La nueva vida del edificio de Correos de la Generalitat en Alicante

El Consell del PP y Vox ha cambiado los planes para el inmueble de Gabriel Miró, destinándolo a Innovación. Las obras van más lentas de lo previsto y la plantilla de la conselleria no se ha podido incorporar al completo

Pleno del Consell celebrado en Alicante las pasadas Hogueras

Pleno del Consell celebrado en Alicante las pasadas Hogueras / Jose Navarro

Borja Campoy

Borja Campoy

El Botànic adquirió el antiguo edificio de Correos en Alicante, en la céntrica plaza de Gabriel Miró, con el objetivo de convertirlo en la sede de la Generalitat en la capital de la provincia y reforzar su presencia en la ciudad. Así lo anunció el expresidente de la Generalitat Ximo Puig en la presentación que se hizo de este proyecto, a finales de marzo del año pasado, un par de meses antes de que se celebraran las elecciones autonómicos. Dentro del propósito de acercar la institución a la ciudadanía, uno de los planes pasaba por la celebración de exposiciones abiertas al público, aunque sólo dio tiempo a hacer una, con fotografías de la Agencia Magnum, que preside la alicantina Cristina de Middel.

Los comicios del 28M provocaron un cambio de rumbo al frente de la Generalitat y, con ello, la modificación en la hoja de ruta para el edificio de Correos. El nuevo curso político arrancó el pasado mes de septiembre con el anuncio por parte del Consell de Carlos Mazón de que la sede de Presidencia regresaba a la Casa de las Brujas y que el inmueble de Gabriel Miró se destinaría a la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo que encabeza Nuria Montes, sobre todo al área de Innovación, cuyo grueso se encuentra en Alicante y se sitúa en torno al centenar de personas.

Las obras que se están haciendo en el edificio que vendió la compañía postal van más lentas de lo previsto. El planteamiento inicial era que el personal de la compañía estuviera en esta ubicación a principios del presente año, algo que todavía no se ha cumplido. En Correos se ha instalado ya el gabinete de la consellera Montes y el personal de la subsecretaría. El resto, que tuvo que abandonar las instalaciones de Ciudad de la Luz, después de que los estudios cinematográficos retomaran su actividad, trabajan en la actualidad, de forma provisional, en el edificio de Distrito Digital número 5, en el puerto de Alicante.

Que la sede de Presidencia de la Generalitat regresara a la Casa de las Brujas, en la avenida Doctor Gadea, no es fruto de un capricho, según indican desde el Ejecutivo autonómico. En primer lugar, se consideró que el edificio de Correos ofrece unas dimensiones más adecuadas para acoger a una plantilla con el volumen de la de la conselleria. En cambio, se cree que para ubicar el despacho del presidente Mazón en Alicante, y el de la delegada del Consell, Agustina Esteve, más el personal vinculado a la delegación y el de la Abogacía de la Generalitat, unas instalaciones como las de la Casa de las Brujas son suficientes.

Estos cambios han provocado que las celebraciones y los actos sociales desaparezcan del antiguo edificio de Correos, como era el propósito del Botànic cuando se pusieron en marcha estas dependencias. El planteamiento para este inmueble pasa por dejar lo más diáfana posible la planta baja para poder celebrar en ella actos de carácter institucional de la Generalitat y la propia Conselleria de Innovación. En esta ubicación, por ejemplo, se llevó a cabo el brindis navideño de Mazón con los medios alicantinos y, más recientemente, el pleno del Consell en Alicante con motivo de las Hogueras.

Otro de los argumentos que se emplean para defender la apuesta de llevar a los profesionales de la conselleria al edificio de Correos es que la presencia diaria de cerca de un centenar de personas contribuirá a la dinamización de la zona de Gabriel Miró. La compra por parte de la Generalitat de un total de cinco inmuebles de la compañía postal repartidos por toda la geografía de la Comunidad Valenciana durante la etapa del Botànic no estuvo exenta de polémica, ya que el Partido Popular pidió los contratos de estas operaciones y alertó de un posible «trato de favor» por parte del expresidente Puig a la empresa estatal.

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