Opinión | Tribuna

Treinta años de la joya de la corona

Exalumnos del Magister Lvcentinvs asistentes al Congreso de Propiedad Intelectual posan con algunos de sus exprofesores en la EUIPO.

Exalumnos del Magister Lvcentinvs asistentes al Congreso de Propiedad Intelectual posan con algunos de sus exprofesores en la EUIPO. / mónicanombela

No es fácil llegar a un trigésimo aniversario, especialmente cuando quien lo celebra es una asociación de alumni. La semana pasada la Asociación de Antiguos Alumnos del Magister Lvcentinvs -AAAML-, el Máster en Propiedad Industrial e Intelectual de la Universidad de Alicante, convocó un congreso en Alicante para celebrar su treinta aniversario. El congreso se celebró en la sede de la EUIPO, la Oficina Europea de la Propiedad Intelectual sita en Alicante, con asistencia de muchos exalumnos y de algunos de los que fueron durante muchos años sus profesores (Manuel Desantes, Begoña Ribera, Raquel Evangelio y Llanos Cabedo). Eché de menos a los profesores Julián López y Aurelio López-Tarruella, ausentes del encuentro.

Es de señalar que algunos de los puestos de más relevancia de la Oficina Europea están ocupados por exalumnos del Magister, como Andrea Di Carlo, director ejecutivo adjunto, o Julio Laporta, director de comunicación de la EUIPO.

El Máster lo fundaron el profesor Manuel Desantes con el profesor Martín Mateo, desaparecido. Este Máster ha sido durante mucho tiempo una de las joyas de la corona de la Universidad alicantina, si no la joya, y tres departamentos de la UA -los de Derecho Internacional Privado, Derecho Civil y Derecho Mercantil- lo llevaron a ser considerado el mejor Máster en Derecho especializado de España, a lo largo de varias ediciones.

Manuel Desantes, catedrático de Derecho Internacional Privado, es una persona extraordinaria, bibliófila y melómana a partes iguales, de cuya amistad me precio. Tuvo la visión de crear el Máster en el momento en que se aprobó la implantación de la entonces llamada OAMI en Alicante. Esta sede inicialmente se dedicaba sólo a los registros de marcas, si bien ha ido paulatinamente ampliando sus competencias a otras áreas de la Propiedad Industrial. Actualmente la EUIPO es la segunda agencia europea por volumen y cuenta con más de mil personas trabajando en ella.

El Máster ha sido un referente en su especialidad en todo el mundo desde su creación, y ha dado a grandes profesionales del campo de la propiedad intelectual. Durante varios cursos tuvo suscrito un convenio con la Oficina China de Patentes, y acudían a cursar el módulo de patentes grupos de examinadores de esta Oficina, que en muchos casos salían de su patria por primera vez. El intercambio cultural, especialmente con Latinoamérica, ha sido constante, y no sólo en lo teórico, sino a través de los lazos de compañerismo y amistad, que se han ido tejiendo a lo largo de este tiempo. Cuando los lvcentinos se encuentran, sean de la promoción que sean, el sentimiento de pertenencia aflora espontáneamente y la amistad se da por supuesta.

No quiero dejar de citar a algunos exalumnos destacados del Magister, como Luis Berenguer, director de comunicación de la EPO, entre otros profesionales, como Mario Pomares, Eli Salis, Eva Toledo, Iván Sempere, Anastasia Pérez Román, Gilberto Macías, Pablo Amat, Lara Grant, Carolina Belmar, Mariano Riccheri, Pablo Lee, Fabrizio Miazetto, Marina Gómez-Daudén, Cristina Gilabert, Cristina Bercial, Daniela Rojas, Sara Martínez-Cadenillas, Raúl Pérez, Martín Pereyra o Karina Müller. Y espero que disculpen las omisiones, pues somos alrededor de dos mil egresados del Magister, y este reconocimiento y el afecto son para todos.

El Magister ya tenía una vocación internacional desde sus inicios, lo sé porque soy de la IX promoción, y ya entonces el módulo de patentes -un trimestre muy duro-, era en inglés y muchos de los doscientos profesores del Magister venían también de fuera de España, lo que permitía que asistieran alumnos no hispanohablantes.

Gracias al gran trabajo del presidente, José Ruzafa, junto con el de la secretaria de la AAAML, Caridad Muñoz -dos de mis hijos, Desantes dixit, puesto que fui la coordinadora de su curso-, la convocatoria fue un éxito y el congreso, con ponencias de exalumnos, tuvo un gran nivel académico.

En el evento hubo una intervención especial con el nombramiento del profesor Antonio Castán como Asociado de Honor de la Asociación. Castán fue socio del prestigioso despacho internacional Elzaburu en la rama procesal y profesor tanto del Magister como de ICADE -donde lo tuve de profesor en la carrera. Privado de la vista en los últimos años, este erudito de fino humor y maneras de nobleza de la que viene de dentro pronunció de cabeza un precioso discurso, que nos emocionó. Transcribo algunas de las palabras que nos dirigió, relativos al ejercicio de la profesión de abogado -casi todos los lvcentinos lo somos- a la que él calificó de maravillosa, pues no lo voy a poder expresar mejor de lo que él lo hizo: “Solo la estricta humildad intelectual os permitirá, de un lado, seguir creciendo como profesionales, esto es, seguir aprendiendo día a día; de otro lado, mirar a vuestros compañeros no como rivales o competidores, sino como amigos con los que compartís un destino común y de los que podéis aprender en cada asunto. Y finalmente la humildad intelectual os permitirá recibir las decisiones judiciales, ya sean favorables o desfavorables, con el más escrupuloso respeto”. Quedamos al borde de las lágrimas e inspirados por sus bellas palabras de aliento. Gracias, querido profesor Castán.

Esperemos que la Asociación siga realizando su valiosa labor al menos durante otros treinta años más, siempre con ese deseo ferviente que la ha traído hasta nuestros días de servir de casa común de los lvcentinos repartidos por el mundo. n