Esta reunión del independentismo el domingo en Waterloo ha concitado una dispar atención televisiva. Ni en La Sexta, ni en Tele 5, en sus informativos de las 20 y 21 horas, les ha interesado lo más mínimo. En TVE1 y A3 TV, sí.
En el ‘Telediario’ (TVE1) advertían, no sé si con fascinación o con angustia, que hoy por hoy «Waterloo es el ‘centro de operaciones’ del independentismo». En las ‘Noticias’ de A-3 calificaban el encuentro como «cumbre». Y especulaban sobre el contenido de la reunión que resumían en dos temas: elaborar una estrategia ante el frenazo del Supremo a la aplicación de la Ley de Amnistía, y también el diseño del regreso de Puigdemont, que «tendría que asumir una posible detención en la frontera». En este sentido esta mañana había una cierta agitación en ‘Al Rojo Vivo’ cuando se pusieron a imaginar qué pasaría si regresa y se atrinchera en el Parlament de Catalunya. ¿Entraría la policia a detenerlo? se preguntaban con una mezcla de suspense e incertidumbre. Pero no llegaron a ninguna conclusión creíble. La verdad es que estas veladas en Waterloo por donde mejor se siguen es por TV3, por sus ‘Telenotícies’. Disfrutamos más. Allí a este encuentro lo han llamado"Cónclave", que es una expresión muy acertada por ese punto que conlleva de dogma cardenalicio. El tono de la información, siendo estricto, tenía ramalazos de entusiasmo y esperanza. Es un "Intento de ‘recoser’ el bloque independentista" nos decía el excelente corresponsal en Bruselas, Joan Raventós, desplazado expresamente a Waterloo, y situado frente a la ‘maison Puigdemont’. Esta pincelada, "recoser", fue muy repetida en todos los ‘Telenotícies’. Es un vocablo oportuno, entresacado del mundo de la sastrería. Y viendo cómo iban entrando este domingo al taller de Waterloo esta selección de recosedores magníficos, recordé el programa ‘Maestros de la costura’ de TVE1.
Días atrás se reunieron en esta ‘maison’ Puigdemont y Junqueras, que son los grandes modistos, tipo Palomo Spain y Lorenzo Caprile de TVE1. Ahora se ha añadido una selección de expertos en corte y confección. Se trata de hacer un traje a la medida de Puigdemont, pero en el que también quepa Junqueras y si me apuran hasta Marta Rovira. Tremendo reto costurero. Al admirado Lluis Llach (ANC) no haría falta embutirle en el vestido. Lo suyo sería montar la pasarela para el desfile, y la coreografía.
