En las tripas del pantano de Guadalest

Oscuridad, humedad y murciélagos. En medio de una de las peores sequías que se recuerdan, INFORMACIÓN se adentra en una de las infraestructuras clave para cuando lleguen las ansiadas lluvias, el embalse de Guadalest. Se encuentra a menos de la mitad de su capacidad y su estructura de hormigón cuenta con tres galerías a diferentes alturas, así como con sistemas de seguridad implantados en el siglo XXI.

Cada día entran en el embalse 30.000 metros cúbicos, procedentes de los pozos de Beniardà, pero salen 45.000 para el abastecimiento de Benidorm y su comarca, por lo que el nivel baja tres centímetros diarios. Y en verano la población de la Marina Baixa se dispara hasta el millón de personas, por lo que los pantanos, la desalinizadora de Mutxamel y el trasvase, que están todos interconectados, son claves para la capital turística de la Costa Blanca.