Arrecifes artificiales electrolíticos en el Club Náutico de Santa Pola

El objetivo de este proyecto innovador es crear un sistema respetuoso con el medio ambiente que no altere el ecosistema marino

Convenio entre la UA y el C.N. de Santa Pola para el proyecto de «arrecifes artificiales».

Convenio entre la UA y el C.N. de Santa Pola para el proyecto de «arrecifes artificiales». / INFORMACIÓN

En los pantalanes del Club Náutico de Santa Pola, se está llevando a cabo una investigación innovadora sobre el uso de estructuras carbonatadas fabricadas mediante electrolisis en el medio marino. Este proyecto, resultado de un convenio entre la Universidad de Alicante y el Club Náutico de Santa Pola, busca desarrollar un sistema respetuoso con el medio ambiente que no altere el ecosistema marino. Las estructuras, creadas en el marco de la eco-ingeniería marina, podrían aplicarse tanto para mitigar impactos, como la contaminación orgánica, como para restaurar hábitats marinos.

Investigación Innovadora

El equipo multidisciplinar involucrado en este proyecto está compuesto por investigadores del Instituto Universitario de Electroquímica (liderado por Vicente Montiel) y de los Departamentos de Ingeniería Civil (Miguel Ángel Climent, Pedro Garcés y Carlos Antón) y de Ciencias del Mar y Biología Aplicada (Alfonso Ramos, Aitor Forcada y Alejandro Carmona). Han instalado arrecifes artificiales electrolíticos, formados por módulos carbonatados, en tres pantalanes a una profundidad de un metro para estudiar su colonización por especies filtradoras y la sucesión del bio-fouling (organismos que se fijan a estructuras sumergidas) durante un período de nueve meses.

Las estructuras están hechas de una malla de acero recubierta por carbonato de calcio obtenido del agua de mar a través de electrolisis con corriente eléctrica, utilizando la red general y paneles solares. Estas estructuras se fabrican en el Puerto de Alicante y, después de un año de pruebas con diferentes intensidades de corriente y tiempos de electrolisis, se ha logrado un material duro, fuertemente adherido a la matriz de hierro y poroso, lo que facilita la fijación de larvas de organismos marinos.

El material utilizado tiene varias características destacables: está compuesto de aragonito y calcita, similares a los componentes de corales y conchas de gasterópodos; la malla de hierro permite crear módulos de diversas formas y tamaños, adaptables a objetivos específicos de mitigación de impactos y restauración de hábitats; son ligeros y fáciles de transportar y fondear; no contaminan y ayudan a fijar carbono atmosférico disuelto en el agua; y pueden fabricarse con energías renovables, como los paneles fotovoltaicos.

Las estructuras podrían aplicarse tanto para mitigar impactos, como la contaminación orgánica, como para restaurar hábitats marinos.

Las estructuras podrían aplicarse tanto para mitigar impactos, como la contaminación orgánica, como para restaurar hábitats marinos. / INFORMACIÓN

Impacto ambiental y resultados preliminares

En cuanto a la mitigación de impactos, los módulos ayudan a reducir la carga orgánica del agua gracias a los organismos filtradores que se fijan a ellos y disminuyen la presión de los buceadores en zonas sensibles al crear estructuras grandes que simulan peces, cetáceos o pirámides. En la restauración de hábitats, los módulos podrían utilizarse para fijar fanerógamas marinas afectadas por fondeos o para la colonización de invertebrados en áreas impactadas por contaminación, sedimentación, pesca de fondo y olas de calor.

Los primeros resultados de los análisis del agua de mar en los pantalanes donde se desarrolló el estudio indican una buena calidad del agua, con parámetros como el carbono orgánico total (COT), el color y los sólidos en suspensión dentro de los rangos normales para un puerto con actividad náutico-deportiva. Respecto al crecimiento de especies sobre los arrecifes artificiales electrolíticos, se observa una sucesión lenta del bio-fouling con especies de bajo porte, lo que sugiere una menor presencia de estos organismos en las aguas del puerto deportivo de Santa Pola. Esto podría deberse a que el Puerto de Santa Pola es principalmente pesquero y recreativo, en contraste con el Puerto de Alicante, que es comercial y, por lo tanto, tiene un mayor tráfico marítimo y transporte de especies.

Cabe destacar la colaboración entre el Club Náutico de Santa Pola y la Universidad de Alicante, un ejemplo de cómo la investigación, el desarrollo y la innovación pueden unirse en proyectos de eco-ingeniería o «construcción marina verde», contribuyendo a la protección y mejora del medio marino.