"Cuéntame cómo pasó" forma parte de nuestra historia

Herminia y Carlos, en Cuéntame cómo pasó.

Herminia y Carlos, en Cuéntame cómo pasó. / RTVE

Camila Argentino Boned

Se avecina el último capítulo de Cuéntame Cómo Pasó, y con él, el final de una etapa en muchas vidas. Desde que tengo uso de razón, en mi casa, ver Cuéntame era casi como una cita que no nos podíamos saltar. Esperábamos en familia cada jueves por la noche y mientras veíamos a los Alcántara año tras año, entendíamos mejor la historia de este país. Como yo, muchos crecimos a la par de Carlitos, experimentando, aprendiendo y sintiéndonos reflejados en él. Herminia ha sido la abuela de todos. Mercedes y Antonio nos recuerdan cómo son los matrimonios de toda la vida. El barrio de San Genaro nos traslada a comunidades de toda la vida. Sagrillas a la España profunda. Con Cuéntame hemos reído, hemos llorado, hemos sufrido y comprendido muchas cosas. Nos cuenta la realidad de una forma tan cercana que sumergirse en la serie se vuelve algo casi inevitable.

Gracias a eso hemos sido testigos de hechos que han marcado el presente, y para muchos ha sido la forma de recordar de dónde venimos. Esta serie forma parte de nuestra propia historia, y ha hecho historia. Por eso, ahora que se acaba, es complicado no sentir que perdemos algo. Es un adiós a nuestros propios rituales familiares, ¿y porqué no? a una parte más de la familia.