Cuidado con los semáforos en ámbar

Un semáforo en la avenida de la Comunitat Valenciana de Elche, en imagen de archivo. | ANTONIO AMORÓS

Un semáforo en la avenida de la Comunitat Valenciana de Elche, en imagen de archivo. | ANTONIO AMORÓS / A.FAJARDO

Vicente Magro

Vicente Magro

Existe la costumbre en muchos conductores de que cuando se aproximan a un punto regulado por semáforos y comprueban que está pasando de fase verde para los conductores a fase roja, y se sitúa en la fase ámbar, aceleran la velocidad para pasar esa fase ámbar en ese momento. Es sabido, así, que la fase ámbar es el “punto intermedio” en el paso que va desde la permisividad para el paso por estar en fase verde para los conductores a la prohibición de la fase roja.

Pero pese a la creencia de que es posible atravesar el semáforo en esta fase ámbar, la realidad es bien distinta, dado que solo en fase verde para conductores es posible atravesar el lugar regulado por semáforos, no siendo posible llevarlo a cabo ni en fase roja, ni en fase ámbar, ya que esta última supone una alerta de “precaución” y vigilancia para evitar una colisión. Y si existe esta última, desde luego que se habrá infringido esa “llamada de atención” que supone el punto del semáforo en la fase ámbar, porque el conductor, en lugar de haber detenido su vehículo al ver esa fase, lo que ha hecho es acelerar para pasar por el punto regulado por semáforos. Es decir, que cuando ve el semáforo ya en fase ámbar que le alerta de “cuidado” y “”precaución” olvida estas advertencias, y, lejos de ello, acelera el vehículo con el riesgo de que exista una colisión o atropello.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que la luz ámbar de un semáforo puede ser de dos tipos, a saber: a.- Intermitente, en cuyo caso se puede atravesar, aunque llevando cuidado de que no atraviese ningún peatón la calzada, ya que esa intermitencia del semáforo en ámbar puede ser debido a que los peatones tengan su semáforo en verde. Y, así, en estos casos, la luz ámbar intermitente lo que significa es que está en un lugar donde los vehículos pueden pasar, pero llevando cuidado de que no atraviese la calzada ningún peatón. b.- Fija en fracciones de segundo en el pase a fase roja: Pero si la luz en ámbar en el semáforo no está intermitente y es fija por referirse al momento, como hemos señalado, que está pasando de verde a roja la del semáforo, hay que detenerse de inmediato, porque si el conductor es sorprendido atravesando el semáforo en esa fase habrá cometido una infracción administrativa en principio.

Por ello, se afirma que la normativa al respecto es clara. La luz ámbar o naranja de los semáforos, en posición fija en fracciones de segundo, no intermitente, significa que los vehículos deben detenerse de la misma manera que si fuera la luz roja, aunque lo cierto es que la mayoría de los conductores están convencidos de que pasar el semáforo en ámbar no es punible, ni constituye una infracción en materia de seguridad vial.

Pues bien, este tema está regulado en el art. 146 del Reglamento General de la Circulación, (Real Decreto 1428/2003, de 21 de noviembre) que señala lo siguiente respecto a la luz ámbar:…c) Una luz amarilla no intermitente significa que los vehículos deben detenerse en las mismas condiciones que si se tratara de una luz roja fija, a no ser que, cuando se encienda, el vehículo se encuentre tan cerca del lugar de detención que no pueda detenerse antes del semáforo en condiciones de seguridad suficientes. d) Una luz amarilla intermitente o dos luces amarillas alternativamente intermitentes obligan a los conductores a extremar la precaución y, en su caso, ceder el paso. Además, no eximen del cumplimiento de otras señales que obliguen a detenerse.

La respuesta en este sentido, como regla general está clara, y, así, si un conductor está aproximándose a una distancia de unos 20 metros y se cerciora de que el semáforo en fase verde ya pasa a fase ámbar debe detenerse de inmediato, ya que la respuesta a esta situación no es la de acelerar para atravesar el semáforo cuando está cambiando.

Ahora bien, si el momento del cambio de fase verde a ámbar para, luego, ir a la roja se produce cuando el conductor ya está encima del semáforo el propio Reglamento habilita al conductor para seguir adelante, porque en ese instante todavía no se habrá puesto en verde para los peatones, y, además, aquél lo que hace es dar una respuesta lógica y normal, ya que la letra c) referida excepciona en estos casos que a no ser que, cuando se encienda, el vehículo se encuentre tan cerca del lugar de detención que no pueda detenerse antes del semáforo en condiciones de seguridad suficientes. Esto es sumamente razonable, ya que la cercanía del semáforo no podría obligar al conductor a detenerse en ese momento, con el peligro de que el vehículo que va detrás le colisione. Por todo ello, cuidado con la fase ámbar de los semáforos.