Opinión | Tribuna

El profesor William Thomson y la internacionalización de la Facultad de Ciencias Económicas

Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la UA.

Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la UA. / CarmenBeviá

La Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Alicante tiene hoy un reconocimiento internacional fruto de la gran actividad y la importante labor que muchos investigadores e investigadoras han realizado a lo largo de su historia, por la capacidad de generar grupos internacionales de trabajo, por el fruto del esfuerzo compartido y como consecuencia de la tenacidad de establecer lazos con los más prestigiosos campus internacionales. Pero sin duda, y siendo justos, nuestra Facultad ha tenido la suerte de disfrutar de una pieza esencial en su proyección internacional. Ese agente impulsor de nuestro espíritu internacionalista, ese elemento que potenció la mirada al exterior de nuestra Facultad, ha sido la figura del profesor de la Universidad de Rochester, William Thomson.

Este reputado maestro, autor de más de 100 artículos en las revistas económicas más prestigiosas del mundo, escritor de un importante número de libros que hoy ya son considerados esenciales en la literatura especializada, catapultó con su colaboración y compromiso con nosotros la proyección internacional de nuestra Facultad y la presencia de la UA en todo el mundo.

Thomson hoy es una de las figuras de las ciencias económicas de referencia en el mundo. Es considerado el padre de la Teoría de la Equidad y líder en la investigación sobre la Teoría de los Juegos y Diseño de Mecanismos, un papel de reputado investigador que viene acompañado de su prestigio como docente. Sin duda, una figura transformadora en el conocimiento y el estudio de la ciencia económica moderna, e inigualable en su faceta docente.

Esta capacidad intelectual, esta generosidad humana y académica es la que ayudó a una UA que nació con la ambición de ver y ser mirada en todo el mundo. Este hombre fue quien situó en el escenario internacional a la UA, una labor que debemos reconocer por el prestigio que ganó nuestra Facultad, pero también por la capacidad de proyectar el valor y la riqueza de toda nuestra provincia. La circulación internacional de investigadores procedente de nuestra UA y de sus trabajos son también un gran reflejo del potencial de nuestra tierra. Y en todo ello, tuvo su papel el profesor Thomson, labor que debemos reconocer y celebrar.

El profesor Thomson llegó por vez primera a Alicante en 1989 de la mano del Luis Corchón, que había coincidido con él en un congreso celebrado en Madrid. Desde que ofreció la lección Germán Bernácer ese año, y a pesar de ser reclamado en las principales universidades de todo el mundo, este francés afable, sencillo y humilde, de reconocido prestigio y enormemente valorado en el mundo académico, siempre mantuvo su relación constante con la UA. De su mano somos muchos quienes hemos encontrado un mentor, una guía intelectual de lujo que ha orientado a muchos de nosotros y nos ha permitido caminar en proyectos e investigaciones de gran interés académico e investigador.

Este profesor, que ha realizado grandes avances en materia de investigación, siempre ha tenido una importante dedicación a la docencia. La capacidad del magisterio es algo que debemos reivindicar y poner en valor. El profesor Thomson siempre lo ha hecho. El profesor siempre ha tenido un fuerte compromiso con el más joven, con el que quiere aprender, con el que tiene curiosidad y capacidad de sondear un poco más allá, el que se cuestiona, se pregunta, quien aprende de los de hoy para proyectar mejor conocimiento en el mañana.

Thomson siempre ha tenido tiempo que dar a quienes reclamábamos su atención, su ayuda y su conocimiento. Y siempre en él hemos encontrado un guía, un faro que nos ha marcado buena parte de nuestros caminos. Su figura de docente siempre es recordada por muchos de nosotros y por aquellos alumnos de doctorado que tuvieron la suerte de estar a su lado por su capacidad y habilidad de explicar conceptos complejos con gráficos sencillos. Lo suyo es un don que aplica con generosidad extrema a todos nosotros, a toda la sociedad.

El profesor William Thomson se merece sin duda un reconocimiento máximo por parte de la Universidad de Alicante, como así va a ser. Y también de toda la sociedad alicantina que debe compartir este orgullo que algunos manifestamos a los cuatro vientos, conscientes de que estas cosas que ocurren intramuros de la Universidad también tienen su impacto y sus efectos positivos en el conjunto de la sociedad. Demos las gracias al profesor Thomson, y la enhorabuena a la UA por su gesto de justicia con él. Una enhorabuena que debe ser compartidos por todo, dentro y fuera de la UA.