. Como resultado, los corales forman esqueletos más delgados que son más susceptibles al daño de las olas o los ataques de organismos erosionantes", destacan los autores.

Los resultados auguran que a principios del próximo siglo se producirán disminuciones en la densidad del esqueleto de coral en muchos arrecifes. El impacto será especialmente fuerte en la región del Indo-Pacífico, con reducciones de hasta un 20 por ciento en las densidades de esqueletos de coral en partes del Triángulo de Coral, el área delimitada por las aguas de Indonesia, Malasia, Filipinas y Papúa Nueva Guinea. , Timor Oriental y las Islas Salomón.

Arrecife de coral en Vietnam.

Arrecife de coral en Vietnam. / Unsplash

Los autores sostienen que a los corales del Caribe, Hawaii y el norte del Mar Rojo les podría ir mejor. Señalan que otros cambios, como el calentamiento de los océanos, también afectarán negativamente al crecimiento de los corales.

"Nuestro siguiente paso es ampliar nuestro modelo para incorporar los efectos de múltiples factores estresantes en el crecimiento esquelético de los corales", avanza otro de los investigadores, Weifu Guo. "Conocer los detalles de cómo los diferentes cambios oceánicos afectan a los corales nos permitirá proyectar la trayectoria de los corales formadores de arrecifes", añade.

"Los arrecifes de coral se encuentran entre los ecosistemas más diversos de la Tierra, con un enorme valor cultural, ecológico y económico", recuerda Cohen.

Informe de referencia: https://aslopubs.onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1002/lno.12504

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