Luna: «La interpretación de que existe un complot contra Oltra es delirante»

El Síndic de Greuges niega cualquier animadversión hacia la vicepresidenta de la Generalitat aunque admite que ahora mismo la comunicación con ella es inexistente - El Defensor del pueblo autonómico lamenta el exceso de burocracia

El Síndic de Greuges, Ángel Luna, en el balcón de la sede de la institución en Alicante. | PILAR CORTÉS

El Síndic de Greuges, Ángel Luna, en el balcón de la sede de la institución en Alicante. | PILAR CORTÉS / CARLOSALÓSC.A.

Carlos Alós

El Síndic de Greuges, Ángel Luna, considera «delirante» la idea de que exista un «complot» contra la vicepresidenta de la Generalitat y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, en alusión a los duros reproches a la gestión del citado departamento que ha realizado el Defensor del Pueblo autonómico. Luna niega que exista cualquier tipo de connivencia con el PP y asegura que Compromís, e incluso la propia Oltra, deslizaron esa idea «para no aceptar lo que debería haber aceptado desde el primer momento», que era una investigación sobre determinadas cuestiones de la conselleria que han sido objeto de quejas ciudadanas. El alto cargo de la Generalitat se reafirma en tachar de «delirante» que tanto él como la institución que representa estén «dirigidos o manipulados con el PP».

El Defensor del Pueblo valenciano rechaza que tenga fijación alguna con Oltra, sino que existe «un mandato legal y moral para dedicarme a aquellos asuntos que tienen que ver con personas vulnerables y en situación de exclusión, violencia de género y sobre todo menores que no se pueden defender solos». Y añade que las quejas que tienen que ver con la Conselleria de Igualdad «están en torno al 30% del total», por lo que no se trata de una cuestión suya, sino de que «es la ciudadanía la que tiene ese problema real». Según explica, ha enviado dos escritos a la consellera, pero no han abordado el tema. Admite, de hecho, que «llevo mucho tiempo sin hablar con la vicepresidenta de nada que tenga que ver con el Síndic o con su conselleria».

Luna es consciente de que «todo lo que sean conflictos entre instituciones no contribuye a que la ciudadanía tenga buena opinión de su funcionamiento», pero argumenta que «las instituciones tienen que respetarse y respetar las facultades de cada uno». En este sentido, pone como ejemplo que el diputado autonómico de Compromís Jesús Pla le reprochó en las Cortes que no reconociera que el departamento de Oltra les había «dejado» entrar a visitar los centros. «Es que no han entendido nada. La conselleria no me tiene que dejar, tengo facultad por ley y si resuelvo que personal del Síndic va a visitar los centros, va a visitarlos quiera o no la conselleria. Eso es respetar la institución».

Acerca de los argumentos que se dan para justificar el incumplimiento de sus resoluciones, como el déficit de plantilla, el Síndic de Greuges señala que «a mí no me corresponde valorar si falta personal», y que «si es así es un problema de la organización de la Administración». El Defensor del Pueblo autonómico insiste al respecto en que «si la ley reconoce una serie de derechos con plazos, como ocurre con la dependencia de seis meses, y son plazos que ha puesto el legislativo o la propia conselleria, yo no le puedo decir al ciudadano que comprenda que no hay personal». «Se incumple el derecho del ciudadano», insiste.

En opinión del Síndic, hay «demasiada burocracia inútil y falta de respeto al derecho de los ciudadanos» en la Administración en general. «Se hacen procedimientos farragosos para el ejercicio de los derechos y se pide al ciudadano papeles que no se tienen por qué pedir, porque están en poder de la Administración», poniendo como ejemplo los certificados de empadronamiento.

Luna añade que «la pandemia ha incrementado las desigualdades», y que esto no solo lo dicen los datos, sino que es «lo que vemos a través de las quejas y los problemas que nos plantea la ciudadanía. Es evidente». Y al mismo tiempo, «la Administración deja mucho que desear». Con todo, cree que para lograrlo no sería necesario incrementar las facultades del Síndic de Greuges y darle capacidad coercitiva. Para eso, apunta, «están los tribunales. Nosotros denunciamos situaciones y recomendamos actuaciones». La institución es «un instrumento de control social del ejercicio del poder», y justamente por eso «muchas veces molesta».

Problema a la hora de investigar los centros de menores

Ángel Luna denuncia intromisión de la Conselleria de Igualdad en una investigación sobre centros de menores. Según explica, se enviaron cuestionarios a los directores de instalaciones con menores con problemas de conducta, y esa información «ha sido interferida por la conselleria». El Síndic indica que «se podía haber resuelto fácilmente si lo hubiera reconocido desde el primer momento, porque lo que pedíamos es que el cuestionario lo rellenara el director, no que lo mandara la conselleria». Lamenta que esto haya dado lugar a las interpretaciones «delirantes» de complot hacia Oltra.

LA CIFRA

30% Quejas al Síndic relacionadas con el área de Igualdad

La conselleria de Mónica Oltra ocupa casi un tercio de las reclamaciones presentadas por los ciudadanos.

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