Opinión | Tiene que llover

Lo que está en juego

Archivo - Bandera de la Unión Europea (UE).

Archivo - Bandera de la Unión Europea (UE). / JUNTA DE ANDALUCÍA - Archivo

Si el país andará polarizado que lo que enciende la llama de la selección son los extremos. Qué juego dan los puñeteros.

El camino a recorrer se antoja complicado, no hay que jurarlo. La competencia en las citas decisivas que se dibujan en el horizonte se ha disparado. Los rivales se las traen. El conjunto emergente de Alternativa para Alemania ambiciona liderar su propio grupo en el Parlamento de Estrasburgo para lo que se propone romper el cordón sanitario que los aleja de alcanzar el ordeno y mando a base de echar mano del delantero tanque, una especie en peligro de extinción con la que pretende reverdecer viejos laureles yendo a por todas. Que no le hablen del tiquitaca. Eso es de maricomplejines y no es momento de titubeos. Rusia fue vetada en el torneo, pero Putin sonríe ante la cantidad de afines subidos a la cresta de la ola que lo guardan en sus oraciones. Los contrincantes lloran su aflicción. No lo digo por Cristiano que solo se enternece por él, hablo del dúo Mbappé&Macron dado que en la primera vuelta se ha visto superado por la derecha y por la izquierda. La Marsellesa puede quebrarse con la potencia que transmiten sus acordes. Quién nos lo iba a decir. E Italia, en fin. La única pieza que pita y de qué modo es Meloni. El resto de la escuadra seleccionada para partirse la cara solo es un gusto verlo cuando van de traje. Antes de plantarse en el terreno de juego y dar la réplica, qué porte exhiben los «ragazzos».

La Eurocosa que hay entre manos está que arde. Es mucho lo que se produce más allá de las fronteras pero contamos con artillería para dar y tomar. Van cayendo goles de todos los colores. Uno de los últimos, el que concierne a Puigdemont es de los más vistosos. En caso de que se le ocurra volver será placado puesto que lo suyo tira más a rugby con la de melés que arrastra. Quien debe estar cazando moscas es Illa. Primero la pandemia y ahora otra maldición. Luego dicen que es que no sonríe. De todo lo que existe montado, a ver qué final nos aguarda. Solo queda que Milei haga en Berlín el saque de honor.

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