Tribuna

Orgullo, sentimiento y futuro

Dedicamos un homenaje permanente en el Palmeral de Elche a Miguel Ángel Blanco, precisamente el referente ejemplar de estas personas que dieron su bien más sagrado, su vida, a la defensa de la idea común de España.

Calle Corredora

Calle Corredora / Matías Segarra

Alcalde de Elche

12 de octubre. Día de la Hispanidad. Fiesta Nacional de España y conmemoración de una fecha que inauguró hace más de 500 años el puente cultural y el encuentro entre dos mundos. Orgullo. Así es, si alguna palabra puede resumir la esencia de cuanto conmemoramos este día, esa palabra es sin duda «orgullo».

Orgullo, fuera de toda duda, por una lengua, el español, que es un tesoro excepcional capaz de unir a casi 500 millones de personas. Es la segunda lengua más hablada en todo el mundo, con una magnífica proyección de futuro. Impresiona pensar que ese ingente número de ciudadanos se relacionan con los demás, se emocionan, trabajan, crean y abordan múltiples manifestaciones culturales y artísticas con una misma lengua, con un código de comunicación común y compartido.

Hablar del 12 de octubre es referirnos a tradición, a historia, a valores que nos unen con buena parte del mundo y con nuestras propias raíces. En Elche hay una fuerte implantación de una población hermana procedente de Hispanoamérica, que está desarrollando entre nosotros su proyecto de vida personal y familiar. El Día de la Hispanidad nos permite convivir con ellos, compartir, mostrarles nuestro reconocimiento y el respeto por una diversidad que sólo puede ser considerada como un elemento enriquecedor, como un factor de crecimiento y un signo de vigor y madurez. El Día de la Hispanidad es también un sentimiento, y nos permite a los españoles, también, estremecernos con nuestros hermanos, vivir como propio el dolor sin límites de las familias puertorriqueños, colombianos y ecuatorianos que han sido golpeadas con crueldad en el incendio de las discotecas de la vecina Murcia.

El Paseo de la Estación, donde se sitúa la bandera de España

El Paseo de la Estación, donde se sitúa la bandera de España / INFORMACIÓN

El Día de la Hispanidad nos permite convivir con ellos, compartir, mostrarles nuestro reconocimiento y el respeto por una diversidad que sólo puede ser considerada como un elemento enriquecedor, como un factor de crecimiento y un signo de vigor y madurez.

Orgullo por una historia milenaria que no sólo nos ha situado en un lugar destacado en la geopolítica internacional y en las relaciones sociales, económicas y estratégicas del mundo, que nos ha situado como un paradigma en todos esos campos de la actividad humana, y que además nos ha permitido compartir valores, creencias y una manera de entender la vida de la que estamos orgullosos. Los compartimos con un mundo nuevo, pujante, vivo, con un conjunto de países con un enorme potencial de futuro como es Hispanoamérica.

Si hubiera que resumir en una sola frase el concepto Hispanidad, yo diría que es todo aquello que nos une. Todo aquello que nos hace mejores, más fuertes, más visibles y reconocibles ante el mundo. Hablar de Hispanidad es lo contrario a hablar de exclusión. No supone, en absoluto, desmerecer o minusvalorar cualquiera del resto de los rasgos identitarios, ya sean autonómicos o locales, que nos definen como españoles, que nos aportan diversidad y riqueza como nación, como comunidad. Pero hoy es el día, como antes decía, de mostrar orgullo por los signos de identidad que nos unen a todos: la lengua, la historia, la cultura, la tradición, la bandera. Y también de mostrar nuestra confianza en que la fidelidad a estos signos de identidad, a estos referentes colectivos, es la garantía de un futuro mejor para todos los españoles, para todos los hispanoamericanos.

Por eso en nuestra ciudad celebramos el día 12 de octubre, por primera vez, un Homenaje a la Bandera como símbolo de cohesión social para todos los españoles. En el Paseo de la Estación no sólo homenajeamos a la Bandera que a todos identifica, sino también a cada uno de los hombres y mujeres que componen las Fuerzas Armadas, que trabajan por y para España. Queremos mostrarles el respeto y el afecto ante un sinfín de esfuerzos y de renuncias que realizan a lo largo del tiempo, que realizó antes un gran número de militares que no dudaron en entregar su vida para consolidar la imagen y el prestigio de la España que hoy conocemos y que tanto nos enorgullece. No olvidamos vuestro coraje, vuestro valor, y queremos mostrar este reconocimiento a todo el mundo.

Orgullo por una historia milenaria que no sólo nos ha situado en un lugar destacado en la geopolítica internacional y en las relaciones sociales, económicas y estratégicas del mundo, que nos ha situado como un paradigma en todos esos campos de la actividad humana, y que además nos ha permitido compartir valores, creencias y una manera de entender la vida de la que estamos orgullosos.

Mostramos en este acto nuestro respeto y nuestro cariño a la Bandera, a los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas españolas, y también a quienes han dado su vida por España. Dedicamos un homenaje permanente en el Palmeral de Elche a Miguel Ángel Blanco, precisamente el referente ejemplar de estas personas que dieron su bien más sagrado, su vida, a la defensa de la idea común de España.

Los ilicitanos estamos eternamente agradecidos a las Fuerzas Armadas, y a todas aquellos hombres y mujeres que lo dan todo, cada día, por España. A todos, ¡Feliz Fiesta Nacional!